Bajo la dirección de Julie Taymor, la veracruzana Salma Hayek llevó a la pantalla grande la historia de una de las personalidades más emblemáticas de la cultura mexicana dándole vida a la pintora Frida Kahlo en la película Frida del año 2002. Gracias a su interpretación, Hayek logró ser nominada en los premios Oscar en la categoría a Mejor Actriz.
Al lado de Alfredo Molina, Ashley Judd, Antonio Banderas, un joven Diego Luna y Edward Norton, Hayek narró la controversial historia de “amor” que tuvo la pintora con el reconocido muralista Diego Rivera, así como también el cómo fue su acercamiento con personalidades artísticas que figuraban en esa época y los estragos que vivió debido al accidente que sufrió después de que el autobús en el que viajaba fuera arrollado por un tranvía.
El papel protagonista de Frida fue ambicionado por muchas actrices, entre las que figuró la Reina del Pop, Madonna, y también Jennifer Lopez, con quien Hayek mantuvo un intensa lucha que después ganaría al quedarse con el personaje. “Madonna ya hizo Evita; no se puede tener todo”, declaró en su momento la protagonista de Dicha.
Hayek ha comentado en más de una ocasión su afición por Frida, motivo por el cual se aferró a rendirle homenaje en el filme. “Yo tenía que ser Frida. Era una idea fija en mí desde que tenía 14 años. Quería llevar a la pantalla la historia de Frida Kahlo y de Diego Rivera, porque es una historia nuestra, de México y de los mexicanos, que presenta a mi país y a mis compatriotas como normalmente no se les ve en el cine y en una etapa de la historia en la que los artistas y pensadores más sofisticados del mundo se daban cita en México. Además, quería contar la historia de Frida porque era una mujer completamente libre, un verdadero individuo, sin miedo a nada”, declaró la actriz cuando se encontraba promocionando la película entre los medios de comunicación en España
Frida pudo mostrar a detalle las obras de la artista gracias a Dolores Olmedo, principal coleccionista de la obra de Rivera y Kahlo. “Le gustó tanto la película a su sobrina Isolda, que me regaló el collar que usó Frida”, comentó la actriz durante la fiesta posterior a la presentación del filme en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México. Olmedo reunió 137 obras de Diego y 25 de Frida.
Su interés por interpretar a la pintora la llevó a la veracruzana a soportar los malos tratos del productor Harvey Weinstein, según lo reveló la propia Salma Hayek en una carta que publicó en The New York Times en febrero de 2018.
Hayek relató que Weinstein aceptó participar en el proyecto de Frida, pero día con día se veía obligada a rechazar sus proposiciones sexuales.
Cuando Weinstein se dio cuenta que no tendría ninguna oportunidad con Salma, comenzó a meter presión en el proyecto y amenazó con retirarse de la producción.
Pero la actriz logró sacar a flote la cinta con la ayuda de sus abogados y gracias a que ella misma obtuvo dinero y reclutó a actores de primera categoría.
Entonces Weinstein pidió que el personaje de Kahlo fuera más sensual y exigió que hubiera una escena de sexo lésbico con las actrices desnudas.
Taymor logró convencer a Weinstein de que la escena fuera un baile de tango entre Hayek y Ashley Judd, quien interpretó a la fotógrafa Tina Modotti, terminara con un beso.
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