Hallaron restos humanos milenarios a pocos metros de la mansión de USD 14 millones donde viven los duques de Sussex en Montecito, en el estado de California. Las autoridades locales se hicieron presentes en el lugar y procedieron a exhumar los huesos para determinar su procedencia.
Un vocero de la Oficina del Sheriff de Santa Bárbara confirmó la noticia e indicó que podrían tratarse de los restos de nativos americanos. Los primeros informes sugieren que los huesos pertenecerían a miembros del pueblo de Chumash, que tuvo raíces en el área hace casi 11.000 años.
Los Chumash son un pueblo amerindio que históricamente habitó en las regiones costeras del centro y sur de California, en lo que ahora es Santa Bárbara, San Luis Obispo, Ventura y Los Ángeles.
De acuerdo a lo que informó el medio británico The Daily Mail, los huesos estaban enterrados un metro debajo del camino que bordea la mansión del príncipe Harry y Meghan Markle, que espera su segundo hijo en las próximas semanas.
Además, se determinó que pertenecerían a un adulto joven que integró el pueblo originario Chumash, que ocupó esa área hace 10 mil años. El descubrimiento ocurrió el pasado 24 de mayo cuando se estaban haciendo excavaciones en la zona para la construcción de jardines.
Las autoridades indicaron que habían contratado la ayuda de expertos para investigar sus verdaderos orígenes. Mientras tanto, los trabajos que se estaban realizando cerca de la propiedad de los duque de Sussex fueron suspendidos. El vocero policial pidió cautela hasta que se resuelva la investigación. “No vamos a decir nada más hasta que haya una conclusión oficial por parte de los antropólogos forenses”, aseguró.
Pese a que Harry y Meghan se fueron de Londres para vivir tranquilos, el lugar que compraron en una zona exclusiva de Santa Bárbara fue escenario de irrupciones de intrusos en un par de oportunidades. De acuerdo a lo que precisó TMZ, un hombre de 37 años llamado Nickolas Brooks de Ohio fue sorprendido dentro de la propiedad el 24 de diciembre de 2020. Los agentes decidieron dejarlo libre tras hacerle una advertencia. Dos días después la misma persona volvió a entrar a la residencia y fue detenido. Horas más tarde, fue liberado.
El príncipe Harry sacudió a la monarquía hace un año cuando él y su esposa, la ex actriz estadounidense Meghan Markle de 39 años de edad, decidieron abandonar sus funciones reales e irse a vivir a California, donde compraron la lujosa mansión con parte de la fortuna que el nieto de Isabel II heredó de su difunta madre, Lady Di. Desde su mudanza, el príncipe y su esposa han firmado contratos millonarios con compañías como Spotify y Netflix.
Ante las cámaras, Harry reveló que los jugosos acuerdos con los gigantes del streaming fueron por necesidad. Una vez que quedó claro que él y su familia tendrían que pagar por su propia seguridad, que se estima en USD 4 millones anuales, se vio obligado a ganar dinero por su cuenta para sostener el costoso estilo de vida que llevan en Los Ángeles.
Fue gracias a su lucrativo contrato con Netflix que pudieron pagar la deuda de casi USD 3,5 millones por las remodelaciones de Frogmore Cottage, el hogar familiar de los Sussex en los terrenos de Windsor, donde solo vivieron solo un meses, que Meghan y Harry devolvieron en septiembre de manera voluntaria pero en medio de fuertes críticas.
Los podcasts que realizarán con Spotify a través de Archewell Audio durante tres años podrían reportarles entre USD 15 y USD 18 millones, mientras que Netflix les pagará USD 100 millones por cinco años de trabajo para producir contenido exclusivo.
Los duques de Sussex fueron los protagonistas de una gran polémica en marzo cuando, en una entrevista en la cadena CBS con Oprah Winfrey, Meghan acusó a la familia real británica de racismo, señaló al Palacio de Buckingham por perpetuar mentiras sobre Harry y ella y admitió que tuvo pensamientos suicidas por la presión que sufrió de la prensa.
SEGUIR LEYENDO: