Luis Miguel siempre ha tenido una vida enigmática. Su música, amores y familia siempre han acaparado la atención, pero la segunda temporada de su serie biográfica por Netflix puso el foco en la relación que tiene con su hija mayor, Michelle Salas, con quien se sabe tiene una historia de desencuentros y distanciamientos que pudieron crecer en las últimas semanas.
A lo largo de esta segunda entrega de Luis Miguel, la serie conocimos más de la perspectiva que el protagonista tiene de su primogénita, a quien retrató en dos líneas de tiempo: la infantil y la adolescente.
Si bien se plasmó el lado más tierno del cantante al lado de la pequeña Michelle, fue la segunda fase del personaje la que causó más polémica, y es que se mostró el despertar sentimental y hasta sexual de la entonces joven de 19 años al lado de “Mauricio Ambrosi”, quien en la ficción es el representante del cantante de Ahora te puedes marchar.
Durante los últimos días, el tema de discusión referente a la serie ha sido este amor juvenil que, en la vida real, vivió con el empresario Alejandro Asensi y que hasta ahora había permanecido entre los grandes mitos de la farándula mexicana. Pero lo que en verdad incomodó, fue que se presentaron escenas con alto contenido sexual.
La misma Michelle alzó la voz para defender cómo retrataron su imagen y vida privada a través de sus redes sociales, donde calificó como “innecesaria, irrespetuosa y desafortunada” la forma en la que manejaron este pasaje de su vida y “tratar a una mujer, su hija, ... Sexualizándola explícitamente a los 19 años de edad y violentando su intimidad”.
En el largo texto que compartió, explicó que jamás autorizó el uso de su imagen en Luis Miguel, la serie y en ningún momento fue consultada para recrear o explicar su vida en la ficción.
“Es un tema delicado para mí... es un tema de mi vida personal, mi familia, mi infancia y mi intimidad. La cual se ha visto expuesta y no necesariamente de la mejor manera... Ninguna persona debe bajo ninguna circunstancia sentirse así y ser tratada de esta manera. Mucho menos sin su consentimiento. No es justo que utilicen mi vida y mi historia como si tuvieran los derechos de esta y además la distorsionen a su conveniencia”, aseguró.
Este pronunciamiento marcó el nuevo desencuentro entre Michelle Salas y Luis Miguel, pero a lo largo de los años hemos sido testigos de una historia de desencuentros que inició justo antes del nacimiento de la joven modelo y que creció conforme él se empeñó en negar su existencia.
La primogénita del “Sol de México” nació el 13 de junio de 1989, en el Hospital Español de la Ciudad de México, después de que sus padres sostuvieran un tórrido romance por casi dos años que careció de “exclusividad”.
Según Stephanie Salas, madre de la joven modelo, relató hace dos años cómo conoció al cantante a través de un amigo en común y lo que los llevó a salir primero como amigos para después iniciar un noviazgo.
“Siempre lo entendí porque su vida era su carrera, sus giras... En cambio, yo tenía una vida muy normal. Estudiaba la prepa, lo acompañaba a algunos de sus shows y él resolvía sus tiempos y sus estudios de otra forma. Salimos durante dos años”, aseguró a la revista Hola!
La hija de Sylvia Pasquel también comentó que Luis Miguel se alejó de su vida tras informarle sobre su embarazo, pero volvieron a reencontrarse con el nacimiento de la pequeña Michelle.
“Entonces yo esperé (siempre he sido muy paciente) mientras me concentraba en la bebé, que nos traía a todas babeando porque siempre fue, y es encantadora. Imagino que alguien le habrá informado del nacimiento, de que todo había salido bien, y de repente él se reportó y tuvimos un encuentro muy bonito. Un encuentro en casa, muy agradable, muy emotivo”, comentó la cantante.
Stephanie además reveló las palabras de Luis Miguel al conocer a Michelle: “¡Cómo se parece a mí! ¡Está divina mi hija!”.
Stephanie Salas resaltó que aquel día hubo un encuentro muy emotivo y divertido entre padre e hija, lo que los llevó a frecuentarse durante los primeros tres años de la niña.
“Frecuentó regularmente a la niña durante aproximadamente tres años. Yo, personalmente, la llevaba a su casa, donde él, su abuelo Luis Rey y toda su familia la querían muchísimo, la pasaban muy bien, la consentían y la niña regresaba contentísima y llena de regalos”, aseguró.
Después de ser muy unidos, el cantante se distanció de su hija y no volvió a verla hasta después de casi una década.
Esta versión dista mucho de la ofrecida en la segunda temporada de Luis Miguel, la serie y es que en el proyecto de Netflix se sostiene que no convivieron hasta que la niña cumplió casi cinco años, cuando sólo tuvieron un breve acercamiento porque el cantante priorizó otros temas en su vida.
Pero la relación entre padre e hija va más allá de lo ocurrido hace más de 25 años y es que Michelle decidió buscar a su padre en 2007, cuando el cantante finalmente la reconoció y vivieron juntos en Estados Unidos.
La paz y armonía les duraron poco. Se supo que la modelo sostuvo un tórrido romance con el entonces representante y amigo de Luis Miguel, Alejandro Asensi.
Fue evidente que el cantante cortó cualquier relación con su amigo de la infancia; mientras que la relación padre e hija sobrevivió al escándalo aunque sí resultó afectada.
En 2017 su distanciamiento fue provocado por una de las ex parejas del cantante: Desiree Ortiz. “Desiree le metió la idea de que su hija sólo quería sacarle dinero para hacer compras innecesarias, viajar y andar de fiesta, y como le creyó, la afectada fue Michelle”, relató una fuente a la revista TV Notas.
El conflicto aumentó un año después con el estreno de la pimera temporada de Luis Miguel, la serie, donde retrataron la nacimiento de Michelle como producto de una aventura, lo que la molestó sobremanera.
Desde entonces, padre e hija están alejados y sin posibilidad de una reconciliación, esto porque una revista mexicana publicó esta semana que “El Sol de México” bloqueó a su única hija mujer y no quiere saber más de su existencia.
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