La exactriz de Televisa Allisson Lozz narró un doloroso pasaje en su vida, en el que el acné y las marcas que dejó en su rostro le causaron serios problemas de autoestima, por lo que no quería ni mirarse al espejo o tomarse fotografías.
Desde su cuenta de Instagram, en donde se mantiene en contacto con sus seguidores y fanáticos, Allisson narró que después de haber dado a luz a su segunda hija, Sydney, sufrió un fuerte episodio de acné y, aunque intentó cubrirlo con maquillaje, no logró solucionar el problema.
Aquello significó un duro golpe en su autoestima, pues Allisson siempre había tenido una piel tersa. Incluso en los años en los que trabajaba como actriz y era una adolescente.
“La realidad es que en ese tiempo yo casi no me tomaba fotos porque era algo horrible. Mi autoestima se me bajó muchísimo, yo nunca había tenido acné ni de adolescente, nunca había vivido con algo así”.
“Entonces, el tener y luego un montón y luego yo soy muy ansiosa, entonces estaba llena de cicatrices, pero llena, era una cosa horrible. Yo no me quería ver ni al espejo. Mucho menos tomarme fotos”, contó en la transmisión en vivo.
Durante el video, Allisson contó por primera vez cómo comenzó a trabajar como asesora de maquillaje desde hace un año, luego de haber sido una de las actrices juveniles más exitosas y a la que, sin duda, se le auguraba un futuro prometedor en el medio del espectáculo.
“Yo estaba medio ‘traumis’ con mi trabajo anterior, imagínense yo tenía ya 10 años sin trabajar, poquito más, casi 11. Y yo decía ‘¿trabajar?, ay no, gracias a Dios que tengo un esposito bien trabajador y que no tengo yo que trabajar’. Yo recordaba el trabajo como sinónimo de estrés, sinónimo a no ver a mi familia, sinónimo de estar agotada, sinónimo de tener tiempo cero para espiritualidad. En mi mente todo el trabajo era así”, recordó.
A pesar de ese prejuicio, Allisson siguió el consejo de su hermana Azul, quien también labora en la reconocida marca de maquillaje, y comenzó a trabajar como asesora de la marca.
Actualmente, Allisson reside en Colorado, en Estados Unidos, en donde comparte la vida con su esposo Eliu y con sus dos hijas, Syndey y London Rose, ambas aun menores de edad.
Y aunque se ha mantenido lejos de las cámaras desde hace más de una década, a través de las redes sociales ha dado de qué hablar a sus seguidores en múltiples ocasiones.
Incluso, a finales del año pasado, Allisson confesó a sus seguidores en Instagram que está perdiendo la visión. Hecho que confirmó durante el último live que hizo desde la plataforma digital, desde donde informó que no puede manejar por esos problemas.
“Estoy bien ciega desde bien jovencita y me dijeron que para los 30 ya no iba a ver nada. Entonces, tengo 28, faltan dos para no ver nada según, esperemos que la tecnología avance más, pero sí”, contó en ese entonces.
Lozz, quien fue protagonista de exitosas telenovelas juveniles como Al Diablo con los Guapos o En nombre del amor, explicó que lleva lentes desde segundo de primaria. Su gran ilusión era operarse al cumplir la mayoría de edad, pero cuando llegó el momento, los doctores le informaron que no podían someterla a cirugía y que su córnea estaba muy dañada.
“Me dijeron que mi córnea estaba muy mal y que no iba a poder aguantar la cirugía y que necesitaba tratamientos para fortalecer la córnea o a los 30 (años), más o menos, iba a quedar ciega, y sí estoy viendo que ya estoy quedando medio ciega, yo pensé que no... El tiempo pasa muy rápido”, concluyó.
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