Ana Martin, actriz mexicana de cine y televisión, pasó por una temporada de modelaje cuando cumplía apenas los 17 años, pasión que la llevó a representar a México en el certamen Miss Mundo de 1963.
Luego de alzarse de ser seleccionada para representar a su país, Ana Beatriz Martínez Solórzano viajó hasta el Lyceum Theatre en Londres, Reino Unido, para plantarse ante otras 39 candidatas de todo el mundo.
Esta era la primera vez que México se presentaba en el certamen de belleza, al igual que Chile, Colombia, Liberia, Malasia y Nigeria, pese a contar con más de diez años de existencia desde su fundación.
Luego de la primera eliminación, en la que únicamente fueron elegidas las 15 semifinalistas de la competencia, Ana Martin fue seleccionada para competir entre las siete mejores concursantes finalistas.
En el certamen únicamente pueden participar candidatas mayores de 18 años, por lo que debió despedirse del escenario; sin embargo, de acuerdo con los jueces, la ahora actriz ganó en las categorías de Traje Nacional y Traje de Baño.
Las candidatas finalistas representaron a Reino Unido, Francia, Suecia, Dinamarca, Finlandia, Nueva Zelanda y Jamaica. Quien se alzó con la corona de Miss Mundo 1963 fue Carole Crawford de Jamaica.
“#TBT de cuando fui Miss World México 1963. La historia ya la saben: fui descalificada del concurso por tener 17 años. Por favor compartan esta foto para que conozcan mi carrera. Muchas gracias por compartirla, ya los estoy viendo para darles likes. Los amo”, escribió la actriz en sus redes sociales.
En fechas recientes, Ana Martin reveló que fueron sus amigos quienes la animaron a inscribirse, pues consideraron que tenía un buen y delineado cuerpo, de acuerdo con sus declaraciones para Impacto Latin News.
Además, confirmó que fue parte de las siete finalistas, pero al momento de revisar sus papeles, incluido su pasaporte, se dieron cuenta de su edad y entonces fue descalificada.
Aunque se llevó una gran decepción, cuando volvió de Londres recibió su primera gran oportunidad en el cine mexicano dentro de la cinta “Marcelo y María”, donde comenzó a formar una impresionante carrera.
Más tarde fue parte de otras impresionantes producciones como “Corona de lágrimas”; “Por qué nací mujer”; “Siempre hay una primera vez”; “Victoria”; “Lágrimas de mi barrio”; “El lugar sin límites”; entre otras.
Pero su más destacada carrera la hizo dentro de la pantalla chica. “Mi primer amor”; “El milagro de vivir o “Muchacha de Barrio” proyectaron su carrera, pero fue “El pecado de Oyuki” donde se hizo realmente famosa.
Luego de varios éxitos, hoy se le reconoce como producciones del tamaño de “Amor Real”; “Rubí”; “La Madrastra”; “Duelo de pasiones”; “Destilando Amor”, “Soy tu dueña”; “Mañana es para siempre”; entre otras.
El 15 de febrero de 1988 se estrenó El pecado de Oyuki, una producción de Lucy Orozco que estaba basada en la historia del mismo nombre. Este título fue creado por Yolanda Vargas Dulché, escritora mucho más ubicada por Memín Pinguín.
Oyuki era una joven campesina inocente y bella. Sin embargo, esto cambia tras la muerte de sus padres, lo que provoca que la protagonista quede bajo la tutela de Yutaka, su hermano mayor. Esta persona, cegada por la avaricia y la vanidad, explotará los encantos de Oyuki y la obligará a desempeñarse como geisha en la gran urbe de Tokio.
Esta historia fue muy bien recibida en su época no sólo por la atinada ambientación que hicieron en sets mexicanos para simular los escenarios nipones, sino también por su trama donde muestra el abuso físico y psicológico del que es víctima Oyuki. De hecho, también es recordado por su trabajo de vestuario y maquillaje.
SEGUIR LEYENDO: