Ecatepec de Morelos se caracteriza por ser un municipio que ha sido territorio de diferentes historias, como el descubrimiento de osamentas de mamuts, ser la cuna del fútbol mexicano o por la construcción de un puente que por muchos años se creyó era de Gustave Eiffel.
Sin embargo, aún hay muchos datos que faltan por conocer, como lo que sucedió en 1947, cuando se estaba gestando la época de oro del cine mexicano, y el afamado director Emilio “El Indio” Fernández decidió filmar una de sus mayores obras en este paraje mexiquense.
Protagonizada por María Félix, Carlos López Moctezuma y Fernando Fernández, se debía encontrar la locación perfecta para darle vida al guion hecho por el escritor y dramaturgo Mauricio Magdaleno, el cual narra la historia de Rosaura, una maestra rural que es enviada por el presidente de México a Río Escondido, un lejano pueblo en Coahuila, para alfabetizar a su población, pero se topa que la escuela es utilizada como caballeriza.
El lugar elegido fue Santa María Tulpetlac, uno de los nueve pueblos originarios que conforman Ecatepec y, de acuerdo con la página oficial, el más religioso de todos.
De esta manera, todo el elenco y personal llegaron con la misión de grabar Río Escondido, la cual fue sumamente elogiada por el cineasta francés Jean Luc Godard, y hasta se posicionó como una de las 100 mejores películas del cine mexicano.
Algunos de los habitantes de este pueblo tuvieron la oportunidad de participar como extras durante la filmación, entre ellos estuvo Margarita Valdés, quien en 1947 tenía 14 años y logró escaparse de sus padres para estar en el rodaje junto a “La Doña”.
“Nunca esperamos ver a esta persona (María Félix). Yo me escapaba, ya ve que los papás de antes eran muy delicados. Era muy amable, muy sencilla, con todo mundo hablaba”, declaró en una entrevista realizada para el medio Ecatepec Tv.
En este mismo registro audiovisual, la cronista de Tulpetlac, María de Jesús, detalló que para hacer más real la escenografía, tuvieron que quemar un árbol, supuestamente plantado por el propio Benito Juárez, con el fin de darle un toque de desolación a la película, como si se encontraran en un lugar alejado de todo y todos.
Con una trama llena de esperanza, amor, muerte e indignación, para Conrado J. Arranz, crítico español, es probablemente la mejor actuación que realizó María Félix durante toda su carrera, pues su papel “consistía en educar a los niños que viven en una apartada región mexicana, donde el machismo, el alcoholismo, la ignorancia y la brutalidad dominan sobre los demás seres”.
Esta película logró la obtención de siete premios Ariel, en las categorías de Mejor película, mejor actor, mejor actriz, mejor guion original, mejor fotografía, mejor música y mejor actuación infantil.
Además, con la participación del grabador Leopoldo Méndez quien, realizó varias obras originales para ser utilizadas como fondos para los créditos de la película. Esta colaboración marcaría la primera de muchas que hizo con Emilio Fernández.
A 74 años de su estreno, Río Escondido fue restaurada por la alianza entre la Cineteca Nacional y su Laboratorio de Restauración Digital con Arte & Cultura del Centro Ricardo B. Salinas Pliego. Por ello, será exhibida a partir del mes de julio, para luego planear una gira local e internacional en los festivales y cines más importantes.
Sin importar los prejuicios que existen alrededor de Ecatepec, sus pueblos, sus historias y sus habitantes tienen otra visión, otros testimonios que dan vuelta a la moneda para resaltar su participación en grandes obras, como Río Escondido, la cual dejó huella en la historia municipal, nacional e internacional.
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