Raúl Velasco siempre ha sido recordado como una de las figuras de televisión más importantes que tuvo México durante el siglo pasado. Gracias a su programa Siempre en domingo se hizo todo un símbolo del entretenimiento, pero también alguien muy cercano a los músicos de la época.
Desde el 14 de diciembre de 1969 hasta su retirada, el 19 de abril de 1998, Siempre en domingo fue uno de los programas que acercó al entretenimiento a la gente y que dio varias primeras oportunidades a los artistas. Fue tal su impacto que, dentro del medio se creía casi obligatorio que un cantante debía presentarse ahí si quería tener éxito en su carrera.
Uno de estos músicos y compositores que tuvo la fortuna de ser aceptado en el foro de Raúl Velasco fue Juan Gabriel. Ocurrió durante los años 70, luego del éxito que tuvo gracias a su canción No tengo dinero y que sería su primer escalón hacia la fama internacional que le esperaba posteriormente.
Velasco no ignoró su potencial y, en una conversación que tuvo en televisión hace muchos años, recordó a Juan Gabriel cuando este ya era un cantante consolidado. En esa charla mencionó que, luego del debut del Divo de Juárez en su programa, la compositora de Bésame Mucho, Consuelo Velázquez, subestimó a este joven originario de Michoacán y consideró que su fama sería efímera.
Raúl la contradijo y ahora tenía cómo defender su opinión: Juan Gabriel era una gran estrella y sólo había sumado éxitos que incluso llegaron a ser traducidos en otros idiomas como el alemán. Por otra parte, el presentador de televisión sabía de la tendencia de este intérprete por evitar ser una celebridad de la pantalla chica.
De nueva cuenta se comportó comprensivo con él: “No trabaja en televisión, francamente él prefiere reservarse para no quemar sus presentaciones, para que no esté muy visto en televisión y la gente tenga más ganas de verlo. (...) Respetamos profundamente su forma de pensar y su forma de sentir”.
Incluso Velasco, haciendo uso de su espacio en televisión, logró reunir a Juan Gabriel, un cantante de renombre, con María Félix, la gran actriz de la Época de Oro del cine mexicano. Luego de que el compositor estrenara su canción María, María y admitiera que “La Doña” fue su fuente de inspiración, Velasco le dio el espacio para que Juan Gabriel pudiera cantar este tema a la actriz en vivo y en directo.
Todas estas anécdotas son un tanto conocidas en el medio, pero hubo una ocasión en particular de la que no se supo hasta principios de los 2000. En una de las últimas entrevistas que se le pudo hacer al conductor para Historias Engarzadas, Raúl contó una vez que defendió a Juan Gabriel de la gente que se quejaba de sus movimientos delicados.
Si bien Juan Gabriel fue muy tímido al inicio de su carrera, conforme tomó soltura y confianza en sí mismo, comenzó a interpretar sus canciones con movimientos y bailes que llevó a mucha gente a criticarlo y a tacharlo de “afeminado”. Esto, para esa época, seguía generando controversia, por lo que había público que rechazaba la idea de que el “Ídolo de Multitudes” se presentara en el programa de Velasco.
A Raúl lo buscaban para quejarse y para exigir que Juan Gabriel ya no fuera invitado. Debido a la presión que trataban de imponer en él, no tuvo de otra más que salir en defensa del cantante, por lo que dijo “Señores, en Siempre en domingo no programo sexos, programo talento y el señor Juan Gabriel tiene un talento indiscutible”.
Por ello aseguró que el intérprete de Querida siempre iba a tener un espacio en su programa. Esto lo mantuvo hasta que Raúl Velasco tuvo que salir de televisión por motivos de salud y sería compensado por todas esas veces en las que ayudó y defendió al Divo de Juárez.
Raúl también era productor del Festival Acapulco. En 1996 estaría a cargo de este evento por penúltima vez y quería retirarse trayendo a grandes artistas. Pensó rápidamente en Juan Gabriel y no dudó en hacerle la invitación.
El michoacano al principio se negó escudándose en que tenía muchos compromisos encima. Esto conmocionó a Raúl y, con insistencia, insistió con su invitación:
“Por lo que más quieras te lo pido. Por tu mamá ven y hazme ese programa. Te necesito... siento que va a ser mi último festival... y en mi último festival quiero tener a una de las gentes más importantes que yo haya lanzado en mi programa”.
Esto bastó para que Juan Gabriel aceptara y tuviera una presentación por alrededor de una hora. Según contó Raúl Velasco a Mónica Garza y notoriamente conmovido, esto fue un acto “muy generoso” por parte del cantante.
SEGUIR LEYENDO: