En la madrugada del 7 de mayo un usuario subió a Twitter la fotografía de un portón negro con un letrero amarillo que dice “Se renta”, se trata de la ubicación del club nocturno llamado Patrick Miller, ubicado en el número 17 de la calle Mérida, entre Puebla y Avenida Chapultepec, Ciudad de México.
No fue hasta la tarde del viernes que las personas estallaron en tristeza por el probable cierre definitivo del sitio, la reacción de los internautas se dio por la publicación de Marto, un creador de contenido. “No quiero ponerlos tristes, pero el Patrick Miller ya está en renta”, escribió en su tuit.
De inmediato las personas escribieron tuits donde lamentaban el posible final del centro nocturno y recordaron las experiencias que vivieron en este centro nocturno donde acudían a bailar los amantes del género high-energy.
Aunque en su página oficial de Facebook este sitio no se ha pronunciado al respecto, es probable que la administración del sitio decidiera rentar el local debido al impacto económico causado por la pandemia de COVID-19. Tampoco hay información respecto a un cambio de sede.
De acuerdo con una publicación en su página, el Patrick Miller llevaba cerrado desde el 20 de marzo de 2020 por indicaciones del gobierno de la Ciudad de México.
A diferencia de otros antros como Rico Club o el bar Marra, esta disco no fue transformado como restaurante para poder seguir abriendo de acuerdo con las medidas sanitarias contra la COVID-19, las cuales sí permiten el funcionamiento de estos establecimientos.
“Para mi Patrick Miller era el lugar más inclusivo de la ciudad, nadie se fijaba en tu sexo, clase social o edad, todos íbamos a bailar... Vuelve pronto querido.” escribió en un tuit el usuario que se hace llamar Amigobvio.
Otro usuario utilizó la siguiente expresión para definir el sitio: “El lugar donde te sentías etéreo bailando con luces de neón y lasser.”, otras personas escribieron que se sentían tristes por no poder regresar pues esperaban con ansias que el semáforo de la Ciudad de México cambiara y se permitiera la reapertura de antros, bares y discotecas.
“No estoy lista para una CDMX sin Patrick Miller, mi corazón no está listo, mi cuerpa no está lista”, lamentó otra usuaria quien replicó la fotografía.
La cantidad de tuits hizo que el nombre del lugar se volviera tendencia, no obstante, en agosto de 2020 algunas personas ya habían recordado en Twitter las noches de baile en el Patrick Miller.
En redes sociales un hombre guatemalteco logró fama instantánea por sus impresionantes pasos de baile al estilo high-energy (Hi-NRG), género popular en los 70, 80 y 90, que marcó a varias generaciones.
La etiqueta Patrick Miller se volvió viral debido al baile y ritmo de Fabio Rodolfo Vásquez, con el tema Danger, de The Flirts (1983), lo que despertó nostalgia para miles de personas que recordaron la música que seleccionaba esta discoteca, famosa por la gran calidad dancística de sus visitantes.
Este videoclip lo subió para un concurso de una página de Facebook llamada Covi Dance 2020, surgió como una manera de entretenimiento durante la pandemia, sin embargo, las personas de CDMX lo invitaron a bailar en el Patrick Miller cuando este abriera.
Origen del Patrick Miller
Este mítico lugar era un bodegón rectangular con dos pasillos elevados a los laterales y tenía una pantalla en la pared del fondo, el sitio ahora en renta fue testigo del regreso del DJ Patrick Miller, quien volvió a la escena en 1995, este personaje se mantuvo fuera del medio durante un año por un robo de equipo.
Miller es conocido por haber sido uno de los primeros productores de música electrónica en México.
Entre las aspectos más ingeniosos de Dj Patrick Miller se encontraban sus técnicas para mezclar, así como su selección musical. Además hacía uso de una pantalla gigante para proyectar en ella los videos más novedosos del Hi-NRG. Las luces, las cámaras de humo y la música hacía de las presentaciones de Miller un auténtico espectáculo.
En la década de los ochentas cuando el movimiento sonidero se encontraba en plenitud el Sonido Meteoro presentaba al DJ Patrick Miller y a algunos otros para ganar adeptos en el número 8 de la calle Filomeno Mata. Pronto su destreza para seleccionar y mezclar temas que incendiaban la pista de baile sobrepasaría cualquier otra intención calculada para aquellas noches.
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