El 25 de octubre de 1982 la familia Pinal sufrió uno de los golpes más duros en su historia. Un accidente automovilístico arrebató la vida de Viridiana Alatriste, la hija que la última diva del Cine de Oro mexicano procreó con el productor Gustavo Alatriste y a quien llamaron en honor a la cinta del director español Luis Buñuel en la que ambos trabajaron.
Pero su prematura muerte, con tan sólo 19 años, no solo marcó el fin de una prometedora carrera en el mundo del espectáculo y un dolor inmenso en su madre, también cimbró en la vida del actor Jaime Garza, quien al momento del accidente era su pareja y quien la mantuvo presente en la memoria hasta sus últimos años.
El amor entre Jaime, quien se perfilaba para ser un galán de televisión en la década de los ochenta, y Viridiana surgió cuando ambos trabajaban en el programa de televisión cómico ¡Cachún Cachún Ra-Ra!, en donde Garza interpretaba a “El pelos” y Alatriste a “Viri”.
El programa que simulaba una preparatoria fue propicio para que ambos comenzaran una relación, que pronto se convirtió en un romance juvenil: “Fue un romance de novios, pero no fue tan largo, no fue mucho, poco más de un año, quizá. No llegamos a vivir juntos ni nada”, recordó Jaime hace un par de años en entrevista con Ventaneando.
Al ser parte de la misma comunidad artística, una tarde la pareja organizó una reunión con amigos en el departamento que Jaime tenía en la calle de Mimosa, en la Ciudad de México, según narró él mismo. No obstante, la joven tuvo que irse de repente.
Las versiones sobre por qué dejó el domicilio a altas horas de la noche son inciertas. De acuerdo con lo que relató el actor a los medios de comunicación en 2017, Viridiana se retiró con naturalidad y simplemente tenía que regresar a casa, pues dormía en casa con su madre.
No obstante, años después, Jaime aseguró que Viridiana mostró una actitud extraña al despedirse sin aviso previo. Actitud que incluso le recriminó, pues ella había organizado la velada: “Ella estaba ahí, era una reunión pequeña con amigos míos y de ella. Y de repente noté algo raro, me dijo: ‘Ya me voy’. Estaba bien, no la vi borracha ni nada, sentí injustificada o repentina su decisión porque ella había invitado gente. La vi inquieta, preocupada, no sé por qué”, contó durante una entrevista con el periodista Gustavo Adolfo Infante.
El siguiente recuerdo que guardó Jaime después de que supo que su novia se marchaba, fueron los golpes en su domicilio al día siguiente. Era el aviso sobre el accidente y el fallecimiento de Viridiana.
“Se me fue el avión, no me acuerdo cuánto tiempo, no sé. Me dicen eso (que se accidentó) y se me borró. Y realmente es una desgracia, en primer lugar para ella porque tenía un futuro maravilloso, una condición, sensibilidad artística, de percepción”.
El Volkswagen Atlantic que manejaba la actriz cayó por un barranco al descarrilarse de los carriles laterales de la avenida Toluca, en la zona de Santa Fe. Según reportaron distintos medios, Alatriste no llevaba el cinturón de seguridad puesto, pues en ese entonces no era obligatorio, y finalmente un golpe en la sien le provocó la muerte.
Pero Viridiana no sería olvidada. Su madre, Silvia, la recuerda “muy linda, muy pegada a mí, muy cariñosa, alegre, inquieta”, según narró a las cámaras de Las Estrellas en el 2019. “Quién sabe cuántas obras habría hecho ya, porque le gustaba el teatro clásico”.
Por su parte, Jaime hizo lo mismo y guardó en su memoria a Viridiana como un “ángel”. Incluso, mantuvo un retrato de ella cerca y siempre supo que lo cuidaba. Hasta hoy, que el actor falleció a los 67 años de edad y quizá podrá reunirse con ese amor de juventud que quedó interrumpido.
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