Venganza, complot, el caso Cachirules y hasta el club América son los ingredientes que conforman un polémico episodio en la historia de José Ramón Fernández: el veto que Televisa le impuso en el Mundial de Italia 90.
En aquel momento José Ramón Fernández tenía ya casi dos décadas de presencia en la tv mexicana gracias al programa DeporTV y también a Los Protagonistas, la emisión que debutó en México 86 y que en apenas unos años se había consolidado ya entre las favoritas del público que disfrutaba los resúmenes deportivos y el humor.
A México 86 siguió la cobertura de los Juegos Olímpicos de Seúl 88, en donde debutó el famoso Güiri-güiri (Andrés Bustamante).
Nada parecía indicar alguna turbulencia previo al encuentro, pero José Ramón pagó el precio de haber difundido con fuerza el caso de Los Cachirules, un escándalo que azotó al futbol mexicano cuando el periodista Antonio Moreno descubrió que la selección Sub 20 alineó en las eliminatorias para el mundial de la categoría, a jugarse en 1989, a por lo menos cuatro jugadores que sobrepasaban el límite de edad.
El resultado: todas las selecciones de futbol mexicano fueron vetadas de torneos oficiales durante dos años, lo que de manera automática eliminó a México de la posibilidad de asistir a Italia 90.
“El caso de los Cachirules lo centraron en José Ramón como el responsable de hacer pública una irregularidad que cometió el futbol mexicano, todos ventilaron que José Ramón había sido el responsable, el culpable, pero fue Toño Moreno el que cumplió con toda esa investigación y cuando la hizo pública en el programa José Ramón entonces a él lo centraron, los culpables fueron los directivos, los jugadores que accedieron a tener documentación falsa”, recordó en una entrevista para Infobae México el comentarista Rafa Puente, quien ha trabajado más de tres décadas junto a José Ramón.
Fernández, también en charla con Infobae México, aseguró que las manos de Televisa estuvieron metidas en aquella sanción, pero el problema radicó no sólo en el caso Cachirules, sino también en su famoso antiamericanismo.
“Sí, sí. Fue una venganza de los Cachirules y porque a la Universidad de Guadalajara se le ocurrió eliminar al América, entonces me echaron la culpa a mí de que yo había comprado al árbitro, cómo voy a comprar a un árbitro, Dios mío. Primero no tenía dinero para pagar, segúndo me interesaba un pepino el árbitro y el América, lo que pasa es que tuvo que ver la rivalidad y el antiamericanismo. Y sí, me vetaron”, declaró.
La sanción también incluyó a Carlos Albert, uno de sus colaboradores, que ya había sido vetado en el Mundial de México, cuatro años antes.
“Carlos Albert, que había sido vetado en el 86, y yo nos acreditamos tres días antes, para ver si forzábamos que soltaran la acreditación de Carlos. Fui a ver a Guillermo Cañedo, que era presidente del Comité Organizador, abrió su escritorio, me dio la mía, le dije ‘¿tienes la de Carlos Albert?’, me dice ‘sí, la tengo guardada’, le dije ‘dámela, lo van a hacer mártir’. ‘No me importa, no se la vamos a dar’, me dijo. Albert se quedó como ancla en el estudio y en algunas ocasiones pagó su boleto. Pero en Italia, Carlos y yo nos quedamos en México desde el estudio”.
Precisamente de aquellas transmisiones desde el estudio en Ciudad de México, Enrique Garay -otro de Los Protagonistas- recordó lo difícil de aquel Mundial para José Ramón. “Fue el poder de Televisa impulsando el poder del gobierno para vetar a su máxima competencia, a la que no podía derrotar”.
“Recuerdo cómo él estaba inaugurando desde México la cobertura del Mundial porque la FIFA se coludió con Televisa para boicotearlo y no le permitieron ir y estaba ahí haciendo sus corajes. Me acuerdo de él, de su impotencia, su rabia transmitiendo desde México cuando quería estar desde Italia. Ve qué herramienta de Televisa, bloquearlo a través de la FIFA para que tu máxima competencia no fuera. Lo recuerdo muy bien”.
En realidad, José Ramón tuvo en sus manos el poder asistir a aquella justa deportiva, pero no le pareció la manera en que fue tratado por las autoridades.
“A mí a final de cuentas Guillermo Cañedo me dijo ‘tu acreditación está en Italia, en Roma, ve, recógela, estás acreditado, no tienes problema, no tiene por qué vetarte Televisa, yo soy el presidente’, pero yo ya no quise ir, me sentía mal, entonces dije ‘voy a hacer un programa que les va a dar en la torre’”, añadió José Ramón sobre aquella complicada época, pues Los Protagonistas era producido por Imevisión, organismo estatal que no contaba con suficientes recursos y además sufría el constante cambio de directores.
“Ponchito (Andrés Bustamente), por ejemplo, yo tuve que pagar unas pelucas y unos bigotes nuevos para que pudiera ir. Otros se pagaron su propio boleto. Armamos un grupito como de diez personas y además al director de aquel entonces de Imevisión se le ocurrió pagar tarde los derechos, se atrasó tres días. La OTI establecía que si un socio se atrasaba y el otro socio pagaba, se quedaba con los derechos. Curiosamente Televisa pagó de inmediato y nos dejó fuera del Mundial, entonces tuvimos que tocar puertas. Al principio solo logramos un resumen de 15 minutos, el cual yo me opuse y dije no se puede hacer nada, ellos bloquearon los partidos de futbol, yo tuve entonces un conflicto muy fuerte con el director de Imevisión que era Lima, porque en pleno pasillo había un camión de Televisa, ‘si le pasa algo la culpa me la van a echar a mí’, le dije”.
Pese al veto y demás problemas, finalmente José Ramón y su equipo de Los Protagonistas lograron hacer un resumen de una hora y volvieron a poner en jaque a Televisa.
“Debuté una pareja muy buena que era Brozo y Ausencio Cruz, lo hicieron muy bien y se quedaron con nosotros varios comentaristas invitados. No podíamos llevar a nadie allá a Roma, salió muy bien el Mundial, salió muy bien el evento”.
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