Valentín Elizalde, Sergio Gómez de K-paz De La Sierra, Sergio Vega y Luis Mendoza de Los Ronaldos son algunos de los cantantes del regional mexicano que han asesinado brutalmente. No obstante, antes de ellos hubo más casos de compositores del mismo género que tuvieron ese trágico final; uno de ellos fue Chalino Sánchez.
El 16 de mayo de 1992, en un canal de agua ubicado cerca de la ciudad de Culiacán, Sinaloa, unos campesinos encontraron el cuerpo de Chalino Sánchez. Tenía muñecas y tobillos atados, además de que estaba vendado de los ojos. Le habían disparado dos veces en la nuca.
Su nombre real era Rosalino Sánchez Félix, pero decidió cambiárselo a “Chalino” Sánchez al considerar que Rosalino era muy afeminado. Nació el 30 de agosto de 1960 en Culiacán, Sinaloa. A pesar de haber nacido en una familia de bajos recursos cuyo padre murió prematuramente, Chalino sería el centro de muchas leyendas.
Se sabe que, en los años 70, durante su adolescencia, tuvo que cruzar de forma ilegal la frontera y que se estableció en Estados Unidos. No obstante, una de las versiones que existen sobre sus motivos para dejar su país natal es que estaba huyendo de un asesinato que él mismo perpetró.
Según esta historia, una de las hermanas del futuro cantante fue abusada sexualmente. Chalino, con claros deseos de venganza, se cruzó con el responsable de dicho abuso y lo mató a balazos. Después de ello, cuando estuvo en Inglewood con una tía suya, comenzó a buscar diferentes formas para subsistir.
Primero hizo trabajos pequeños, entre ellos estaba ser lavaplatos o lavacoches. No obstante, con el tiempo también se adentraría en la venta de droga (en pequeñas cantidades) y estableció un negocio con su hermano, Armando, como coyotes; es decir, ayudaban a indocumentados a cruzar la frontera.
La familia de Chalino viviría otra tragedia en 1984. Ese año encontraron el cuerpo de Armando en un hotel de Tijuana, lo habían matado haciendo uso de un arma de fuego. Se cree que esto coincidió con el encarcelamiento del cantante, mas no se saben los motivos de este supuesto encierro.
De cualquier forma, es un hecho que la muerte de su hermano mayor fue el detonante para iniciar su carrera musical. Si es verdad la parte de la prisión, entonces Chalino compondría su primera canción tras las rejas y, con el paso del tiempo, se haría de cierta fama entre los reos del lugar.
Sánchez empezaría a componer canciones para todos aquellos que tuvieran historias interesantes y, poco a poco, sumaría varios corridos. Una vez fuera, y por recomendación de los contactos que hizo, pudo ir a los Estudios San Ángel, en Los Ángeles. Ahí grabaría sus primeros demos.
A pesar de sus pequeñas presentaciones y de que sacaba canciones constantemente, Chalino obtendría la fama hasta 1992 a raíz de una balacera en un concierto suyo en Coachella. En ella lograron herirlo, pero también contribuyó al sacar una pistola y comenzar a disparar a Eduardo Gallegos, el hombre que detonó la agresión.
La leyenda de Chalino Sánchez empezaría desde en ese momento. Se dice que lograron perforarle un pulmón y que, a pesar de ello, sobrevivió luego de pasar varias semanas en el hospital. Su música comenzaría a ser más consumida, su fama ya no sólo era local: había comenzado a llegar con más fuerza en las ciudades norteñas de México.
Ya para ese momento era conocido como “El Rey de los Corridos”. El problema es que esta fama duró apenas unos meses. El 15 de mayo de 1992 fue a dar presentación en Sinaloa y dicen que recibió una nota donde lo amenazaban de muerte.
A pesar de la alerta y de que, aparentemente, lucía bastante afectado por dicha advertencia, Chalino siguió adelante con su concierto. Luego de ello, salió en compañía de unos amigos y de uno de sus hermanos; estaban dispuestos a ir a fiesta a celebrar.
Fue en pleno trayecto que su vehículo fue interceptado por un grupo armado en camionetas. Cuando abordaron a Chalino y compañía, los hombres se presentaron como policías y dijeron que su comandante quería hablar con el compositor a solas.
El cantante de Nieves de enero no quería poner en riesgo a sus acompañantes, así que aceptó de buena gana y se marchó con este grupo. Nunca volvieron a verlo, no se supo nunca la verdadera identidad de los hombres que los acorralaron y mucho menos quiénes fueron los que dispararon contra Chalino.
A la edad de 31 años, este oriundo de Sinaloa murió en su tierra natal y dejó a una esposa y dos hijos: Cynthia y Adán. De hecho el segundo también se haría cantante, pero también tuvo un final trágico cuando murió a los 19 años en un accidente automovilístico.
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