Juan Soler y Yordi Rosado mantienen una muy cercana relación desde hace varios años y han vivido todo tipo de experiencias juntos; celebran fin de año en el mismo hogar, sus hijos conviven siempre y casi fueron encarcelados por las mismas razones.
Según relataron los actores en la última emisión de Miembros al Aire, ambos han realizado varios viajes juntos y suelen tener algunas costumbres muy peculiares gracias a las que se han puesto en riesgo con las autoridades fuera de México.
Normalmente, para recibir el año nuevo, salen del lugar en donde lo estén celebrando, que usualmente está rodeado de nieve, y realizan su asado al aire libre en climas extremos. Buscando hacer lo mismo que hacen los demás, según Rosado, han llegado a cocinar con temperaturas de hasta -15°C con tal de salir de la cotidianidad.
Gracias a las costumbres de su país, Soler propuso que fueran así sus celebraciones, siempre con grandes comidas y asados, porque el actor segura que en Argentina se acostumbra a que sus reuniones son así y él busca replicarlo con sus amigos en distintos países.
La mayoría de las ocasiones, los viajes los hacen en familia, pero una vez decidieron que fuera sólo de solteros e invitaron a otros dos amigos. Se reunieron en un hotel y violaron las reglas por querer seguir celebrando sus fiestas de la misma forma.
“Estábamos en un departamento en donde no se pueden meter parrillas, tienen una terraza, pero no puedes meter parrillas, y este hotel tenía afuera tres parrillas que las apartas, pero afuera a una zona para hacer asados. Dijimos ‘la metemos, la metemos’”, comenzó el relato Yordi.
Ya que comprobaron que podían llevar uno de los asadores al departamento en el que estaban, comenzaron a buscar las cámaras de vigilancia, personal del hotel que pudiera atraparlos y planearon la forma de llevar a cabo su asado de la forma en que ellos querían.
Uno de ellos sería el encargado de distraer al guardia de seguridad de la recepción, mientras los demás llevarían la parrilla. Exitosamente lograron su hazaña y comenzaron a cocinar dentro del departamento, pero la felicidad no les duró mucho tiempo.
A los tres minutos de que había comenzado a asar la carne, debido al humo, tocaron tan fuerte la puerta del piso que todos se asustaron y se llevaron una gran sorpresa: ahí afuera se encontraba el recepcionista muy enojado con varios policías, los cuales les dijeron “tienen cinco segundos para devolver la parrilla a donde estaba, si no van todos presos”, narró Juan Soler.
Intimidados y asustados, siguieron las órdenes rápidamente y se resignaron a seguir su fiesta en la zona permitida para usar los asadores.
Yordi Rosado dijo que la primera vez que fue a la casa del protagonista de La mexicana y el güero se sorprendió la forma en que el actor atiende a sus invitados y la cantidad de comida que les ofrece.
Soler compartió que, de hecho, esa es su más grande vocación: servir a la gente. Le gusta compartir la “filosofía” de su lugar natal, San Miguel de Tucumán, al comer y disfrutar con sus seres queridos un momento que puede llegar a ser tan íntimo como compartir la mesa.
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