Fue el 7 de junio de 1999 cuando Francisco Jorge Stanley Albaitero, conocido como Paco Stanley por el público latinoamericano, llegó a temprana hora a las instalaciones de TV Azteca para transmitir en vivo su programa Una tras otra.
Luego de décadas de pertenecer a las filas de Televisa, el recordado comediante y conductor que hoy cumple 22 años de fallecido, encontró en la televisora de Ricardo Salinas Pliego una nueva oportunidad de mantenerse vigente en el gusto del público.
“¡Qué bueno que nos acompaña ¡Muchas gracias por estar con nosotros en este domingo 27 de octubre de 1914, ocho de la mañana, efectivamente estamos en todo”, bromeó entonces para dar la bienvenida a su programa.
Pero ese día sería el último en la vida del recordado conductor, de quien a la fecha no se ha esclarecido del todo el motivo de su brutal asesinato. Ese día lunes, Mario Bezares, conductor y “patiño” de Paco Stanley, llegó al programa con el pie izquierdo lesionado y una férula, motivo que fue la burla del fallecido conductor.
Durante la emisión Paco hizo referencia al pie de Bezares: “¡Mire usted lo que le pasó a Mayito, el inútil! Por patear a sus hijos”, dijo el cómico. Minutos después Stanley abandonó el estudio de manera inesperada: ““¡Pedroza, a la cabina! Ahorita regreso”, dijo a su floor manager y ambos salieron del foro a toda prisa.
Luego de algunos minutos, Paco regresó al foro sin portar su saco y dijo que “porque tenía calor”. Según puede constarse en el video del último programa, luego de ello al conductor se le ve un tanto nervioso e impaciente. En un momento posterior, Bezares mandó un enlace a otra sección mientras Paco se tocaba la frente con expresión de angustia. Estos indicadores, según se ha especulado, fueron motivo de sospecha respecto a que “Pacorro” habría recibido algún mensaje intimidatorio esa mañana.
Fue al terminar el programa de variedades matutino que Paco pronunciaría sus últimas palabras al aire: “Quiero darle una mala noticia, ¡ya nos vamos!”, frase con la que despidió el primer día de la semana de su emisión.
Tras salir del set de Azteca, Paco se dirigió a comer en compañía de Bezares y el reportero de espectáculos Jorge Gil al restaurante El charco de las ranas, ubicado hasta la fecha en Periférico sur, cerca de las instalaciones de la televisora del Ajusco. Se sabe que entonces Paco había pedido para almorzar un bistec en salsa de chile pasilla y un agua de tamarindo.
Según testigos presenciales que declararon en aquel momento, Mario Bezares recibió una llamada telefónica estando a la mesa con Paco. Y fue antes de que los tres amigos se retiraran del lugar cuando expresó que “algo de la comida le había caído pesado”, por lo que se aprestó a ir al baño del restaurante.
En tanto, Paco Stanley, Jorge Gil y sus escoltas se adelantaron para esperar a Bezares en la camioneta en la que llegaron. Fue poco después del mediodía de aquel lunes cuando al menos cinco hombres armados se acercaron al vehículo, uno de ellos se acercó con una ametralladora y disparó contra el conductor televisivo en 20 ocasiones: Paco Stanley murió al recibir cuatro disparos de arma en la cabeza.
En tanto Mario, permanecía al interior del restaurante, motivo por el que después fue encontrado sospechoso de fraguar el crimen en complicidad con los atacantes.
Fue horas más tarde cuando la entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal llevó a cabo las primeras indagatorias, dando a conocer el retrato hablado de uno de los sospechosos.
El suceso conmocionó a la ciudadanía y a las agencias mediáticas, y se inició una campaña televisiva que presentaba al conductor como un mártir y algunos presentadores culparon al gobierno local, entonces comandado por Cuauhtémoc Cárdenas.
Fue en un hecho insólito cuando Ricardo Salinas Pliego pidió la renuncia del Jefe de Gobierno y cuestionó el sistema democrático que había permitido la transición en la capital del país. Incluso el conductor Jorge Garralda, dijo al aire que el asesinato era culpa directa de Cuauhtémoc Cárdenas, quien estaba por cumplir dos años de mandato.
Cuando se llevaron la camioneta con el cadáver de Paco a las oficinas de la PGR, todo fue transmitido en vivo y se desplegó un operativo de helicópteros, dándole “espectacularidad” a la terrible noticia.
Fue la noche de ese día cuando el cuerpo de Stanley fue velado en Gayosso por políticos -Alfredo del Mazo y Carlos Salomón- y figuras de la industria del entretenimiento mexicano, como Dulce, Lucía Méndez, “Pocholo”, Silvia Pasquel, Jorge Ortiz de Pinedo y Ana Bárbara.
El martes 8 de junio de 199 cuando el cuerpo de “Pacorro” fue enterrado en el panteón Español de la Ciudad de México y a los tantos días, el ministerio público acusó directamente a Mario Bezares y a una de las edecanes del programa Paola Durante, de ser responsables del asesinato, por lo que fueron recluidos. Tiempo después los implicados en el homicidio (Erasmo Pérez Garnica alias “El Cholo”, José Luis Rosendo Martínez y Jorge García Escandón) fueron absueltos por el tribunal Superior de Justica del DF TSJDF.
Para entonces, la hipótesis de una venganza del narcotráfico se había fortalecido, cuando Stanley dio positivo a los análisis de sangre y orina realizados en la autopsia, además de que se encontró medio gramo de cocaína en sus ropas. Años después se supo que El Bolas y El Rito, sicarios de los Arellano Félix, asesinaron a “Pacorro” por sus supuestos nexos con Amado Carrillo Fuentes: mientras Paco se encontraba al interior de su camioneta los maleantes bajaron del puente peatonal que cruza Periférico Sur frente al restaurante.
Así aprovecharon el momento en que el escolta de Stanley se dirigía hacia su propio auto para dispararle al presentador cuatro balazos en la cabeza. Luego se produjo un intercambio de disparos con la policía que custodiaba el lugar. Uno de los sicarios resultó herido, pero lograron cruzar el puente de regreso y abordaron el Jetta donde los esperaba el Hitler para darse a la fuga.
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