El juicio del actor mexicano, Pablo Lyle, por la muerte de un hombre con el que discutió por un asunto de tráfico en Estados Unidos se postergó para el 2 de agosto, esto después de una breve audiencia virtual celebrada este jueves por la jueza de Miami, Florida, Marlene Fernández-Karavetsos.
El juicio al histrión, quien cumple arresto domiciliario en el sur de Florida por el cargo de homicidio involuntario, estaba previsto para el 17 de junio.
El abogado Bruce Lehr, que encabeza la defensa de Lyle, dijo hoy a Efe que solicitaron más tiempo para la preparación del caso.
En una breve audiencia virtual en la que Lyle estuvo conectado a través de Zoom, la jueza Marlene Fernandez-Karavetsos fijó para el 22 de julio la próxima audiencia, en la que volverá a preguntar a ambas partes si están listas para el inicio de juicio, que programó tentativamente para el 2 de agosto.
“La defensa no está lista. Hemos terminado con varias declaraciones. Tenemos algunas pendientes”, expresó el abogado de Lyle, Alex Sola. “Vamos a pedir una postergación”.
Apenas instantes antes, la fiscal Eileen Keeley había dicho a la jueza que ellos sí estaban preparados para el inicio del juicio, pero aceptaban posponerlo “para ser justos con la defensa”, que quiere llamar a un testigo que no está disponible.
El juicio había sido inicialmente pautado para febrero, pero también ante un pedido de Lyle, la jueza accedió a aplazarlo. Esta sería la tercera postergación.
Lyle, que vive en la casa de su hermana en Miami pero no está autorizado a trabajar en Estados Unidos, alega que es inocente. El proceso judicial comenzó en abril de 2019, días después de la confrontación vehicular a finales de marzo de ese año.
El actor de la telenovela mexicana, Mi adorable maldición, y la serie de Netflix, Yankee, lleva un monitor GPS en el tobillo que le permite a las autoridades saber dónde está en todo momento.
El 31 de marzo de 2019 Lyle golpeó al cubano Juan Ricardo Hernández, de 63 años, quien cuatro días después murió en un hospital.
Ese día, el actor iba camino del aeropuerto de Miami junto con su hijo en un vehículo manejado por su cuñado, Lucas Delfino, cuando se cruzaron con el automóvil manejado por Hernández.
En un semáforo, el cubano se bajó para recriminar a Delfino por una maniobra que había hecho.
En medio de esa discusión, Lyle salió del carro y golpeó a Hernández, quien, de acuerdo a las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, se desplomó al instante.
El sexagenario murió cuatro días más tarde en un hospital.
Un informe forense del condado de Miami-Dade reveló que Hernández murió a raíz de “complicaciones por trauma contundente en la cabeza” e indicó “homicidio” como probable causa de la muerte.
La defensa de Lyle apeló sin éxito un fallo de primera instancia, del juez Alan Fine, que le negó aplicar a su caso una ley de defensa propia de Florida conocida como “Stand Your Ground” (Quédate donde estás) que le salvaría de ir a juicio.
Dicha ley, vigente desde 2005 en el estado, permite a una persona que considere que está en riesgo de morir o sufrir daño físico grave el uso de una “fuerza mortal”, simplemente permaneciendo donde está, es decir, sin tratar de huir del peligro.
La corte de Apelación sin embargo consideró que no hubo “ningún error legal por parte del tribunal de primera instancia en su aplicación de la ley”, según documentos a los que Efe tuvo acceso.
El actor, casado con Ana Araújo, con quien tiene un hijo, fue detenido poco después de los hechos, y quedó en un primer momento en libertad condicional con una fianza de 5.000 dólares.
Tras la muerte de Hernández, fue acusado de homicidio involuntario y puesto en arresto domiciliario.
Con información de Efe y AP
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