Tin Tan, la inolvidable estrella de la Época de Oro que terminó en la ruina

Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés y Castillo, mucho mejor conocido como “Tin Tan”, es actualmente reconocido como una de las figuras más importantes tanto de la Época de Oro del cine mexicano, como de la comedia en el país. En cuanto a cantidad, se aprecia el trabajo de Germán al participar en más de 100 películas donde incluso prestó su voz para producciones de Disney.

En cuanto a sus cualidades, Valdés logró reivindicar la imagen del pachuco entre la población mexicana. No hay que olvidar que los pachucos tienen orígenes en aquella población joven que vivía en la frontera norte entre México y Estados Unidos; este grupo se caracterizaba por el choque cultural de ambos países, por su forma de hablar (que en la actualidad se le diría “spanglish”) y por su vestimenta peculiar con trajes zoot.

Antes repudiados y rechazados por sus mismos paisanos, Tin Tan llegó para cambiar esa idea y, de la mano con un gran sentido del humor, logró por convertirlo en uno de sus sellos más personales... al menos durante la primera etapa de su carrera, misma que fue la más exitosa.

No obstante, lejos del primer logro que tuvo Germán respecto a los pachucos y de la inmensa cantidad de películas que hizo a lo largo de su vida, el actor padeció de varios problemas. No sólo se habla de la enfermedad que lo llevaría la muerte, sino también de las dificultades económicas que lo aquejarían por años.

Desde el contexto hay que reconocer un punto importante: la decadencia de la Época de Oro. No sólo era por la muerte de varios de sus compañeros intérpretes, también era porque los intereses del público estaban cambiando. Germán fue de los pocos que siguieron vivos por unos cuantos años más y que hizo lo posible por no perder su vigencia.

Sin embargo, a pesar del esfuerzo, llegó un punto en el que el actor ya no tenía papeles estelares en los filmes. Conformándose con papeles secundarios, Germán tuvo que ampliar más la cantidad de películas que hacía.

Lo que muchos dicen es que muy pocas de esas cintas que hizo son memorables, pasaban sin pena ni gloria y ya no era visible ese toque especial que tenía Valdés en sus primeros proyectos. Por otra parte, también se ha dicho que la comunidad cinematográfica del país nunca lo reconoció por su trabajo actoral; una queja constante es que nunca fue siquiera nominado a un premio Ariel.

Por otra parte, respecto a sus problemas monetarios, se decía que era muy generoso con las personas. Si las veía en aprietos económicos, él tendía la mano y ofrecía préstamos; no obstante, rara vez le devolvían el dinero o le retribuían por ello.

Lo que sí está confirmado y que, en su momento, reportó un periódico mexicano, es que Germán perdió buena parte de su fortuna (si no es que toda) luego de que un magnate estadounidense perdiera la vida en un accidente aéreo. Se supone que el actor, para ahorrar y no gastar su fortuna, concedió parte de sus propiedades a la firma que le pertenecía a Joe Manny.

Con la muerte de este magnate, Germán tuvo que entrar a juicio para saber si podía recuperar sus bienes. Probablemente no lo logró, puesto que años más tarde seguiría perdiendo terrenos. En 1966 se supo que, a causa de una deuda, Valdés perdió una finca que tenía en San Ángel y donde vivía con su familia; poco después le embargaron otra propiedad que tenía en Acapulco.

De hecho, se dice que muchas veces pedía financiamiento para sus películas, para producir parte de ellas se endeudaba y terminaba en juicios por no poder cubrir los gastos. Quizá uno de sus momentos más dramáticos fue en 1969 cuando se reportó que Germán Valdés fue encarcelado por cinco horas.

La causa de este encierro se debió a que intentó usar un cheque de 13 mil pesos que no tenía fondos. Luego de llegar a un acuerdo, el actor tuvo que dar 5 mil.

Incluso llegó a decirse que su última película, El capitán Mantarraya (1973), fue su último intento por recuperar algo de dinero. El comediante financió, dirigió y protagonizó la película y gastó cerca de 300 mil pesos con la esperanza de que fuera redituable.

Sin embargo, el actor moriría antes de saber si su plan funcionó. Ya desde años antes comenzó a tener un claro deterioro de su salud. Con el tiempo se sabría que padeció de hepatitis y luego que sería diagnosticado con cáncer de páncreas sin posibilidad de tratamiento.

Lo más delicado y triste del asunto es que Germán murió sin saber esto. Una de las pocas personas que estuvo al tanto fue su hermana Guadalupe Valdés, quien junto con Rosalía Julián, última esposa del actor, es que no iban a darle la trágica noticia para no mortificarlo más.

Rosalía ha dicho que Germán pasó los últimos momentos de su vida feliz y sin preocuparse mucho por su situación económica. Ahora bien, es sabido que tenían que inyectarle hasta cinco dosis de morfina para que pudiera soportar el dolor.

Luego de su muerte, producida por un paro cardíaco, las versiones varían. Se dice que no dejó nada a su familia cuando murió, luego que hizo un testamento dejándole algo a Rosalía y a sus hijos, también que pudo hacerse de un seguro de vida por parte de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) por 40 mil pesos. Sea como sea, el esplendor que alguna vez tuvo Tin Tan, nunca pudo ser recuperado.

SEGUIR LEYENDO: