El gigante de la pornografía en Internet, Pornhub, está en aprietos debido a una cruzada legal en su contra por parte de mujeres que lo acusan de permitir que en su plataforma se suban videos sexuales suyos sin su consentimiento, los cuales retratan violaciones, exclavitud sexual y trata de personas.
Nada nuevo bajo el sol para una compañía cuyo negocio es permitir a sus usuarios subir contenido pornográfico casi sin pasar ningún filtro previo, algo que está cambiando poco a poco. Pero, con más de 23 millones de suscriptores pagos en todo el mundo, un promedio de 115 millones de visitas al día, más de 42 billones al año, y un valor neto estimado en 2 billones de dólares, no parece que Pornhub vaya a irse a ningún lado, tampoco es la primera vez que enfrenta demandas millonarias.
Pero esta vez hay algo distinto, porque en medio del alboroto causado por la última demanda colectiva de más de 30 mujeres en los Estados Unidos que acusan a la plataforma de promover el tráfico sexual de personas y el abuso infantil; se ha conocido la noticia de una mujer en China -sí, al otro lado del mundo- que lanzó una aplicación para que víctimas como ella, cuya violación fue subida al sitio, puedan buscarse en la plataforma y exigir que bajen su contenido.
Por si esto no fuera lo suficientemente controvertido, Pornhub también está siendo víctima de su propio invento, una estrategia publicitaria en la que quiso mejorar su imagen mostrándose como un sitio que promueve el “arte erótico”, pero que le salió realmente mal, pues ahora es el enemigo público número uno de los más grandes museos del mundo, los cuales también están presentando en su contra acciones legales.
Para desenmarañar toda esta serie de problemas que aquejan al gigante de la pornografía es necesario ir por partes, empezando por las demandas que lo acusan de tráfico sexual y pornografía infantil.
34 mujeres contra Pornhub
Hace poco menos de un mes en un tribunal de California (Estados Unidos) se presentó una demanda colectiva contra Pornhub, en ella 34 mujeres, muchas menores de edad, se unieron para señalar al gigante pornográfico y MindGeek (la compañía detrás de él) como una “empresa criminal” que se lucró de los videos subidos sin consentimiento de ellas siendo sometidas a todo tipo de abusos sexuales.
La demanda afirma que las demandantes “fueron ignoradas, avergonzadas y, a veces, burladas cuando le pidieron a MindGeek que eliminara videos de sus abusos en su plataforma de pornografía”.
MindGeek posee más de 100 sitios web pornográficos, compañías de producción y marcas, incluidas Pornhub, RedTube, Tube8 y YouPorn, siendo el primero el más grande de todos los sitios.
De acuerdo con el abogado del caso, Brown Rudnick, el tema de fondo no es la pornografía que alberga Pornhub en su plataforma, sino la violación de la que fueron víctimas las mujeres demandantes y miles de mujeres más en todo el mundo.
“Es un caso de violación y explotación sexual de hombres y mujeres”, dijo a medios cuando presentó la demanda.
Uno de los casos más impactantes que recoge esta demanda colectiva, es el testimonio de una mujer identificada únicamente como Jane Doe No.1, la cual afirma que por años trató de bajar sin éxito al menos siete videos sexuales de ella alojados en Pornhub.
Las imágenes fueron grabadas en diferentes momentos de su vida, sobre todo cuando era una niña y siempre sin su consentimiento, pues de desde los 7 años hasta los 30 aproximadamente, fue objeto de trata de personas y exclavitud sexual.
Según ese testimonio, varios de sus abusadores pertenecían a “un círculo de hombres de Hollywood y financieros de Nueva York, incluido Jeffrey Epstein”.
La primera grabación de ella supuestamente se hizo cuando tenía solo 10 años en Maryland antes de que la “vendieran” a otro traficante con sede en Nueva York. A partir de ahí la movían de estado a estado, obligándola a brindar servicios sexuales, filmar videos pornográficos y hacer transmisiones en vivo.
En 2004 Jane Doe No.1 habría conocido a Jeffrey Epstein y otros hombres. Epstein habría abusado de ella en repetidas ocasiones, y la habría llevado a sus propiedades en Nueva York, Palm Beach, Florida, y a su isla privada, Little St. James en las Islas Vírgenes de EE. UU.
‘Jane’ dice que entre 2011 y 2016 se subieron por lo menos 7 videos de ella a Pornhub, así como otra grabación de una transmisión en vivo. La mujer tuvo que pasar por varios años de terapia y asistencia clínica para hacerle frente a un trauma que aún le pesa.
Como ella, 14 mujeres de las 34 demandantes eran menores de edad, pero solo una, Serena Fleites, dio su nombre real y mostró su rostro para darle cara a la demanda.
Ella fue el personaje principal de una historia publicada en diciembre del año pasado en The New York Times que habla sobre el abuso infantil en Pornhub, en la que contó cómo teniendo apenas 13 años un video explícito suyo que su novio de la secundaria la obligó a grabar terminó en el sitio pornográfico.
Las acusaciones de tráfico de personas y porno infantil no son nuevas para Pornhub, en el pasado ya ha tenido que enfrentar demandas de 40 y hasta 80 millones de dólares, las cuales no han mermado su imponente presencia en la industria del porno en internet.
Incluso, hay grupos de activismo abolicionista de la prostitución y la pornografía que han enfilado su atención en hacerlo caer a toda costa, como ExodusCry, dirigida por Laila Mickelwait, una feminista promotora del movimiento #Traffickinghub cuyo fin es asociar a PornHub con el delito de trata de personas y hacerlos responsables de un modelo de negocio que promueve la violación, la pedofilia y la esclavitud sexual.
Esa lucha no es nada fácil, pero puede que una víctima al otro lado del mundo tenga algo que aportar gracias a la tecnología y la inteligencia artificial.
Alecto AI la app para rastrear videos porno no consentidos
Hay llamadas que te cambian la vida, en especial la de alguien que te cuente que encontró un video tuyo en Pornhub. Tal fue el caso de ‘Tisiphone’ una china de 25 años que el año pasado descubrió que había un video íntimo suyo subido a internet.
La sorpresa fue total, pues el video en cuestión había sido grabado sin su consentimiento o conocimiento, durante el tiempo en que vivió en Estados Unidos.
“El incidente ocurrió hace quizás siete años. Era muy joven, una adolescente. No tenía idea de que ese monstruo me había filmado en secreto hasta que vi mi video en Pornhub. Fue realmente devastador. Me considero una persona muy fuerte y bien educada, pero ese fue el momento en que literalmente me detuve y pensé: ‘No puedo vivir más’. No quiero vivir más’”, dijo ‘Tisiphone’ -un nombre falso que evoca a una de las furias de la diosa griega de la venganza-, a This Week In Asia.
El impulso de suicidarse la llevó a trepar una reja y contemplar tirarse de ahí, pero pensar en su familia la detuvo, y a partir de entonces está enfocando su energía en ayudar a otras ‘víctimas’ como ella a defenderse contra los usos abusivos de su imagen.
‘Tisiphone’ desarrolló una App que espera lanzar a finales de este año llamada Alecto AI, la cual usa un software de reconocimiento facial operado con inteligencia artificial para buscar por internet los videos explícitos subidos sin consentimiento.
El proyecto de Alecto AI está especializado en mujeres y personas racializadas, pues los actuales softwares de reconocimiento facial tienen apenas un 25% de efectividad en estos grupos poblacionales. El objetivo de ‘Tisiphone’ es dotar de una herramienta a las mujeres para encontrar el contenido subido sin su consentimiento a internet, el cual suele estar alojado en múltiples páginas y el proceso para eliminarlo es bastante largo, tedioso y caro, por su aspecto jurídico.
Aunque el video de ‘Tisiphone’ fue encontrado en Porhub, desde entonces la mujer lo ha rastreado en por lo menos 10 sitios web.
Una vez que los usuarios puedan detectar sus imágenes en línea, Tisiphone espera que su aplicación también ayude a los sobrevivientes a encontrar organizaciones sin fines de lucro y bufetes de abogados dispuestos a tomar casos pro bono.
La furia de los museos
Puede que la App Alecto AI sirva para detectar el contenido subido sin el conocimiento de sus víctimas, pero en este último escándalo eso no habría sido necesario pues el propio Pornhub se encargó de promocionar el contenido que subió sin consentimiento, molestando, nada más y nada menos, que a los principales museos del mundo.
El proyecto “Classic Nudes” (Desnudos Clásicos), es una iniciativa que la página de porno lanzó hace apenas un par de semanas pero que ha desatado toda una polémica en el mundo del arte.
La iniciativa fue lanzada en una página web independiente y definida como la “guía interactiva de Porhub a algunas de las escenas más sexis de la historia en los museos más famosos del mundo”. En otras palabras, tomaron obras famosas que mostraban la forma humana ‘al natural’ y las juntaron en una galería interactiva. Algunas de ellas, replicadas en video por actores y actrices porno reales.
Y que no quede duda al decir “los más famosos”, pues las obras están sacadas directamente de las salas de exhibición del Louvre y Orsay (París), Metropolitan Museum of Art (New York), Uffizi (Florencia), National Gallery (Londres), y El Prado (Madrid).
“El porno puede que no sea considerado arte, pero hay arte que definitivamente puede ser considerado porno”, afirman en Pornhub.
Quienes no se lo tomaron tan bien fueron los museos que exhiben las obras de arte originales, que de un momento a otro vieron su marca asociada a Pornhub que, como ya vimos, no tiene la mejor reputación.
Tanto el Louvre como la Galería Uffizi en Florencia, Italia, por ejemplo, están demandando a Pornhub por usar y recrear algunos de estos desnudos sin el permiso expreso de las instituciones.
“Nadie ha otorgado autorizaciones para la operación o uso del arte”, dijo un portavoz de los Uffizi que está demandando al sitio por su recreación de la Venus de Urbino de Tiziano (que desde entonces ha sido desmantelada de Pornhub).
“En Italia, el código de patrimonio cultural establece que para utilizar imágenes de un museo, obras comprimidas con fines comerciales, es necesario tener el permiso, que regula los métodos y establece la tasa relativa a pagar”, continúa el portavoz. “Todo esto obviamente si el museo concede la autorización que, por ejemplo, difícilmente se habría emitido en este caso”.
Por su parte el Louvre afirmó que “Pornhub ha tenido noticias de nuestros abogados. Esperamos que las obras se retiren de inmediato”.
Lo propio hizo el Museo El Prado de Madrid que explícitamente deploró el uso de La Maya Desnuda de Goya dentro de la colección y dijo que no era parte de ninguna campaña promocionada por el sitio web de porno.
Por su parte el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York rechazó también la campaña, pero dijo que no tomarán ninguna acción ya que no quieren que “directa o indirectamente se aumente la conciencia de este proyecto”.
Así, la revolucionaria idea del departamento de mercadeo de Pornhub parece haber sido un tiro al pie, pues en vez de promocionar el regreso de las personas a los museos, cómo explícitamente comunicaron cuando lanzaron el proyecto, o educar a sus usuarios acostumbrados a consumir pornografía en temas de arte erótico, terminaron generando rechazo de otro grupo que en nada quiere ser asociado con su marca.
Falta aún para saber en qué terminan los problemas legales de Pornhub, y por ahora Classical Nudes sigue funcionando, así como la propia página que día a día sigue cosechando visitas, y alojando un contenido que en muchos casos se tambalea en la fina línea de la ética, la moralidad y la legalidad.
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