Fanny Kauffman, mejor conocida como “Vitola”, fue una de las mujeres más talentosas en la historia del cine mexicano. Con un enorme carisma y cómicos bailes, es considerada como una de las cinco grandes cómicas del periodo. Logró acumular una buena fortuna y fama sin antecedentes. No obstante, lo perdió todo a causa de las apuestas.
Originaria de Canadá, la Vitola gozó de un éxito rotundo en un cine que retrataba a la mujer siempre en los mismos roles: la esposa ideal, la mujer fatal, la adelita. De acuerdo con la estudiosa del cine mexicano Siboney Obscura, la figura femenina en el Cine de Oro mexicano era relegada a un papel de apoyo para que los varones pudieran conservar el protagonismo de las historias.
Vitola logró salir de ese molde. En parte por su cómica manera de gesticular y por sus ocurrencias en la actuación. Iba más allá de la belleza arrebatadora de las mujeres en la gran pantalla y pronto demostró que las mujeres podían hacer comedia tan bien, o mejor, que los varones.
Kauffman nació el 11 de abril de 1924 en la ciudad de Toronto. Sin embargo, durante la infancia, ella y su familia se instalaron en la Habana, Cuba, en donde comenzó su formación como cantante de ópera y entró al Conservatorio de Música y Artes.
Aún siendo una adolescente, la joven de ojos y cabello oscuro destacaba por su delgada y alargada figura — media alrededor de 1.70 mts—. A causa de esto, según ha trascendido, Fanny causaba las carcajadas del público cuando la veían cantar y pronto cayó en cuenta de que su vocación estaba lejos de la interpretaciones dramáticas y más próxima a la comedia.
Durante esa época surgió el apodo que se quedaría con ella hasta su muerte: “La Vitola”, en referencia a la longitud de los habanos. A los 23 años de edad, en 1942, Kauffman decidió probar suerte y se mudó a la Ciudad de México.
En la capital mexicana, Fanny trabajó para el Teatro Abréu, compañía en la que debutó en 1943 y que le abrió las puerta de una industria que disfrutaba de su mejor momento: el cine. De acuerdo con el diario El País, el cómico mexicano Germán Valdés “Tin Tan”, se vistió de incógnito para ver a la Vitola en el escenario.
Al ser testigo de su enorme talento, Tin Tan inmediatamente pidió que la actriz recibiera un contrato y en 1946, debutó en el papel de ‘Berta’ de la cinta de Ramón Peón Se acabaron las mujeres.
No obstante, el éxito llegó hasta 1950, cuando formó parte de la película El rey del barrio. Junto a Tin Tan, quien interpreta a un joven ferrocarrilero que estafa a mujeres millonarias, La Vitola arrancó cientos de carcajadas al público mexicano en su papel de “La nena”, una víctima aspirante a cantante de ópera que se enamora de Tin Tan.
“Nuestra primera película, y pensar que se convirtió en un clásico del cine mexicano”, recodaba La Vitola durante una entrevista con El Universal. Después de eso, todo fue cuesta arriba para La Vitola, y durante los cinco años siguientes rodó Simbad el mareado, Ay amor, cómo me has puesto, El vizconde de Montecristo y Los líos de Barba Azul junto a Germán Valdés.
También trabajó junto a Pedro Infante, Resortes y más figuras de la época. Sin embargo, durante su estrellato, algunas situaciones opacaron su brillo. Fanny era una gran aficionada al poker y eso le costó una buena parte de la fortuna que había logrado amasar.
Aunado a esto, la muerte de dos de sus cuatro hijos le causó un enorme dolor; el más grande de toda su vida, según narró ella misma. Finalmente, a los 72 años de edad, se retiró de los escenarios, pues al salir de una presentación en Nueva York notó que “se cansaba y no hacía reír tanto como antes”.
El 21 de enero de 2009, la Vitola falleció a causa de complicaciones de insuficiencia cardiaca y renal que terminaron por causarle un paro respiratorio en el hospital de Santelena, en la Ciudad de México. Sin embargo, su brillante papel en la historia del cine mexicano la convirtieron en un ícono de la comedia que jamás será olvidado. Con su brillante talento, y figura marcó un antes y después en la industria.
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