En el reciente episodio de Luis Miguel: La serie se han abordado los aspectos relacionados con la paternidad del cantante y sus esfuerzos por acoplarse a la presencia de su hija Michelle. Con una historia contada a partir de saltos de tiempo, pudimos ver cómo fue la convivencia entre padre e hija y las implicaciones que derivaron después cuando la adolescente se va a vivir con él.
Y una de las escenas que llamó la atención es aquella donde se puede ver una alusión que hace referencia a un evento de la vida real, se trata de la secuencia ubicada en 1993 donde aparecen platicando los personajes de Ale y Sophie, quienes comentan un tema familiar.
En el jardín de la casa, Ale, un personaje inspirado en Alejandra Guzmán, y Sophie, que alude a Stephanie Salas, se encuentran charlando mientras al fondo juega Michelle en un columpio.
Y es aquí cuando Alejandra le recuerda a su sobrina Sophie que tienen en puerta una noche de fiesta. “No puedo Ale, no tengo con quién dejarla”, dice la madre de Michelle a su tía, “Con tu mamá”, le contesta Alejandra. “Obvio ya le hablé, tiene funciones, la abuela también”, ¿Funciones de qué”, “De la obra ésta de Me quieren volver loca”.
Y es que en este diálogo en que aluden también a “la abuela” Silvia Pinal, se hace además una referencia directa a Sylvia Pasquel, emblemática actriz de los escenarios mexicanos, quien es madre de Stephanie Salas y abuela de Michelle.
La obra teatral a la que se refiere el personaje de Shopie se trata de la puesta en escena Claudia: Me quieren volver loca, un proyecto estelarizado, dirigido y producido por la actriz de 71 años que ha venido desarrollando a través de casi 40 años en distintos momentos y enarbolándolo como una de las obras teatrales más exitosas de México.
Basada en Nuts, obra de Tom Topor, la puesta está basada en un caso real de los 80 que causó escándalo en la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos y representa también una reflexión en torno a la salud mental y la justicia policial.
Fue en 1983 cuando Sylvia, dirigida por el maestro Rafael López Miarnau, montó la obra por primera vez con una temporada con la cual llegaron a celebrar 600 representaciones haciéndose acreedora a todos los premios de la crítica especializada. Con su brillante interpretación, entonces Sylvia fue considerada como la mejor primera actriz joven de México.
En 1993, para celebrar sus 25 años de carrera, Pasquel montó el reestreno de la obra y compartió el escenario con Eduardo Liñán, Oscar Bonfiglio, David Ostrosky, Roberto Blandón, entre otros, logrando una importante temporada de tres años que alcanzó las mil 300 representaciones.
En 2004, nuevamente la actriz montó la obra a petición de su público: “De ahí que tomara la decisión de reponerlo. Me parece una obra inteligente, digerible y actual. Mucha de la gente que me encuentro en la calle y amablemente me saluda, me pedía que la volviera a montar”, dijo la actriz cuando acudió a la rueda de prensa de la obra ataviada con la camisa de fuerza de su personaje.
En aquella ocasión se presentó exitosamente en el Teatro Rafael Solana, y fue acompañada por Aarón Hernán, René Casados, Adalberto Parra, María Rubio y otros actores.
La obra presenta la historia de Claudia Faith Draper, una mujer acusada de homicidio en primer grado, cometido en legítima defensa, a la que sus padres , apoyados por el fiscal del distrito y el psiquíatra, examinan que no está capacitada mentalmente para someterse a juicio por ese cargo.
Claudia en plenitud de sus facultades mentales, junto con su abogado defensor, se somete a la audiencia, rebatiendo las injustas declaraciones de los testigos de una manera audaz e inteligente, demostrando así que no solamente está mentalmente sana, sino que dentro de la ley, la psiquiatría y la familia hay grandes fallas e injusticias.
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