“La cagué”, aseguró Ashton Kutcher durante el juicio contra Michael Gargiulo, un asesino serial conocido como “El destripador de Hollywood”, que fue condenado a muerte en el estado de California por el asesinato de dos mujeres a principios de la década del 2000, incluida una ex novia del intérprete, con quien el actor iba salir en la noche del crimen.
Entre las víctimas de Gargiulo se encuentra Ashley Ellerin, quien fuera novia del actor. El 22 de febrero de 2001 fue encontrada sin vida en su casa de Los Ángeles con 47 puñaladas. La noche anterior Gargiulo - que era vecino de la joven- la había matado a sangre fría. En su testimonio ante la corte en 2019, Kutcher admitió que se retrasó dos horas para la cita que tenía con la joven, lapso de tiempo en que tuvo lugar el aberrante asesinato.
El actor declaró que conoció a Ashley a través de un amigo unos meses antes de la cita pactada entre los dos. Explicó que para él la relación no llegó a más de “simples conocidos”, aunque confesó que le pasó por la mente la idea de iniciar un romance con la fallecida.
Kutcher, que en ese momento protagonizaba “That 70′s Show”, fue a buscarla esa noche para llevarla a una fiesta de los Grammy, pero nadie contestó cuando llamó a la puerta.
El actor testificó en el juicio que llegó tarde para recoger a Ashley, pero la había estado llamando repetidamente para hacerle saber que estaba retrasado. Cuando finalmente llegó a su puerta, ella no respondió y él se fue pensando que ella lo había plantado.
“Llamé a la puerta y no hubo respuesta“, relató el intérprete. “Volví a llamar y, una vez más, no obtuve respuesta. En este punto asumí que se había ido molesta porque yo llegué tarde”, dijo el actor, que fue uno de los 100 testigos que declararon en el juicio.
Gargiulo ya había asesinado a la estudiante de moda de 22 años. En la tarde noche de ese día, Ashley habló con Kutcher a las 8:30 de la noche para confirmar sus planes. Él la llamó a nuevamente a las 10:15 p.m. para avisarla que estaba llegando tarde, pero ella no atendió. La llamó cuatro veces más y no pudo localizarla, pero asumió que era un mal servicio telefónico. “Hace 18 años el servicio celular no era lo que era hoy”. Y aclaró que no le dejaba mensajes cada vez que llamaba para no “parecer ansioso”.
A las 10:45 p.m., el actor finalmente llegó a la puerta de su casa pero ella nunca respondió.
Kutcher se fue pensando que lo había plantado. Antes de irse, miró a través de una ventana y vio lo que pensó que era manchas de vino tinto derramado en el piso.
El cadáver mutilado de Ashley fue hallado a la mañana siguiente por la compañera de piso.
“Creemos que acababa de salir de la ducha y se estaba preparando para salir con el Sr. Kutcher cuando fue atacada por la espalda”, dijo Dan Akemon, el fiscal adjunto del distrito del condado de Los Ángeles durante las declaraciones iniciales del juicio en 2019.
Según Akemon, la cronología aportada por Kutcher redujo el tiempo del crimen a “una diminuta oportunidad para que alguien se metiera en la casa y la asesinara”.
“Recuerdo que al día siguiente, después de enterarme de lo sucedido, fui a la policía y les dije: ‘Mis huellas están en la puerta’“, testificó Kutcher. “Me estaba volviendo loco”.
Llamado como testigo por la fiscalía, Kutcher dijo que había revisado el informe policial que había entregado el día después del asesinato, para refrescar su memoria. En un momento, se le pidió que ubicara la ventada por donde vio lo que creyó que eran manchas de vino, pero en realidad se trataba de sangre. Fue interrogado brevemente y sus respuestas no fueron cuestionadas. Visiblemente afectado, el actor se retiró del estrado.
Los fiscales a cargo del caso aseguraron que el “asesino psicosexual en serie” acechó y luego apuñaló brutalmente a sus desprevenidas víctimas, todas mujeres jóvenes que vivían cerca de él. Lo apodaron el “vecino asesino” y la prensa lo llamó “Hollywood Ripper”.
Akemon aseguró que agredía a mujeres que vivían cerca de él y esperaba pacientemente el momento de atacar. Se trató de “asesinatos cuidadosamente planeados”, dijo. “Su pasatiempo era planear la oportunidad perfecta para atacar a las mujeres”.
En tanto, el juez de la Corte Superior de Los Ángeles, Larry P. Fidler, calificó los crímenes de Gargiulo, de 45 años, de “depravados y aterradores” al dictar la sentencia. “Dondequiera que el señor Gargiulo iba, la muerte y la destrucción lo seguían”, afirmó.
Por su parte, el condenado volvió a declararse inocente ante el tribunal y se quejó de que sus abogados le impidieran subir al estrado en su defensa. “Voy a ir al corredor de la muerte injustamente. Quería declarar, pero me hicieron callar”, dijo Gargiulo.
Se espera que Gargiulo sea extraditado a Illinois para ser juzgado por el asesinato en 1993 de Tricia Pacaccio, de 18 años. El padre de la víctima encontró a la joven desangrada en la puerta de su casa, con las llaves de la casa todavía en la mano, de acuerdo a medios locales.
Gargiulo no será ejecutado por ahora debido a que California dispuso una moratoria de las ejecuciones en 2019. Ningún detenido ha sido ejecutado en ese estado desde 2006.
Fue condenado en agosto de 2019 por el asesinato en 2001 de Ellerin y el asesinato en 2005 de Maria Bruno, de 32, a quien le cortó los senos y le sacó sus implantes. También fue declarado culpable de intento de asesinato de Michelle Murphy, quien fue brutalmente atacada en su apartamento de Santa Mónica en 2008. La víctima logró escapar. En su cuerpo se encontró sangre que coincidió con el ADN de Gargiulo. La mujer fue el testigo clave en el juicio.
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