Han transcurrido 73 años de una historia forjada gracias al esfuerzo, tenacidad, constancia y talento sobre los escenarios. En ésta, un joven Ignacio López Tarso se abrió paso en medio de una de las industrias más cambiantes y se convirtió en un referente de lo que un actor está destinado a hacer por sí mismo y por todos los que ahora lo concebimos como una leyenda viva de la farándula mexicana.
Su vida pudo ser muy diferente a lo que ahora conocemos. Ignacio López López, nombre real de uno de los histriones más longevos de México y el mundo, nació en una familia humilde y su educación inicial se desarrolló principalmente en un seminario eclesiástico.
Sus más cercanos pensaron que su futuro sería en el clero, pero conforme creció encontró en la actuación su verdadera vocación aunque demoró varios años para llegar a ella. Primero experimentó en las filas del Ejército Mexicano y después sobrevivió a un fuerte accidente que casi le cuesta la vida cuando era jornalero en Estados Unidos, donde cayó de un árbol y se fracturó la columna vertebral.
El fatídico percance no lo frenó. Una vez en México se enfentó a una dura rehabilitación de un año que lo hizo replantearse sus oportunidades de vida, lo que lo llevó a recordar su pasión por la actuación y su afición por los textos de Xavier Villaurrutia, quien le dio su primera oportunidad en la primera escuela de teatro de Bellas Artes, donde gracias a su talento nato despuntó rápido para protagonizar grandes proyectos que son reconocidos internacionalmente, como Macario, El hombre de papel, Pedro Páramo, Los Albañiles o Cri-Cri, el grillito cantor.
Sus éxitos son incontables. En su haber hay 53 películas, 36 telenovelas, 31 obras de teatro, cinco puestas en escena por streaming desde que inició el confinamiento por COVID-19 y participaciones especiales en tres series, por lo que no sorprende que a sus 96 años de vida y 73 de trayectoria artística sea uno de los histriones que busca reactivar la economía y volver a su lugar favorito sobre los escenarios después de un momento histórico: la pandemia.
Ignacio López Tarso confesó a Infobae México qué hizo durante el “gran encierro”, sus inquietudes, sus perspectivas de lo que este periodo le dejó y sus deseos de regresar a trabajar con la puesta en escena, Una vida en el teatro.
“Ya estamos más o menos preparados. Estaremos bien, a tiempo, hay que estudiar un poco, hay que repasar líneas y estar listos para el teatro en Cuernavaca que estará al 40%, desgraciadamente, hay que esperar todavía que la vida en el país, en el mundo entero se normalice, porque hemos estado bajo aislamiento y un encierro muy riguroso, incluso yo he platicado con mi familia porque ya no vienen todos juntos, como cuando venían los domingos que nos reuníamos en la casa, pero vienen con frecuencia verme o hablamos por teléfono estamos bien”, comentó.
Su salud preocupó a más de uno hace unos días. En conferencia de prensa para la promoción de este proyecto, el hijo del actor Juan Ignacio Aranda comentó que el geriatra de su padre les recomendó reposo absoluto para regresar al escenario el próximo 3 de julio en el Teatro Ocampo de Cuernavaca, Morelos.
Al respecto, con este medio digital el mismo López Tarso se mostró tranquilo con su evolución de cara al tan esperado estreno y es que confía en su entrenamiento físico y mental: “Hay tiempo suficiente”, aseguró al aceptar que su condición física sí se vio mermada debido al confinamiento que inició desde finales del 2019 y que se extendió por la presencia de la pandemia.
“Estoy bien a pesar del gran encierro. He comido bien, hecho ejercicio, leído y visto televisión; he visto a mis hijos, a mis nietos, he hablado muy poco de teatro con gente de teatro, de teatro con Juan Ignacio, mi hijo; pero a pesar de la islamiento, de este problema del encierro, la he pasado bien, sano que es lo mejor y simplemente cuidando lo básico, como la alimentación, el descanso, dormir lo suficiente, la diversión que puedes tener aquí en la televisión, eso es todo”, dijo sobre su estado de salud y cómo ha enfrentado sus días desde que inició uno de los años más complicados en el mundo.
Además sí existe una molestia por la situación que atraviesa la industria del entretenimiento y la propia: “Trato de no alterarme cada vez que pienso en lo que pasa, y qué pasa el tiempo, y que no hay ingreso por ningún lado, me pone de muy mal humor, pero no me ha afectado mucho”.
“Esperaremos a que todo se normalice para poder cobrar lo que se cobraba y que el teatro vuelva a ser también un ingreso para los actores que vivimos del teatro. Hace un año que yo no cobro un centavo para lo que necesito en mi casa, (un año) de no recibir un solo centavo de ingreso exterior de la televisión y cine, ni teatro ni nada, situación difícil y penosa al ponerte en un estado de nervios y de mal humor, pero lo he pasado bien porque a pesar de todo, no he tenido graves problemas en ese sentido”, aceptó.
UNA VIDA EN EL TEATRO
A pesar de la amplia trayectoria que tiene sobre los escenarios, los foros y los sets de grabación, el Primer Actor, Ignacio López Tarso, sabe de dónde viene y cuál es su papel dentro de la industria del entretenimiento mexicana e internacional.
Es así que con 73 años de carrera artística y cientos de proyectos protagonizados, no se considera una institución, sino un maestro de cientos de generaciones que ha impulsado y acompañado dentro de una de las profesiones más inspiradoras en el mundo entero: la actuación.
“No soy una leyenda, soy un actor, tengo mucho tiempo de trabajar. La gente me ha visto hacer de todo en el cine, teatro, televisión, tengo 73 años de modo que tengo toda una vida muy grata. He hecho obras maravillosas en el teatro, shows en cine, he hecho buena televisión, de modo que las tres cosas tengo buen recuerdo de lo que he hecho y aunque haya pasado tiempo de que no hago ni cine ni televisión ni teatro ya es justo que termine y volvemos a la normalidad”, se sinceró.
Y ni la pandemia lo detuvo, así fue de los primeros actores al aventurarse con obras de teatro virtuales, especialmente las adaptaciones de otros de sus proyectos como Macario o El Quijote, que pronto llamaron la atención de sus más fieles seguidores que se desvivieron en halagos y buenos comentarios procedentes de todo el mundo, como Australia, Croacia, Brasil y Buenos Aires.
“Hicimos cinco obras teatro breve, virtual, de lectura dramatizada y no fue teatro de memoria porque no hay movimiento, no hay escenografía, no hay vestuario, no hay maquillaje, no hay nada, así como estamos hay que interpretar un personaje, con el texto delante, leyendo, eso es lo que hicimos con estas cinco obras... nos ha dado agilidad, nos ha obligado a estudiar, a releer, en fin a discutir el personaje y me ha parecido un sistema interesante, divertido, muy de acuerdo con lo que está pasando con la pandemia y el encierro”, sentenció.
Una vida en el teatro de David Mamet es la puesta en escena con la que el Primer Actor, Ignacio López Tarso, y su hijo Ignacio Aranda, regresarán a los escenarios, a casi dos años de ausencia derivados de la contingencia sanitaria provocada por el COVID-19. Presentarán dos funciones el próximo sábado 3 de julio en el Teatro Ocampo, de Cuernavaca, Morelos.
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