Si bien Pedro Infante pasó a la historia del cine mexicano como uno de los galanes más afamados y solicitados, esto no siempre garantizó que el amor del protagonista de Pepe El Toro fuera correspondido.
Fue quizás su soltura y despreocupación lo que conquistó a las actrices y modelos más famosas de la Época de Cine de Oro, pero hubo quienes consideraron estas características como grandes defectos, y terminaron por rechazar definitivamente al intérprete de Amorcito corazón.
Sara García
A pesar de que ambos protagonizaron Los tres García y Vuelven los García, unas de las cintas más recordadas en la historia del cine mexicano, la relación entre Sara García y Pedro Infante no fue nada buena al principio.
En un programa de radio en compañía del locutor Félix Sordo, “La abuelita de México” platicó las razones por las cuales tuvo fuertes roces con Pedro Infante. El primero de ellos era la impuntualidad del cantante, que en varias ocasiones retrasó el rodaje de varias películas.
La furia de Sara, que en parte era porque consideraba aquello una falta de respeto para ella y para la producción, se desató porque ambos actores vivían a una cuadra en la colonia Narvarte, y a diferencia del protagonista de Tizoc: Amor indio, Sara García llegaba siempre con tiempo de sobra.
También recordó un día en el que todo el equipo de grabación estaba desesperado porque Infante no accedía a salir de su camerino para empezar el rodaje, por lo que ella tuvo que intervenir. Cuando le cuestionó a Pedro por qué no quería salir, este se sinceró con ella y le respondió que estaba desmotivado, pues él era un mariachi, no un actor.
Sin embargo, García comprendió que lo que sentía el actor era mucha inseguridad, por lo que se dispuso a ayudarle. Cuando ambos se dispusieron a escucharse, formaron una profunda amistad que perduró hasta el fin de sus días.
María Félix
Cuando el mítico director Ismael Rodríguez le propuso a “La Doña” protagonizar Tizoc: Amor indio, esta se negó a actuar a lado de Pedro Infante, porque sólo hacía papeles “populacheros”.
En la entrevista con Ricardo Rocha en 1996, Félix reveló que la otra razón de su rechazo fue que el personaje que personificó Infante no reflejaba la realidad de su vestimenta. “Los indios no hablan así”.
Debido a la determinación que caracterizaba a una de las divas más grandes de México, el cantante de No volveré acudió personalmente a su casa a convencerla y le ofreció una esclava que le había regalado su esposa Irma Dorantes, a cambió de que aceptara ser “María”.
Minutos después llegaron los productores de la película con el mismo propósito, por lo que Pedro se tuvo que esconder. Félix aceptó con las condiciones de que se le pagara más, además de que su nombre fuera el primero en salir y que el mismo Ismael Rodríguez dirigiera otra película para ella.
Elsa Aguirre
Cuando se encontraban grabando la película Cuidado con el amor, Elsa Aguirre recordó cuando Pedro Infante le robó un beso y ella, en respuesta, le dio una cachetada.
Aguirre contó que desde que conoció al protagonista de Nosotros los pobres sintió una fuerte atracción hacia él, por lo que le emocionaban las escenas donde los personajes tenían que besarse. Sin embargo, en una ocasión, Pedro la sorprendió.
Así lo narró en una entrevista con Gustavo Adolfo Infante, en donde contó cómo Infante quedó de acuerdo con una maquillista para poder estar a solas con la protagonista de Ojos de juventud. La actriz estaba en un principio incómoda, porque la especialista no había terminado su maquillaje, por lo que había quedado “llena de polvo”.
“Llega y se para atrás de mí y me presenta un osito con un tamborcito”, comenzó a narrar Aguirre. “Me lo ponía aquí al oído. Y dije ‘Bueno, está bien’. Ya no podía yo ni hablar. Y de repente da la vuelta al sillón y quedo enfrente de él. Dije ‘Bueno, ¿qué hago, qué hago?’. Y nada, que me planta el beso”, recordó entre risas.
Debido a ello, la actriz le plantó una cachetada. Sin embargo, explicó que, a pesar de que sí le gustaba Pedro Infante, recordó que sus madre le dijo que le tenía que costar trabajo a los hombres. “Valió la pena”, dijo Pedro. “Se puso como camarón”, recordó Elsa.
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