Pedro Infante fue reconocido por muchas cosas como su popularidad como galán de cine, su presencia como cantante, su voluntad por ayudar al prójimo y, por supuesto, ser un romántico empedernido. Una de sus grandes debilidades eran las mujeres y, ya que era uno de los hombres más atractivos de la época, logró robar suspiros de bailarinas y actrices.
Una de ellas fue Lupita Torrentera. Era una actriz de reparto que destacaba más por sus dotes como bailarina y que nació el 2 de noviembre de 1931. Su debut en el cine y la primera vez que estaría en el mismo set que Infante sería en 1942 (es decir, cuando tenía alrededor de 11 años) en la cinta Historia de un gran amor.
Poco se sabe si desde entonces Infante, quien sobrepasaba su veintes, y Torrentera entablaron alguna conversación en esa oportunidad. Lo que hasta la fecha ha estado presente es que volvieron a cruzar caminos cuando la también actriz comenzó a tener presentaciones de baile en el teatro Follies Bergere.
Torrentera tenía 14 años y se supo que llamó la atención del cantante tanto por su talento como por su belleza. La madre de la artista, la señora Margarita Bablot, quiso evitar a toda costa que su hija se relacionara con una estrella de cine que llamaba la atención de todas las mujeres.
Pero sus intentos probaron ser fallidos, pues la amabilidad de Infante, su buena voluntad e incluso su caballerosidad lograron suavizar a Bablot y facilitaron el acercamiento del “Ídolo de Guamúchil” a Lupita. Así, en 1945 iniciaron un romance que se llevaría seis años de la vida de Torrentera.
Los encantos de Infante llevaron a la joven bailarina a sentirse en un cuento de hadas, mismo por el que concibieron tres hijos en total: Graciela, Pedro y María Guadalupe. Graciela murió a los pocos meses de nacida.
Sólo que había un problema. Mucho antes de que Infante llegara a la Ciudad de México, había conocido a otra mujer 10 años mayor que él en su natal Sinaloa. María Luisa León lo convenció de ir a probar suerte en la capital y, en 1939, contrajeron matrimonio.
El “Rey de las rancheras” llevaba alrededor de 6 años casado con esta mujer y Torrentera no era la primera joven con la que Pedro la había engañado. Sin embargo, aunque León estaba al tanto de las aventuras de su esposo, siempre se mantuvo al margen y lo dejó obrar sin represalias.
Lo mismo ocurrió con Lupita. La esposa legítima de Infante sabía sobre esta relación, pero no se metió. Torrentera ha asegurado que no sabía que era casado, empezaron su relación sin que Pedro le informara de ese detalle.
Eso sí, según llegó a decir la propia bailarina, cuando su madre supo del engaño de Infante intentó quemar su casa. La cuestión es que no se sabe en qué momento se enteró de la segunda vida de su pareja y padre de sus hijos.
La relación se mantuvo hasta 1951 y aquí las versiones varían en un punto. Lo que es confirmado es que Lupita terminó con Infante por ser un infiel y un “sinvergüenza”. Mientas ella dedicaba su vida a sus hijos y a él, este podía mantener romances momentáneos con cualquiera.
Mientras unos han dicho que la causa de su ruptura fue que se enteró de su matrimonio con María Luisa León, otros aseguraron que tuvo que ver más con la reciente conquista de Pedro Infante. En el primer caso han contado que Lupita, furiosa, fue a encarar a su pareja a su casa principal. Ahí se vio cara a cara con León, terminó con Infante y supo que la todavía esposa del actor estaba informada sobre la relación extramarital que mantenía con la bailarina.
La otra versión indicaría que Pedro acababa de conocer a Irma Dorantes, una joven actriz de la cual se enamoró perdidamente. Pronto, en una forma un tanto similar a como conquistó a Lupita, la nueva pareja de actores comenzaron su relación a espaldas de Lupita y de María Luisa.
Torrentera no se hubiera enterado de no haber sido porque Irma le llamaba por teléfono para informarle que estuvo con Pedro. Esto significó un duro golpe para ella y no tuvo de otra más que hacerle frente al cantante y dar por terminada su relación.
SEGUIR LEYENDO: