Juan Gabriel fue un cantante muy reconocido no sólo en México, sino también en varios países de toda América Latina. Pero un show en Colombia se salió de control cuando fue contratado para amenizar una fiesta del cártel de Cali.
En vísperas de la celebración por el Día de la Independencia de México en 2007, Fernando Rodríguez Mondragón, hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela, también conocido como “El Ajedrecista”, anunció que publicaría un libro en el que narraría cómo su padre se relacionaba con personas con gran reconocimiento en el mundo artístico, entre los que estaban Juan Gabriel y Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”.
Según compartió Rodríguez en su libro El hijo del “Ajedrecista”, el “Divo de Juárez” era una persona que aceptaba acudir a diferentes eventos para interpretar sus grandes éxitos al rededor de Latinoamérica, sin informarse antes quién lo contrataba, por ello su padre no dudó en contactar al cantante para una de sus grandes celebraciones.
Sin dar muchos detalles del lugar o la fecha de los hechos, narró que Juan Gabriel habría llegado a la fiesta en donde estaban otros capos y artistas, y, como en cualquier otra presentación, el cantante se preparó: arregló su escenario, ajustó su micrófono y sólo dio un vistazo al evento, el cual pensó sería como cualquier otro. Sin pensar demasiado, habría comenzado su show.
Como solía hacerlo, “Juanga” se acercó en varias ocasiones a los invitados de la fiesta, cantaba junto a ellos y les dedicaba algunas partes de sus canciones, intentando envolverlos con su espectáculo. Casi al finalizar su presentación José “Chepe” Santacruz, otro líder del cártel de Cali, le dio a entender al intérprete de Hasta que te conocí que sería bueno jugarle una broma a su colega, pero le dejó a consideración del cantante qué hacer.
“Juan Gabriel, al finalizar la canción, se acercó adonde estaba mi padre, quien lo observaba atentamente (...) Juan Gabriel quedó junto a mi padre, le colocó una mano en el hombro, tomó aire y remató con todos sus pulmones la emotiva canción, y cuando la sala se cubría de sonoros aplausos, incluidos los de mi padre, Juan Gabriel se agachó y le dio un sentido beso”, escribió Rodríguez.
El “Ajedrecista” no habría reaccionado con la misma diversión que quienes presenciaron el beso y rápidamente se enojó y lo cuestionó: “‘qué haces, qué te pasa’, fue entonces cuando otro narco, Chepe Santacruz, se metió en la discusión y fue cuando mi padre golpeó a Chepe y los ánimos comenzaron a calentarse”, recordó el autor.
Según Fernando, el líder del cártel de Cali quería matar al cantante mexicano y varios asistentes se interpusieron en su camino, por lo que lograron distraerlo y sacar a Juan Gabriel del evento, quien al notar lo que ocurría reaccionó de forma rápida y pidió que lo llevaran a un aeropuerto, de esta forma le fue imposible a Gilberto Rodríguez siquiera golpearlo.
“En 20 minutos él ya estaba viajando de regreso. Mi papá y Chepe discutieron, y tras unos minutos el problema quedó solucionado”, dijo Fernando, es decir, el “Ajedrecista” no guardó rencor hacia el “Divo de Juárez” al entender que no había nacido de él darle el beso directamente a quien festejaba la fiesta, menos al saber de quién se trataba.
Fernando Rodríguez recalcó que Juan Gabriel fue contratado por sus canciones, por ser un gran artista, no simplemente para que fuera a besar a su padre. Su familia podía gozar de este tipo personajes amenizando sus fiestas gracias a Larry Landa, un empresario colombiano que representaba a algunos cantantes en su país.
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