Sin duda alguna, uno de los filmes más importantes en la carrera de Pedro Infante fue Nosotros los pobres. Las grabaciones iniciaron en 1948; apenas el año anterior el “Ídolo de ídolos” se había ganado al público con las exitosas cintas Los tres García y Vuelven los García.
Para ese momento comenzaba a hacerse obvia la excelente mancuernilla que Infante hacía con el director Ismael Rodríguez. El argumento original era del escritor y compositor Jesús Camacho Villaseñor, mejor conocido como Pedro de Urdimalas.
En un principio iban a trabajar con el actor David Silva para encarnar al mítico Pepe “El Toro”. Sin embargo, debido a la falta de disponibilidad del histrión, Rodríguez no dudó en proponer al “Rey de las rancheras”.
Nadie parecía convencido con lo que Pedro Infante podría hacer en la pantalla grande. A pesar de la popularidad que obtuvo por algunas de sus películas, todavía no era suficiente creyeran en la rentabilidad que tenía Pedro.
No obstante, Rodríguez no perdió la fe en este actor y esto lo siguió demostrando en filmes posteriores, donde no dudaba en tomar a Pedro como su primera opción. En Nosotros los pobres el objetivo ya no eran mostrar una faceta de charro alegre.
Las canciones no estuvieron ausentes, pero la idea era mostrar un rostro más crudo de la sociedad mexicana. Lejos de las haciendas, las familias adineradas y las peleas por la herencia o el amor de la mujer más hermosa de un pueblo, la intención de Pedro de Urdimalas era voltear hacia los barrios pobres de las ciudades.
Pepe “El Toro” era un carpintero humilde, muchas veces sin un peso, pero que era enamoradizo y honesto en todo su comportamiento. De ahí se desenvolvían los demás personajes, como “Chachita”, la sobrina del protagonista, y “La Chorreada”, la mujer de la que Pepe se enamoró perdidamente. Por último, en la secuela de esta exitosa película, estuvo “Torito”, el hijo que el protagonista tuvo con la mujer de su vida.
Muchos han recordado a Nosotros los pobres y Ustedes los ricos como unas de las cintas más fuertes que hay en el cine mexicano. Ya fuera por la vida difícil de todos los personajes de aquellos barrios bajos, por las escenas de violencia gráfica o por lo trágica que se tornaba la historia, es un hecho que es fácil conmoverse con estas producciones.
Para lograr ese efecto, era necesario que los actores tuvieran una excelente caracterización. Por ello Pedro Infante no se quedó atrás y tal pareció ser que no sólo logró sentir a su propio personaje de Pepe “El Toro”, sino que fue creíble hasta para la gente que no estaba involucrada en la película.
Fue así que un día, luego de que terminaran las grabaciones, Pedro fue abordado por un niño que estaba en la zona. Vivía en un sitio cercano al parecer, pero esperó pacientemente al actor hasta que terminara de trabajar.
Una vez que estuvo libre se le acercó y le ofreció un taco. Este estaba frío desde hace rato, pero quiso dárselo. Ahí el menor le expresó “Tenga, señor. Ya me dijeron que usted es como nosotros los pobres”. Esto conmovió profundamente al histrión y cantante.
Y es que hay que recordar que Pedro vino de una familia de muy bajos recursos. Tuvo que dejar los estudios en quinto grado de primaria y, siendo todavía un niño, tuvo que dedicarse a trabajar para ayudar a sus padres y hermanos como fuera.
Quizá vio un poco de sí mismo en ese niño que le dio el taco. Sea como sea, Pedro ofreció su mano para ayudar al menor. Lo llevó de regreso a casa y, cuando encontró al padre de este, le entregó cien pesos, además de que le ofreció apoyo para que el niño pudiera ir a la escuela.
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