Tras la polémica de la auditoría que comenzó para investigar la administración de la herencia de Jenni Rivera, Rosie Rivera anunció que está atravesando fuertes ataques de ansiedad, por lo que ya no aceptará hablar con prensa en español acerca de su fallecida hermana.
En un video difundido a través de sus redes sociales, Rosie dijo que su gira promocional de su último libro seguirá en pie porque no quiere obstruir su carrera, pero para cuidar de su salud mental, la cual ya estaba afectada desde su juventud, ha tomado la drástica decisión de negarse a hablar con cualquier medio hispano.
“Les voy a pedir a los medios... Desde ahora, la respuesta es “no”. Por favor, no me vayan a ver al aeropuerto, quiero que quede en claro que estoy batallando con post traumatic stress disorder (trastorno por estrés postraumático), que empezó con el abuso sexual, renació con la muerte de mi hermana y ahora he visto que esto, con todo lo de los medios, especialmente cuando son varios [...] me empieza a dar ansiedad”.
La albacea del legado de Jenni Rivera dijo que las promociones de su libro ya las había programado tiempo atrás y éstas durarían incluso meses, pero ha tenido que acortarlas debido a su trastorno y a que su familia se ha visto seriamente afectada debido al acoso de la prensa.
Aseguró que muchas veces los reporteros que la encuentran a ella y a su esposo por la calle, muchas veces sólo esperan molestarlos para obtener esa reacción enojada de ellos, además de que buscan hacerle preguntas “chismosas”.
“No quiero dar más entrevistas”, dijo la menor de los Rivera. Relató que su sueño desde pequeña ha sido ser una reconocida escritora y los medios sólo están causando que la imagen que está reflejando no sea la misma que quiere dar con sus libros, en los que tratan temas religiosos.
La revista TV y Novelas publicó que Chiquis Rivera, hija de la “Diva de la banda”, mandó a hacer una auditoria a sus tíos Rosie Rivera y Juan Rivera con el fin de conocer cuál es el estado actual de la empresa y dinero que dejó su mamá, en especial, por la inesperada renuncia de su tía a su puesto como albacea y CEO Jenni Rivera Enterprises (JRE).
Rosie confesó que las ventas de su libro antes de que esa nota saliera, iban muy bien y ahora sólo espera que el éxito que esperaba para él, no se vea estancado por la auditoría, la cual no entiende por qué surgió de forma tan “chismosa” y amarillista, si la familia ya había llevado antes investigaciones internas de forma privada.
En una transmisión en vivo, contó que las auditorias son normales en cualquier empresa porque son un medio para conocer cómo se ha llevado su funcionamiento. Declaró que no había querido hacerlo público porque sabe mantener su vida en privado, no porque tenga miedo de que los resultados salgan en su contra. También dijo que desde la repentina muerte de la “Diva”, sus abogados han estado supervisando el manejo de su fortuna en cada una de sus áreas.
Agradeció a los buenos y malos comentarios, porque todo es para beneficio de la empresa de su hermana, pero pidió a los seguidores de Jenni que no tomen “bandos”, pues su familia es muy unida y no quieren verse separados de esa forma.
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