La pandemia sorprendió a todos, pero para Luis Miguel lo ha llevado a refugiarse en el paradisiaco puerto de Acapulco, Guerrero, donde su ánimo y vida han cambiado porque se enfrenta a una crisis emocional derivada del encierro y los problemas de rating que tuvo la segunda temporada de su serie estrenada por Netflix hace unas semanas.
Desde hace meses se supo que “El Sol de México” tenía días complicados aislado en el destino turísticos mexicano. Primero se supo de su distanciamiento con su hija mayor, Michelle Salas; después ruptura sentimental con Mollie Gould, y surgieron las fuertes críticas hacia lo presentado en la última temporada de Luis Miguel, la serie.
Es así que ahora la revista TV Notas reveló algunos detalles de cómo ha vivido el cantante sus días de aislamiento del COVID-19 en Acapulco, uno de sus centros turísticos predilectos.
Luis Miguel se encuentra resguardado en un lujoso hotel, por el que solo se permite transitar por el bar, ya que tiene temor a contagiarse de coronavirus. En este sentido sólo convive con su personal de seguridad y una joven que lo visita ocasionalmente.
“Cada vez que viene, los de seguridad de Luis Miguel contratan a gente de una empresa que hace pruebas de antígenos, y esta mujer no puede pasar a la suite de él si antes no se hace la prueba para confirmar que es negativa y que no hay riesgo de que lo pueda contagiar”, reveló una fuente cercana.
Pero su estabilidad emocional se ha visto afectada principalmente por cuatro razones importantes: el lanzamiento de la segunda temporada de Luis Miguel, la serie; los conflictos con su primogénitos, su ruptura sentimental y el temor a un contagio.
“Está viviendo una crisis emocional tan fuerte, que nadie se la imagina; primero, porque la segunda temporada de su serie no tuvo el éxito que se esperaba, hasta la tacharon de aburrida y no fue tan vista, y luego lo demás”, resaltó la publicación mexicana.
La relación con su hija también le preocupa, pero en un sentido estricto legal: “Por la manera tan sexualizada con la que en la serie se mostró el romance de Michelle con el exrepresentante Alejandro Asensi. Ella y su mamá, Stephanie Salas, no se quedaron calladas y hasta hablaron de demandar... en realidad su hija nunca ha sido su prioridad, ya estaban peleados desde hace años, más bien ahora es el tema legal lo que le incomoda”.
“Más bien lo de Mollie Gould fue lo que más le pegó en el ego, porque llevaban tres años de relación y lo dejó por un hombre 10 años más joven que él, así que también se está refugiando de eso, del qué dirán. Pero lo que más lo ha mantenido apartado de todo es su temor a enfermar de COVID”, relató.
“Pues es que por la pandemia, además de que le restó trabajo, porque no ha podido dar conciertos en más de un año, le desarrolló un miedo muy grande a enfermarse, una paranoia sumamente profunda; piensa que si le da la COVID, por la afectación pulmonar que provoca, no podría volver a cantar... cree que si enferma, su estado podría ser grave y no sobrevivir”.