Emilio Azcárraga Milmo a lo largo de su carrera como exitoso empresario hizo de él algunas de las frases que hasta la fecha el público de Televisa relaciona con su forma de trabajar. Entre sus más celebres discursos dijo: “Somos soldados del PRI y del presidente”, haciendo que su postura frente a diferentes sucesos políticos se definiera desde la década de los años 80.
“El Tigre” fue uno de los empresarios más importantes de México y es recordado por ello y por su forma de expresarse acerca de su televisora y las personas hacia las que dirigía el contenido que esta transmitía, pero fue en 1982 cuando decidió dejar claro a quién le daría mayor voz su empresa.
Durante ese año, Azcárraga Milmo acompañó de la mano a Miguel de la Madrid Hurtado en su campaña electoral, se dio cobertura total a todos sus eventos y se priorizó su voz por encima de Pablo Emilio Madero del PAN, su mayor competencia, que en realidad sólo logró obtener 3 millones de votos a su favor, a comparación de los 16 millones de De la Madrid.
Otros de los oponentes que lograron posicionarse, aunque muy por debajo del PRI, fueron Arnoldo Martínez Verdugo del Partido Socialista Unificado de México e Ignacio González Golláz del Partido Demócrata Mexicano, quienes recibieron poca o casi nula difusión en medios de comunicación.
Durante la campaña del candidato del PRI se cuestionó a “El Tigre” sobre su decisión de sólo mostrar el discurso político de Miguel de la Madrid y se le dio un espacio para que este hablara abiertamente de su postura ante las elecciones federal de ese año, en donde se justificó diciendo “somos soldados del PRI y del presidente”, en ese entonces José López Portillo era el encargado del poder Ejecutivo.
Agregó que “si se da más tiempo al partido oficial y al gobierno, es porque ellos tienen más necesidad de comunicación, y nosotros somos evidentemente soldados del presidente de la República y no de los demás; cuando hay necesidad de comunicar algo, pues lo hacemos con mucho gusto”, dijo el empresario según Proceso en su publicación del 15 de mayo de 1982.
Las declaraciones del empresario fueron tan fuertes que hicieron historia, pero después de una década, cuando ya había terminado el sexenio de Miguel de la Madrid y se encontraba Carlos Salinas de Gortari, el 11 de febrero de 1993 el periódico El Nacional publicó una nota que llevaba por título “Televisa no está vinculada al poder ni a la política”.
En dicha nota se retractaba de lo que había declarado y aseguraba que “aquí se juega mucho con la palabra poder, política... El poder y la política están fuera de nuestra compañía. Estamos en el negocio del entretenimiento, de la información y podemos educar, pero fundamentalmente entretener”.
De ese mismo espacio surgió otra de sus frases más recordadas: “México es un país de una clase modesta muy jodida… que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil”.
A pesar de que se dedicó a dejar en claro que Televisa no trabajaba para la política, según su entrevistador, Alejandro Salazar Hernández, “El Tigre” aprovechó para “agradecer a Dios” que hayan llegado a la presidencia Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, quienes habrían sacando adelante a México después de las “malas administraciones” que había tenido en sexenios pasados.
Años después, cuando las acciones cayeron en 1995 debido a la fuerte crisis económica que el país estaba cruzando, Emilio Azcárraga decidió dejar el discurso en favor del PRI y criticó a los políticos, asegurando que Televisa sólo servia a su público.
“Nosotros somos soldados del presidente de la República, no del PRI. Cada sexenio ha dejado como saldo sólo problemas económicos que han venido a detener el desarrollo del país”, mismo discurso que después su hijo, Azcárraga Jean repetiría en sus propias presentaciones y lo modificaría a “somos soldados de México”.
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