Elvira Quintana fue una actriz de la Época de Oro del Cine México, quien buscó que su belleza juvenil permaneciera por siempre en su cuerpo, pero que por malas decisiones terminó con su vida a los 32 años a través del silicón estético.
La actriz originaria de España llegó desde pequeña escapando de la Guerra Civil de su país luego de que su padre fuera asesinado en la misma. En 1940 su familia ya se había asentado en la Ciudad de México, en donde vivió hasta sus últimos días.
Estudió actuación en el Instituto de la Asociación Nacional de Actores y comenzó su carrera artística a los 19 años. Algunos de sus papeles más reconocidos son en Tigres del Ring, serie de películas en las que ella era la protagonista femenina y Bolero Inmortal (1958), cinta que la llevó al reconocimiento nacional y gracias a la cual comenzó su fama como una de las mujeres más bonitas del cine mexicano.
La vanidad ganó a Quintana y decidió comenzar a someterse a diferentes procedimientos estéticos, los cuales no sólo le prometían conservar la silueta de su cuerpo, sino también mejorarla.
Elvira por un tiempo se aplicó constantemente inyecciones de silicona con fines estéticos, que era suministrado como líquido, contrario a la práctica actual, que es encapsulada. Era en piernas y senos las partes que buscaba mejorar, hasta el punto en que su cuerpo no lo soportó más.
Debido a que era un procedimiento estético que todavía estaba siendo desarrollado y mejorado, se tenía muy poco conocimiento de sus efectos secundarios. A los 31 años la actriz comenzó a presentar problemas en los riñones y páncreas, pues parte de la cera del silicón viajó hasta obstruir sus conductor renales.
Tuvo que ser internada para que le realizaran una diálisis y su salud mejoró considerablemente. Siguió su carrera con normalidad, haciendo hasta 50 capítulos en la radionovela Hipócrita de la XEW, pero el daño siguió haciéndose presente con más inyecciones.
Fue nuevamente internada debido al fuerte malestar, lamentablemente, no se pudo hacer mucho por ella. Los médicos anunciaron que su muerte era inminente y no podrían hacer nada por ella porque sus riñones ya estaban completamente dañados.
Durante sus últimos días, en los que supuestamente rogaba a los médicos por su ayuda, escribió su libro Biografía del dolor y la lágrima, el cual no pudo finalizar. Elvira logró ingresar al Instituto de la ANDA sólo después de haber recitado una poesía de Federico García Lorca debido a que sus padres desde pequeña le inculcaron el amor por las letras, el cual no dejó y siguió desarrollando hasta su muerte, decidiendo publicar los escritos que ya tenía en Poesías de Elvira Quintana.
El 8 de agosto de 1968 murió a los 33 años por un accidente cerebrovascular.
Quintana no sólo fue una reconocida actriz y una cara bonita, pues fue también una voz muy querida. Su fuerte fueron las radionovelas y los boleros rancheros, los cuales cantaba principalmente en puestas en escena.
Desde antes de comenzar a someterse a procedimientos estéticos, ya cuidaba de su figura practicando natación y equitación, pero quiso intentar con los nuevos inventos en un intento de mejorar todavía más su ya reconocido físico.
Actualmente la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha emitido varias advertencias contra el uso de la silicona inyectable, ya que son innumerables los casos de personas que han fallecido o tenido terribles efectos irreversibles.
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