El éxito de una de las televisoras más importantes e influyentes de México y América Latina se remonta a la segunda mitad del siglo XX, cuando Emilio Azcárraga Vidaurreta, abuelo del actual dueño de Televisa, decidió invertir en un negocio relacionado con medios de comunicación tras la fundación de la primera radiodifusora con cobertura nacional: la XEW.
El empresario contrajo matrimonio con Laura Milmo Hickman en el año de 1925 y de la unión nació Emilio Azcárraga Milmo, considerado por diversos medios de circulación nacional como uno de los magnates más importantes y poderosos del país
A Azcárraga Milmo se le apodó como “El Tigre” debido a su gran capacidad de liderazgo y también a su tendencia a lanzarse con premura y precisión sobre sus objetivos. Pese a que el empresario fue muy conocido por su carácter fuerte, su infancia y su adolescencia estuvieron marcadas por una conflictiva relación con su padre, quien fue muy duro con él y, se dice, lo trataba peor que a algunos empleados de su compañía.
De acuerdo con la revista Quién, Azcárraga Milmo pasó varios años tratando de agradar a su padre, siempre buscó su reconocimiento y estar a la altura de la figura de “heredero” . Con el paso de los años, logró ganarse el respeto de algunas personas que lo tildaron como un “hijo de papi”, cuya principal cualidad era ser el hijo de un gran empresario.
Incluso, “El Tigre” Azcárraga comenzó a vender enciclopedias de puerta en puerta con el fin de demostrarle a su padre que era autosuficiente. Sin embargo, fue difícil ganar la confianza y simpatía de su padre, quien le otorgó el apodo de “príncipe idiota” tras haber presentado dificultades financieras para la construcción del Estadio Azteca, según lo cuenta el cronista Fabrizio Mejía Madrid.
Además, Azcárraga Vidaurreta constantemente ponía a competir a “El Tigre” con su cuñado Fernando Diez Barroso, quien se casó con su hermana mayor, Laura Azcárraga Milmo. De hecho, varias persona consideraron que Diez fue su yerno favorito y se llegó a pensar que él sería el heredero legítimo de su fortuna, pues se ganó muy rápido la confianza de Vidaurreta en el ramo de la administración y las finanzas; mientras que varias figuras importantes de la época apuntaron que su hijo tenía pocas capacidades para manejar la compañía.
Otro de los encontronazos entre Azcárraga Milmo y su padre fue debido a que éste se opuso a la fusión de la compañía Telesistema Mexicano con el XHTMTV Canal 8 “Televisión Independiente de México”, ya que Azcárraga Vidaurreta constantemente se opuso a ese proyecto. Sin embargo, la empresa logró consolidarse a nivel nacional e internacional, ya que la estrategia del heredero consistió en adoptar la tendencia de la programación estadounidense con el objetivo de enriquecer y diversificar las fuentes de ingreso de la empresa mediante la exportación y la producción de contenidos para televisión abierta.
Pese a la conflictiva relación entre padre e hijo, “El Tigre” logró posicionar a Televisa como una de las empresas líderes en producción y transmisión de contenidos televisivos en México, en algunas regiones de Centroamérica y también de Estados Unidos.
Para 1972, después de la muerte de Azcárraga Villaurreta, “El Tigre” se convirtió en el heredero de un imperio que apenas comenzaba y asumió el cargo de presidente del consejo de Televisa. Emilio Azcárraga Milmo hizo crecer la compañía fundada por su padre más de tres décadas antes debido a que basó el proceso de crecimiento de Televisa en la en la internacionalización de la compañía, por lo que en 1976 comenzó a exportar sus contenidos a Univisión, cadena de televisión estadounidense que se dedica a transmitir programación de habla hispana.
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