El sexto capítulo de Luis Miguel: la serie exploró el inicio del rompimiento de una de las relaciones más importantes en la vida del cantante puertorriqueño: la amistad y relación laboral que tuvo con Mauricio Ambrosi —personaje inspirado en Alejandro Asensi, ex mánager del cantante—.
En la ficción, Luis Miguel cada vez se muestra más irritado por los gestos que tiene Mauricio con su hija de tan solo 18 años. Según la puesta en escena, el mánager comienza a mostrarse protector con Michelle una vez que logra convencerla de formar parte de la vida del cantante; con detalles como ir recogerla a una fiesta que se salió de control en Querétaro o prestarle una prenda de abrigo para resguardarse del frío.
Entonces, Luis Miguel se da cuenta de la nueva actitud de su amigo hacia su hija y se muestra a la defensiva: “Escúchame bien. Su padre soy yo, que no se te olvide eso”, expresa el astro de la canción a Mauricio Ambrosi en una escena interpretada por Diego Boneta y Fernando Guallar.
De acuerdo con información de la revista Quién, Alejandro y Luis Miguel se conocieron gracias a la buena relación que existió entre sus padres, el cantante Luisito Rey y el periodista español José Asensi Blasco. En ese entonces, la familia Gallego se había instalado en Madrid, España, y ambos infantes, con aproximadamente seis años de edad, asistían al mismo colegio.
Cuando la familia de Luis Rey se movió a México, los buenos amigos se separaron. No obstante, la relación entre ambos continuó, y cada vez que Luis Miguel viajaba a España, Alejandro lo acompañaba a entrevistas, conciertos y más actividades relativas a su carrera. Así, en 1995, Asensi se convirtió en el mánager del Sol de México.
Desde entonces, ambos trabajaron juntos, acumulando éxitos juntos, y Asensi manejando la carrera y finanzas de Luis Miguel. Pero en marzo de 2008 se destapó el romance que existía entre Alejandro y Michelle Salas, de entonces 18 años de edad. De acuerdo con una edición de ese año de la revista Quién, el periódico El Centro hizo públicos unos emails en donde la hija que el cantante procreó con Stephanie Salas admitió el cariño que sentía por el español 20 años mayor que ella.
En los correos que ambos intercambiaron se podían leer frases como “nunca me arrepentiría de nada” y “entiendo que te preocupes por mi papá, pero a mí no me preocupa”, por parte de Michelle, y la contestación del ex mánager de Luis Miguel: “Por más que uno piense que puede manejar las cosas y que las tiene bajo control, cuando menos lo piensas más se van de las manos. A mí me ha pasado eso contigo”.
A finales de ese año, al mismo tiempo que Aracely Arámbula se preparaba para alumbrar a Daniel, el segundo hijo que procreó con Luis Miguel, en la prensa se reportaba que Michelle estaba esperando un hijo de Asensi. Aunque después el rumor fue desmentido por ella misma, lo cierto ese episodio rompió la relación del Sol con su amigo de la infancia.
Supuestos malos manejos financieros de Asensi también habrían afectado la relación con el cantante. De acuerdo con el libro escrito por Javier León Herrera, Oro de Rey, todo empezó cuando Luis Miguel y Asensi fundaron la productora musical Lion Enterprises, que habría tenido ganancias millonarias. Según el autor, Luis Miguel comenzó a sospechar de que algo no iba bien en el manejo de sus finanzas y encargó una auditoría en la que comprobó lo que temía.
Pero, contrario a esa versión, en el reciente episodio de la serie de Luis Miguel se mostró que no fue Ambrosi (Asensi) quien tuvo malos manejos, sino el personaje de “José Pérez”, un uruguayo al que se le vinculó en el terrible accidente en Perú que afectó el oído de Luis Miguel, y también al que se le presentó sobornando para limpiar su nombre y manchar a Ambrosi en el asunto del desfalco.
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