El ícono de la llamada Época de Oro del Cine Mexicano, Pedro Infante, triunfó en el mundo artístico en compañía de su esposa María Luis León, de quien nunca se divorció y la razón fue una incógnita por muchos años, hasta que sus personas cercanas revelaron la verdad.
Pedro Infante tuvo que enfrentarse a críticas por estar cayendo en la bigamia al casarse con Irma Dorantes, tener una familia con Lupita Torrentera y seguir casado con María Luisa León desde su juventud, pero él nunca quiso hablar del tema.
Después de su muerte, las teorías eran varias, entre ellas siempre resaltó aquella según la cual el actor estaba tan agradecido con su primera pareja, que nunca quiso separarse de ella, pero sus sobrinos e hijas opinan algo muy diferente.
Infante y León contrajeron matrimonio el 19 de julio de 1939. María Luisa aceptó acompañar a su esposo a perseguir su sueño de ser un afamado cantante y actor en la Ciudad de México, lo que logró rápidamente Pedro al distinguirse por su talento.
Después de lograr protagonizar algunas películas como Los tres García (1946) o Nosotros los pobres (1947), su éxito fue haciéndose cada vez más grande y conquistó a muchas mujeres, entre ellas a su colega Lupita Torrentera, quien era bailarina en el teatro Follies Bergere.
Ambos cayeron completamente enamorados y decidieron iniciar una relación cuando ella tenía sólo 14 años. En 1947 tuvieron a la primera de sus tres hijos. Lupita aseguró no saber que él era casado, pero cuando lo supo, llegó furiosa a la vivienda en la que vivía Infante con María Luisa y terminó su relación.
Lupita Torrentera reveló en La Historia detrás del Mito que ella después se enteró que la esposa del histrión estaba al tanto de la relación extramatrimonial que tenía su esposo, pero se negó a dejarlo ir, según sus familiares, porque temía quedarse sin ningún recurso.
El 10 de marzo de 1953, Pedro Infante contrajo matrimonio con su segunda esposa, Irma Dorantes. Cuando León se enteró de lo que ocurría, pidió anular ese matrimonio.
“(A) esa mujer lo único que le interesaba era el dinero. Entonces ella tuvo un arreglo, según me decía Pedro: la mitad de lo que Pedro ganara, se le iba a María Luisa. La mitad para que lo dejara en paz. Cuando por fin la convence de divorciarse, creo que en aquella época le dio un millón de pesos”, reveló Irma en La Historia detrás del Mito.
Irma Infante, hija de los actores, confirmó las palabras de su madre, pues según recuerda, León era tan ambiciosa que después de cada película grabada o presentación dada, ella siempre estaba ahí pidiéndole a su marido la mitad de las ganancias obtenidas.
El sobrino de María Luisa, Jaime León, aseguró que Pedro Infante nunca dejó de lado a su esposa y a su hija adoptiva, pues siempre iba a visitarlas y les daba dinero y regalos, lo mismo con el resto de la familia.
Por miedo a que el protagonista de Pepe El Toro se quisiera deslindar de su manutención y la de la pequeña Dora Luisa, la esposa del histrión luchó hasta la muerte de éste por mantener su matrimonio, al menos de forma legal.
La “obsesión” de María Luisa hizo que se anulara de forma oficial la relación entre Irma Dorantes y Pedro Infante el 9 de abril de 1957, por lo que el 14 de abril Pedro Infante contrató una avioneta en Mérida, donde se encontraba, para regresar lo más pronto posible a la Ciudad de México.
El 15 de abril Pedro Infante falleció mientras piloteaba la aeronave en la que pretendía regresar para casarse nuevamente con Dorantes. Cuando los restos de Infante regresaron a México, en todo momento fueron acompañados por María Luisa León, quien murió años después siendo la única y oficial viuda de Infante.
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