Paisley Park, donde Prince vivió y trabajó, recibirá a 1,400 fans selectos el miércoles para conmemorar el quinto aniversario luctuoso del músico desde su santuario creativo.
El enorme patio interior del estudio estará abierto a aquellos que se apresuraron a hacer su reserva gratuita, mientras que otros fans pueden dejar flores y recuerdos fuera de las puertas principales frente a la estatua con la forma de su famoso símbolo púrpura del amor.
Una urna de cerámica hecha ex profeso con la forma de Paisley Park y el símbolo de Prince en el tope fue colocada originalmente en el patio del estudio de la leyenda del pop de 65,000 pies cuadrados (más de 6,000 metros cuadrados) en los suburbios de Minneapolis cuando abrió por primera vez como museo en octubre de 2016. Por solicitud de la familia de Prince, las cenizas fueron llevadas a un punto menos prominente del patio y eventualmente retiradas por completo de la vista pública, lo que decepcionó a la legión de fans de Prince.
Esta es la primera vez que la urna ha regresado al patio para ser mostrada al público.
Prince falleció el 21 de abril de 2016 por una sobredosis accidental de fentanilo a los 57 años, lo que dejó en shock a sus seguidores y desató una ola de dolor alrededor de mundo. Desde entonces Paisley Park se convirtió en museo y se crearon visitas pagadas. Las visitas se suspendieron por el día para conmemorar el quinto aniversario luctuoso.
“Celebramos su vida y su legado cada día en Paisley Park, un lugar que Prince quería compartir con el mundo”, dijo el director ejecutivo de Paisley Park Alan Seiffert en un comunicado. “Así que en este día especialmente reconocemos la fuerza increíble e inspiración que Prince tiene en la vida de la gente y abrimos nuestras puertas a ellos para que rindan homenaje”.
Paisley Park también publicará un memorial en internet en Paisleypark.com.
Pepe Willie, el tío político de Prince y uno de sus primeros mentores musicales, todavía llora cuando piensa en el fallecido astro.
“Fue devastador”, dijo recientemente a The Associated Press sobe el momento en el que se enteró de la noticia. “Estaba en la sala en ropa interior viendo la televisión y no podía moverme, no podía hacer nada, estaba tan en shock. Era increíble”.
Conocido como el “padrino del sonido de Minneapolis”, Willie conoció a Prince cuando el astro era un joven prodigio musical después y él acababa de casarse con su tía. Ambos crearon una lazo a través de la música mientras Prince absorbía su conocimiento sobre la industria musical y tocaba para Willie en un estudio.
“Lloré por él tanto”, dijo Willie. “Ni siquiera lloré en el funeral de mi padre”.
Prince: la escandalosa vida del genio musical
21 de abril de 2016. Cerca de las 10 de la mañana. Una llamada al 911 de la ciudad de Minneapolis. Una voz informa que un hombre está tirado en un ascensor inconsciente. Detrás se escuchan algunas voces. La operadora hace algunas preguntas. La voz en algún momento reconoce que cree que el hombre está muerto. Antes de cortar dice de quién se trata: Prince.
Los paramédicos llegan en cuestión de minutos. Los intentos de reanimación no duran demasiado. No hay que saber demasiado para darse cuenta que el hombre lleva varias horas muerto.
Tenía 57 años. Un pasado esplendoroso y todavía mucho por dar.
La noticia recorrió el mundo en minutos a través de las redes sociales. Un mazazo inesperado que provocó uno de esos raros momentos de unanimidad, de recuerdo agradecido, de genuino dolor masivo y de evocaciones conmovedoras. De historias que mostraban cómo el arte de este hombre lejano (en todos los sentidos del término) había atravesado la vida de millones de personas.
Después se supo que se había tratado de una sobredosis de Fentanilo, el opiáceo que tomaba para calmar sus dolores. Escondía la droga en cápsulas de calmantes de venta libre. Una semana antes, al volver de un show, su avión debió aterrizar de emergencia en Illinois porque había perdido el conocimiento por otra sobredosis de Fentanilo. Pero una vez repuesto se fue del hospital sin el alta médica. Hacía semanas que arrastraba una neumonía y su deterioro era evidente pero no había detenido sus actividades. Sus colaboradores le habían sacado turnos con doctores especialistas en adicciones para romper su dependencia del opiáceo. Pero nunca llegó a esa consulta médica. La segunda sobredosis en una semana terminó con la vida de una de los mayores talentos de la música del último medio siglo.
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