Fue en 1994, un año antes de su trágica muerte, cuando Selena Quintanilla brilló también en la pantalla de televisión además de en los escenarios musicales. Con el fin de promocionar su imagen y proyectarla en el gusto de los mexicanos, la estrella participó en su debut como actriz en Televisa.
Gracias a la invitación de Emilio Larrosa, famoso productor de telenovelas de corte popular, Selena Quintanilla fue parte de dos capítulos de la recordada telenovela Dos mujeres, un camino, proyecto que representó la incursión en una nueva faceta para la diva chicana.
Y es que Selena siempre tuvo la intención, además de su amor por la música, de probar suerte en el rubro actoral, por lo que la plataforma del Canal de Las Estrellas fue la oportunidad ideal para catapultar su imagen ante el público masivo.
En la producción estelarizada por Laura León, Eric Estrada y Biby Gaytán, Selena Quintanilla apareció con su mismo nombre y encarnó a la novia de Ramiro Delgado, entonces integrante de Bronco, grupo que gozaba también de un punto cumbre en su carrera.
En un inicio se planteó que la participación de Selena en el melodrama sería únicamente una actuación con su banda en las escenas grabadas en el Rodeo de Medianoche de Monterrey, sin embargo, su incursión en la telenovela finalmente fue un tanto más extensa.
Así habló Selena en aquel momento para TVyNovelas:
“La idea era salir cantando con la banda, pero todo cambió cuando llegué allí y terminé interpretando a la novia de Ramiro Delgado, repitiendo palabras que alguien me decía por un apuntador y hasta grabando una escena de beso. Estaba muy nerviosa porque fue mi primera actuación, pero fue muy divertido”, contó entonces.
A su paso por el proyecto, convivió de cerca con el grupo Bronco, originarios de Monterrey Nuevo León, entonces conformado por Lupe Esparza, Ramiro Delgado, Javier Villarreal y José Luis “Choche”, pioneros del llamado “movimiento grupero de los 90”, estilo musical que luego derivó en otras expresiones musicales como el regional mexicano y la banda.
Pese a que fue sólo un día de grabación de las escenas de Selena, la artista se ganó la simpatía de sus compañeros, y los integrantes de Bronco se llevaron una gran impresión de aquella chica tejana que ya gozaba de gran popularidad en el sur de Estados Unidos y el norte de nuestro país.
Sobre la convivencia con la recordada superestrella en la grabación de la telenovela, así se expresó Lupe Esparza, líder y vocalista de la banda:
“Era una niña muy correcta, muy recta, con un talento impresionante, una gran estrella que nos dolió tanto que nos la quitaran. (En la telenovela) fue el único momento en que tuvimos la oportunidad de verla como si se hubiese quitado un peso de encima. Actuó muy libre, muy normal, muy juguetona, risueña, feliz de compartir con nosotros”.
Pero no sería hasta después de un año que una noticia impactó al mundo, la joven fue brutalmente asesinada en marzo de 1995 a manos de su amiga y presidente de su fanclub, Yolanda Saldívar, quien la citó en un motel para hablar de negocios, y terminó disparándole en el omóplato, hecho que generó una fuerte hemorragia que acabó con la vida de la intérprete de No me queda más.
Con el fatídico suceso, el mundo hispano lloró la muerte de la estrella en ascenso que prometía alcanzar los más altos sitios de la fama, y que con su música también marcó un legado de inclusión entre la comunidad mexicoamericana, por lo que su impacto, además de musical, tuvo una repercusión social.
Pero fue en 1997 cuando la agrupación de Monterrey incluyó en su álbum La última huella la canción Morena, en homenaje a la inolvidable diva. El tema es una sentida composición que habla del dolor que causó su muerte y además una suerte de crítica contra quienes lucraron con el deceso de la cantante. Así reza la letra:
Ay, qué pena, y melancolía al saber que poquito a poquito se olvidan de ti si vieras, morena mía tus canciones se van apagando casi sin sentir.
Es cierto, dolió mucho tu partida para muchos fue el negocio de su vida, fue mentira que murieran de dolor.
Tus recuerdos también son signo de pesos con películas y retratos de tu vida y eso sí que me lastima el corazón.
Yo te sigo recordando, para mí, te lo juro que tú no has partido jamás.
Algún día yo no sé cuándo cantaremos juntitos a Dios por allá.
Yo te sigo recordando, y desde el cielo, si quieres morena me puedes mirar, estoy día y noche por ti llorando.
Mi alma y mi pecho siguen sangrando nada me puede a mi consolar, qué pena...
Tú, vivirás eternamente en el corazón de la gente que realmente te quiso y que te quiere.
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