En unos días se cumplirán 58 años del estreno de Hasta el viento tiene miedo, de Carlos Enrique Taboada y sitios especializados en cine y en el género de terror, concuerdan que ningún trabajo mexicano se ha acercado al del director y que aún se está muy lejos de ello.
Tan solo el primer minuto de la cinta es suficiente para tensar a los más acérrimos fans del cine de horror, que, de acuerdo con el sitio de crítica de cine, Rotten Tomatoes, ahora las audiencias están más acostumbradas al gore, la violencia y vísceras dentro de esta categoría.
Incluso en el sitio de crítica, Cinespacio24, dentro de una serie de análisis al trabajo de Taboada, aseguran que es el máximo representante del cine de terror en México. Gracias a una buena propuesta cinematográfica y a un arriesgado cine para su época, es una leyenda nacional. Incluso, ese sitio ha llegado a comparar su trabajo con el del especialista del suspenso de Reino Unido, Alfred Hitchcock.
En tanto, La revista Rolling Stone llegó a publicar que el trabajo de Taboada vino a aliviar una serie de estrenos setenteros llenos de decadencia y vicios con el cine de ficheras. Mientras cineastas lucraban con el erotismo y la vulgaridad, el director de terror optó por el suspenso, historias entrelazadas con el misticismo antiguo, fantasmas, ocultismo y otras características que aprecian los fans del cine gótico en cuanto a referencias profanas.
“Nuestra época del cine de oro había terminado y el surgimiento de producciones de comedia y de ficheras abarrotaban las salas de cine, a lo que Taboada optó por escribir historias sobrenaturales que despertaron las pesadillas de las audiencias. Su eficiente uso de lenguaje cinematográfico fue el gancho que hacía falta en las producciones nacionales, convirtiendo su tetralogía de terror en cintas de culto reconocidas a nivel internacional”, describe la revista el trabajo del mexicano.
Hasta el viento tiene miedo es protagonizada por Bernarda Maricruz, como la maestra Olivier; Lucía Alicia Bonet como Claudia; Norma Lazareno como Kitty y la leyenda del cine y primera actriz, Marga López como Bernarda, la villana que desatará una serie de infortunios a lo largo del film.
La historia gira alrededor de Claudia (Alicia Bonet), una joven que, en un internado de señoritas, empieza a ser acosada por pesadillas en las que una estudiante se cuelga en una de las torres de su colegio. Sin explicaciones de porqué tiene esos terribles sueños, tanto la directora de la escuela, como el médico que atiende a las jóvenes, diagnostican una severa crisis nerviosa. Recomiendan a Claudia reposar hasta que pase el susto.
No obstante, hay una historia que oculta la directora Bernarda (Marga López) y la maestra que es la segunda al mando en el colegio, la señorita Lucía (Maricruz Oliver). Aunque antes de adelantarse a especulaciones, la regente del colegio conjetura que es solo un disparate de Claudia para no asistir a clases.
Después de una semana de recuperación del supuesto colapso nervioso, Claudia se reúne de nuevo con sus amigas. Les explica que no era su intención asustarlas, ya que compartían dormitorio, y que nunca inventó nada de lo que soñó, en efecto, mientras pasea por el colegio se encuentra con la torre con la que ha soñado constantemente y donde vio morir a una joven. Junto con sus amigas decide entrar, aunque con una trágica consecuencia. Bernarda las ha descubierto y al precisarles que era una zona prohibida, decide ponerles un castigo.
La sanción por entrar a una torre prohibida fue quitarle a Claudia y a sus amigas el lujo de su periodo vacacional que estaba a tan solo unos días. Ante esta medida, la señorita Lucía queda horrorizada, pues la última vez que Bernarda puso ese castigo “ello” sucedió y teme que vuelva a pasar.
Lucía hablaba de Andrea, una joven prodigio, brillante y bella, que años atrás sufrió la misma consecuencia que Claudia y sus amigas. Aunque exentarla de vacaciones derivó en una desgracia, pues ella no pudo ver a su madre quien murió mientras se encontraba encerrada en el colegio.
La pena la embargó y la llevó al suicidio en el lugar que tanto soñaba Claudia. Al final, todo fue una jugarreta de Andrea que necesitaba un cuerpo para regresar a la vida y consumar su venganza contra la directora.
Al volver a la vida tomando posesión del cuerpo de Claudia, Andrea castiga a Bernarda con el mismo destino que tuvo, la colgó en la misma torre en una noche donde el viento soplaba muy fuerte. Tras la posesión, tanto la maestra Lucía y el resto de las chicas, deciden ocultar la verdad para proteger a Claudia.
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