En octubre de 1978, Juan Gabriel había publicado su décimo segundo álbum de estudio, Mis ojos tristes. En esta producción contó con la colaboración del Mariachi América, creado por el músico Jesús Rodríguez de Hijar y que ya por entonces era uno de los grupos más reconocidos en su género.
Quizá varias de las canciones de este disco no son tan recordadas como los grandes éxitos del “Ídolo de multitudes”, al menos no al grado de un Querida o Amor Eterno; sin embargo, una de las piezas de Mis ojos tristes sobresalió entre las demás. El problema es que fue no fue a causa de la conmovedora letra o su estructura musical.
María de todas las Marías fue estrenada durante una de las transmisiones de Siempre en domingo, programa en el que Juan Gabriel era muy bien recibido por Raúl Velasco, quien constantemente lo reconoció por su talento. El problema comenzó cuando el público presente cuestionó al oriundo de Michoacán sobre este tema.
Las primeras líneas que de esta canción decían “María de todas las Marías. Tan bella que hasta te pareces a la madre de Dios”. Fue precisamente por estos versos que muchos mexicanos (y quizá gente de otros países, también) se ofendieron.
Juan Gabriel nunca escondió para quién era esta canción. María Félix, la gran actriz de cine, la diva de la Época de Oro, había sido su fuente de inspiración y el compositor quiso inmortalizarla y hacerle un regalo.
El problema fue que no querían que compararan a la actriz con un símbolo religioso tan importante como lo era la Virgen María. Si bien la propia “Doña” era importante para México, el público consideró inapropiado que Juan Gabriel la subiera al nivel de una imagen religiosa en un país donde la mayoría se proclama católico.
Fue por ello que Velasco, en un intento por calmar las tensiones entre el público y no criticaran más al intérprete del Noa, Noa, lo volvió a llamar al programa para aclarar la situación. Pero no sólo se limitó a darle el espacio a Juan Gabriel para hablar, sino que sorprendió a todos al lograr que la misma María Félix pisara su foro de televisión.
No era la primera vez que alguien le componía una canción la gran actriz. En 1946 Agustín Lara hizo lo propio con María Bonita, donde profesaba el inmenso amor que tuvo por quien fuera su esposa durante dos años. Por lo anterior, La Doña ya tenía la experiencia de que le hicieran lo que ella consideraba el “mejor regalo de su vida”.
Raúl Velasco, aprovechando la oportunidad, le preguntó a la actriz si consideraba que una canción era mucho mejor regalo que el dinero. María Félix, con la seguridad y la soltura que siempre la caracterizó, respondió:
“Cuando ya lo tienes (el dinero), ya no sabes si lo tienes o si no lo tienes. Pero cuando te hacen una canción sí sabes lo que estás recibiendo, porque es tu corazón el que late”.
De ahí le cuestionó si no le parecía una ofensa que Juan Gabriel usara la imagen de la Virgen María para compararla por su belleza. Félix, de nueva cuenta, salió a favor del intérprete y dejó en claro una cosa: todos tienen su propia imagen mental de la Virgen.
“Cada pintor ha tenido su modelo de una Virgen: negra, morena -preciosa, como la nuestra-... A lo mejor Juan Gabriel tuvo la idea de su Virgen, ¿por qué no? Es muy bonito lo que él ha dicho (...). Se puede imaginar a la virgen de una manera; o la imaginas rubia, o la imaginas morena. Tú (Juan Gabriel) la imaginaste morena... y yo doy las gracias”.
Raúl Velasco dejó que el Divo de Juárez se hiciera con el escenario en compañía de La Doña para cantar de viva voz su María de todas las Marías. Eso sí, antes de que esto pasara, Juan Gabriel pidió disculpas por la ofensa que pudo haber cometido, pero aclaró que “la Virgen María es una señora, pero la señora Félix es otra señora”.
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