Este día Fey está cumpliendo 48 años. La cantante mexicana que fue todo un boom en la década de los 90 con su estilo pop y electrónico ha mantenido su carrera vigente por 26 años, y aunque se ha dado largas pausas entre sus producciones discográficas, cuenta con una fiel fanbase que la sigue aclamando.
Una imagen fresca, vistosas coreografías y vestuarios coloridos encumbraron a María Fernanda Blázquez Gil, su nombre real, como una de las estrellas pop femeninas más importantes de México y Latinoamérica y temas como Media naranja, Azúcar amargo, Gatos en el balcón y Ni tú ni nadie la siguen colocando en el gusto aun de las nuevas generaciones.
Pero no todo ha sido color de rosa en la carrera de la cantautora, pues también ha causado revuelo por algunas polémicas, como sus tres divorcios –estuvo casada al inicio de su carrera con Mauri Stern, integrante de Magneto, y después con los empresarios Federico Traeger y Alonso Orozco, con quien procreó a su única hija, la pequeña Isabella, en 2011-.
Aunado a ello, al paso del tiempo han corrido rumores de que la cantante es inaccesible y un tanto displicente; en 2020 un ex colaborador de Fey denunció que la también bailarina es una mujer conflictiva “con aires de diva” e incluso cuestionó su salud mental.
El estilista de celebridades José Ramón Hernández compartió su historia en un extenso hilo de Twitter, donde confesó que Fey “le rompió el corazón de fan”, y destapó el que para él es el lado oscuro de la estrella pop mexicana.
El stylist compartió que la intérprete “era su hit” cuando una amiga lo contactó para prestar sus servicios en la imagen y el vestuario del álbum de Fey Primera fila, y pese a que algunas personas le advirtieron que sería difícil complacer a la cantante, Hernández aceptó la labor.
Dijo que tras una incómoda junta en un restaurante, accedió a disponer su departamento como centro de operaciones del proyecto, ya que la cantante prefiere que sus fans no la vean en la calle para “mantener el misterio de las divas de antes”.
José Ramón dijo que una vez definido el concepto del vestuario, notó que Fey hablaba sola frente al espejo y se refería a ella misma en tercera persona: “Y de pronto voltea y me dice: ‘José es que ya sabemos qué quiere Fey proyectar en el escenario, pero nos estamos olvidando de lo que quiere María Fernanda’”, escribió. “Le seguí diciendo el concepto, pero ella no dejaba de verse en el espejo y hablarse como en voz bajita...”
Hernández contó que tras semanas de trabajo, la intérprete decidió cambiar de opinión y descartar los vestuarios que ya había aprobado, avisándole que no pagaría por ello. De acuerdo al stylist, Fey comenzó a ignorarlo y a hablarle a través de otras personas: “En los ensayos le decía ella a Lucía lo que me tenía que decir a mí, cuando estábamos a un metro de distancia”.
Años antes, en 2010, Federico Traeger, su segundo esposo, habló tras el divorcio de su supuesta amarga experiencia con ella: “Me casé con María Fernanda y acabé divorciado de Fey”, declaró el empresario a la revista Nueva, ante las declaraciones anteriores de la intérprete, quien aseguró que nunca se enamoró de él.
“Me cansé de vivir una farsa, de estar con alguien indiferente a mi familia y a los míos. Me aburrí de tratar con el personaje y no con la persona”, dijo. El empresario también aseguró entonces que Fey, tras retomar su carrera, inició un romance con Samuel Konik, directivo de una importante disquera: “Jamás me imaginé que pudiera pasarme esto. Sobre todo con una persona pública”.
A menos de una semana de sus declaraciones, Federico volvió a contactar a la prensa asegurando que fue amagado por tres hombres con pistola en mano a las afueras de su casa en Acapulco, la misma que compartía con Fey; aseguró que los hombres que no le permitieron el acceso a la propiedad fueron enviados por su ex.
“Me dijeron que esa propiedad no era mía, incluso estaban en la puerta, así es que de inmediato me fui con mi abogado a levantar la denuncia. Está loca, es una enferma mental”, contó a TVNotas.
En ese entonces, Federico admitió que la casa estaba a nombre de Fey, pero fue él quien la adquirió y ella aportó dinero para su remodelación. “Si pudiera cambiarle el nombre, le pondría Fake, que se pronuncia Feik y quiere decir “Falso”, ya que se la pasa diciendo mentiras y que es víctima de sus parejas. También quiero aclarar que nunca la golpeé, porque seguramente dirá que sí lo hice”. Al respecto cuando fue cuestionada, la estrella se limitó a decir “No sé de lo que me hablan”.
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