La actual pandemia por la que continúa atravesando el mundo ha dejado múltiples estragos tanto en la salud, como en ámbitos como el financiero y laboral. Los integrantes del mundo de la fama no han estado exentos de pasar por momentos críticos, tal es el caso de Carlos Espejel, quien en 2020 sufrió los embates de la crisis.
El actor cómico contó que la pandemia le hizo sufrir momentos trágicos, pues además de sus problemas económicos, también enfrentó la muerte de sus padres. Reveló que el momento más crítico del año que pasó lo llevó a perder dos millones de pesos, monto que había invertido para tener su propia fuente de empleo.
Además del duro embate financiero, el actor que saltó a la fama a inicio de los años 80 con el programa Chiquilladas sufrió la dolorosa muerte de sus dos padres. Pese a estos duros golpes, Espejel reveló que no ha pensado en “tirar la toalla”, pues también tiene un motivo para seguir adelante: su hijo de nueve años.
Y es que fue en 2020 cuando, al ver que la situación estaba paralizada y no había actividad, Carlos comenzó a ver afectada su economía, ya que el teatro y las clases actorales estaban suspendidas hasta nuevo aviso en medio del prolongado tiempo en que el semáforo rojo estuvo presente en la Ciudad de México, localidad donde el famoso posee una escuela infantil de actuación: “Expresión”
Fue en entrevista para TVyNovelas donde el actor, quien acaba de terminar la primera temporada del sitcom Tic Tac Toc, ahondó acerca de sus problemas económicos, y admitió que se vio obligado a frenar sus planes de levantar un teatro en Mérida, Yucatán.
Debido a ese frenón, el actor perdió la fuerte inversión inicial que había realizado en un primer momento para echar a andar su anhelado proyecto:
“Tuve que devolver el teatro donde invertí cerca de dos millones de pesos para echarlo a andar y llevar producciones y espectáculos a Mérida”
Pero lo peor para el intérprete de famosos personajes como Carlinflas y Chiquidrácula, fue el hecho de haber perdido a sus dos padres en este periodo: “Me vi muy mal, tuve que regresarme de Mérida a la Ciudad de México, sin dinero, sin el teatro, sin posibilidad de negocio y sin mis papás…fue un año muy difícil”, contó.
Estas situaciones, aunque fuertes y dolorosas, no derribaron al actor, quien dijo estar consciente de que la vida está llena de altibajos: “He entendido que todo es parte del proceso, no pensé en tirar la toalla. Esto es lo que más me gusta y me siento muy afortunado de hacer lo que me apasiona y vivir de esto. La vida tiene momentos buenos y otros no tanto”.
Espejel se dijo suficientemente motivado para salir adelante gracias a su pequeño, pues su cariño lo reconforta en momentos como éste: “Mi hijo de nueve años que necesita ver a su papá fuerte, necesito estar bien para él. Eso y el cariño de mi familia y mi amor propio. No soy un tipo que tenga una autoestima pequeña o me sienta vulnerable tan fácilmente”, agregó.
Al ser cuestionado sobre si se sentía fuerte, Espejel aseguró “no sé si fuerte, pero apegado a la realidad y consciente de que mis padres tenían que irse en cualquier momento. (Creo que mi vida) va mejorando despacito, paso a pasito. Nada puede estar peor que el año pasado, todo ha sido para arriba”.
Con el próximo inicio de los cursos de verano de la escuela de actuación que Espejel lidera de manera presencial y virtual, el actor busca acercar a los pequeños a desarrollar sus aptitudes artísticas en un ambiente de desarrollo actoral idóneo.
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