La Carabina de Ambrosio fue un programa que combinaba la comicidad con lo musical, por lo que se convirtió en un ícono de la televisión mexicana en la década de los ochenta, la producción de Humberto Navarro se transmitía los domingos en el entonces Canal 2 de Televisa.
Es por esto que las generaciones que crecieron viendo a personajes como César Costa, Xavier López Chabelo y Roberto Ramírez Garza —conocido como Beto El Boticario— recordarán siempre con cariño los sketches y segmentos como El Mercado de Lágrimas.
Este día se dio a conocer el fallecimiento de Gina Montes, la vedette que aparecía bailando en la introducción del programa. La artista de origen brasileño se hizo famosa por aparecer en tan característico momento de La Carabina de Ambrosio; sin embargo, tras quedar embarazada y realizar un viaje hacia Nueva York, su médico le recomendó que se quedara a vivir ahí por la salud de su hija.
Es así como Gina Montes pasó de tener un gran éxito a lado de reconocidos personajes en el programa estrenado en 1978 a realizar trabajos alejados del mundo del espectáculo, incluso hubo especulaciones respecto a un supuesto secuestro, pues después de su cambio de residencia ya no volvió a tener los reflectores en la televisión mexicana.
Junto a la característica cortinilla de bienvenida a La Carabina de Ambrosio también se encontraba el segmento en el que Xavier López actuaba como el hijo pequeño, Alejandro Suárez como el padre y Judith Velasco como la madre abnegada.
Con el paso del tiempo, los personajes y colaboradores de La Carabina de Ambrosio se han ido despidiendo de este mundo, pues además de Gina Montes, Chabelo falleció en marzo de 2023; sin embargo, la historia de Judith Velasco terminó en tragedia, pues su salud mental se vio deteriorada por la falta de trabajo.
Ella llamaba mucho la atención entre el elenco por ser una mujer bastante atractiva y que de hecho formaba una excelente mancuerna con Chabelo. Ya antes había mostrado su talento para la comedia en otros programas de Humberto Navarro como El Show de Bartolo, donde compartía créditos con Enrique Guzmán.
Velasco participó en La Carabina de Ambrosio hasta 1981, de ahí se dice que su carrera comenzó a tener un declive. Tuvo unas cuantas participaciones en algunas telenovelas como Cuando los hijos se van en 1981; también trató de hacer lo posible para tener actuaciones en algunas películas como Al cabo que ni quería y Municipio de la muerte.
Sin embargo, todas estas participaciones serían como personajes extra o con breves apariciones. Según personas que trabajaron anteriormente con ella, comenzaron a notar cómo la falta de trabajo empezó a cobrarle factura: la veían demacrada, cansada, con un aspecto un tanto enfermo y bastante decaída.
En La Historia detrás del Mito, Xavier López recordó a Judith y el espacio que tenía en su vida. Ella vino de Cuba en la misma compañía de teatro en la que estaba Teresa Miranda, con quien el comediante infantil se casaría años después y conformarían una familia.
Xavier mencionó que Judith pasaba los fines de semana en la casa que compartía con Teresa, puesto que tenía una excelente amistad con ella. Esto repercutió en Xavier, quien también desarrolló estima por la vedette.
No se sabe qué tanto se frecuentaron Xavier y Judith luego de la salida de esta de La Carabina de Ambrosio. Aun así, el comediante y presentador mencionó una breve anécdota en la que se encontró con una Judith desesperada y sin empleo.
Xavier, quien intentó encontrar la forma de ayudarla, le sugirió que entrara como uno de los personajes de su programa. Hubo una época en la que Eugenio Derbez formó parte de En Familia, el programa por el que López era más popular; ahí, Eugenio daba voz a un muñeco robot.
La idea de Chabelo era que, ya que Derbez había salido del programa, ahora el robot sería una niña, misma a la que Judith podría darle voz. No obstante, a pesar de las buenas intenciones de Xavier, ya era demasiado tarde: “Pero ahí fue cuando me di cuenta que Judith no estaba muy bien... ya poco tiempo fue que se sintió más mal... y pasó lo que pasó”.
El 16 de febrero de 1994, Judith Velasco salió de su departamento. Llegó a la estación del metro de División del Norte, llegó a la zona de vagones, esperó y, cuando notó que el tren se aproximaba, se lanzó a las vías del metro. No pudieron frenar a tiempo y murió al instante.
Se dice que, cuando se llevaron su cuerpo al Servicio Médico Forense, Judith sólo pudo ser reconocida por compañeros suyos gracias a la credencial de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) que llevaba consigo.