Emilio Azcárraga Milmo, uno de los empresarios más poderosos que alguna vez tuvo México, fue protagonista de algunas de las historias que contaban los actores y empleados de Televisa, empresa que dirigió desde 1972 hasta su muerte, porque su forma de ser lo caracterizó y le permitió llegar al éxito.
Mario Bezares y Lucía Méndez, en el canal de YouTube de la cantante, recordaron cuando “El Tigre” reprendió a una persona que se encontró dentro de su empresa, todo por tener su gafete debajo de la camiseta, colgado del cinturón.
El antiguo presidente de la televisora de San Ángel era muy estricto con la forma en que sus trabajadores portaban el gafete que los identificaba como parte de Grupo Televisa; sin importar el puesto que tenían, debían portar con orgullo su distintivo, el cual también les permitía el ingreso a las instalaciones.
Según narraron, Azcárraga Milmo, al notar en dónde tenía su distintivo el empleado, lo habría cuestionado echándole en cara que no le pagaba para representar de esa forma a Televisa. “¿Cómo es posible que traigas el gafete en los huev*s, viejito? Eso quiere decir que la empresa te vale y la mandas a los huev*s”, habría dicho el empresario.
El trabajador, asustado por estar siendo regañado por la persona de más alto rango de la televisora, habría intentado disculparse por la falta de respeto que la posición de su gafete representaba para su jefe, respondiendo “no, señor, claro que no”.
En su enojo, “El Tigre” continuó reprendiéndolo, “¿cómo no, si yo te estoy viendo?”. Entre el miedo y la presión por tener que defenderse de alguna forma, optó por intentar salir de la incómoda situación haciendo reír al empresario.
Después de un profundo silencio no sólo por parte de los protagonistas de la historia, sino también por quienes estaban participando como espectadores, el empleado se agarró el cuello y dijo “no, señor, es que los huev*s yo los traigo hasta acá”.
El silencio se prolongó porque la respuesta tomó por sorpresa al presidente de Televisa, pero finalmente Azcárraga soltó una gran carcajada. El público que ya tenía la escena se habría confundido y sólo algunos secundaron la risa del empresario.
Olvidando su enojo, Emilio Azcárraga se quitó el reloj Rolex de oro que portaba y se lo entregó, asegurándole que se lo merecía por la forma en que había reaccionado.
Un reloj de ese tipo representa lujo y actualmente tienen un costo que no baja de los 200 mil pesos mexicanos por ser un accesorio de alta precisión, estar fabricado con materiales de alta calidad y estar decorados con algún metal precioso o diamantes. Cada uno de su tipo, anteriormente era casi único, incluso algunas personas han recibido diseños exclusivos valuados en más de USD 1 millón.
“El Tigre” es descrito por quienes lo recuerdan, como una persona que exigía a que todos quienes laboraban en Grupo Televisa debían hacer su trabajo con excelencia. Algunos le guardan gran cariño por la oportunidad que obtuvieron de sus propias manos de trabajar en la televisora más importante de México, algunos otros recuerdan los malos tratos que recibieron de su jefe.
Se dice que su apodo surgió precisamente de su personalidad, aunque se rebate la idea por el hecho de que su padre, Emilio Azcárraga Vidaurreta, era conocido como “El León” lo que llevaba a que, por ser parte de su descendencia, también tenía que llevar un sobrenombre felino.
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