Pedro Infante es el ídolo de muchos por varias razones. Las más obvias por sus inolvidables papeles en películas como Los tres García, Tizoc y Nosotros los pobres; también por su talento musical y por las más de 300 canciones que grabó en su vida.
Pero también existía el Pedro Infante fuera de los sets de filmación, de los escenarios, de la radio y de los cines. Si por algo se convirtió en todo un mito que hasta la fecha sigue vigente es también por varios aspectos de su vida personal. Uno de ellos es que era un hombre muy generoso que siempre ayudaba a otros.
También resultaba un poco excéntrico. Su afición por el pilotaje de aviones era bien conocida, tanto así que no dejó de estar presente cuando, en cierta medida, esta fue su causa de muerte. También era sabido que su hogar en Cuajimalpa era todo un mundo.
Ahí no sólo estaba la casa, sino también un jardín donde estaba un simulador de pilotaje, una carpintería, cine personal, una capilla para la gente de la colonia, una peluquería y un gimnasio. Respecto a esta última área de la propiedad, era común ver al “Ídolo de ídolos” ejercitarse ahí.
Y es que Pedro era alguien que cuidaba mucho de su salud. Era un hecho que le encantaba comer, dicen que era de “buen diente” y que llenar su estómago no era una labor sencilla; sin embargo, fuera de ello, el actor no fumaba, así como tampoco bebía.
Mantenía un equilibrio con su cuerpo que se veía bastante reflejado en sus trajes de charro o en las pocas veces que llegó a vérsele con el pecho descubierto. Algunos han llegado a decir que ponía tanto esmero en cuidar de su salud porque padecía de diabetes, pero las versiones varían sobre si esto era cierto o no.
De cualquier modo, nadie negaba la excelente condición física que Infante poseía. El ejercicio y las actividades que requerían esfuerzo físico eran parte de su día a día, pero había algo peculiar en él: nunca mostraba sus piernas.
Era más sencillo ver a Pedro sin camisa, pero era obligatorio verlo con un pantalón. Por más sencillo, viejo o sucio que fuera, era imposible verlo con algo diferente a esta prenda. De hecho, es difícil encontrar alguna imagen de él en sus películas donde esta parte de su cuerpo fuera visible.
Hubo una persona que notó este detalle en el famoso cantante y actor. Se trataba de Silvia Pinal, con quien trabajó para la película El Inocente. Contrario al rumor que hubo alrededor de ellos, fueron muy buenos amigos, pero nunca tuvieron un romance.
De cualquier modo, Pinal reveló en 2019 que Pedro era incapaz de quitarse los pantalones “ni para esquiar”. Ante esto, la primera gran actriz no pudo evitar sentir curiosidad por ello; ni siquiera hay escenas en El Inocente donde Infante no portara su pantalón.
De este modo, un día la intérprete abordó al actor para preguntarle por qué no quería quitarse los pantalones. Infante, con toda la sencillez del mundo, respondió “Porque tengo las patas muy flacas”. De ahí quizá ya no le volvió a insistir para que mostrara las piernas.
Aun así no hacía falta. Con la naturaleza de galán que tenía en muchas películas, a muchas les bastaba con ver el rostro del histrión, vestido de charro o simplemente cantando. Ahora bien, también es sabido que el cantante también podía tener algunos complejos.
Estos no sólo sobre su físico, pues también es sabido que en varias ocasiones se sentía menos agraciado que otros actores como Jorge Negrete. También sentía complejos por sus habilidades en la actuación. Parte de la sencillez de Pedro Infante, quizá, tuvo que ver con estos pequeños complejos que llevaba consigo.
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