Tras estar 29 años al aire, un día como hoy, pero de 1998, la gente se tuvo que despedir de Siempre en Domingo. Entre personalidades diciéndole adiós al semillero de taletos, Thalía cantando Amor eterno y mensajes de artistas que se encontraban alrededor del mundo, se emitió la última entrega de uno de los programas más exitosos de México.
Siempre en Domingo fue un programa conducido por Raúl Velasco, duró casi 30 años al aire sin interrupción alguna. El programa fue tan importante para la televisión mexicana que, casi por obligación, si un artista quería triunfar en México, debía presentarse delante del presentador y recibir su “patadita de la buena suerte”.
Raúl Velasco, el único conductor de Siempre en Domingo, fue invitado en 1969 por Emilio Azcárraga Milmo a conducir el programa dominical con el cual pensaba revolucionar los domingos en los hogares mexicanos, pues nunca antes -ni después, a pesar de los repetidos intentos- se había logrado que un programa dominical musical tuviera tanto impacto en su público.
A principios de 1998, Raúl Velasco anunció que su salud se había visto notablemente deteriorada debido a su enfermedad diagnosticada y se sometería a un transplante de hígado, por lo que su hija, Karina Velasco, lo sustituiría convirtiéndose en la nueva conductora de Siempre en Domingo.
Lamentablemente, el público ya se había encariñado con Raúl y comenzaron a surgir quejas de que el programa había bajado su calidad o no sentían que Karina fuera buen reemplazo, por lo que la audiencia comenzó a ir en picada y los artistas ya no estaban interesados en presentarse ahí.
En sus mejores años, asistieron los más importantes cantantes que hasta la fecha tiene México y Latinoamérica, incluso la mayoría de ellos tuvieron su debut frente a Velasco: Luis Miguel, Thalía, Gloria Trevi, Ana Gabriel, Lucero, Timbiriche, incluso algunas celebridades internacionales como ABBA asistieron.
Se podía sintonizar en el canal de Las Estrellas todos los domingos y en sus inicios la duración promedio fue de 3 horas y media, pero posteriormente, ya que se convirtió en uno de los favoritos de los mexicanos, su duración fue de entre 4 y 9 horas.
Muchas polémicas surgieron durante su emisión, pues Raúl Velasco llegó a ser una persona sin filtros y, gracias a su popularidad, no temía que sus palabras fueran mal tomadas por su público.
Desde 1994 Emilio Azcárraga Milmo comenzó a hacer diferentes modificaciones en la programación de Televisa, lo que llevó a roces con el presentador de Siempre en Domingo, a lo que se le añadió la detección de Hepatitis C en el organismo de Velasco.
Rápidamente, para no perder más televidentes, se decidió que el programa dejaría de emitirse y Raúl Velasco anunció el término de Siempre en Domingo.
Tras 1,480 entregas, más de 10,000 horas al aire y cerca de 350 millones de espectadores alrededor del mundo, Velasco y su hija presentaron la despedida del programa. Durante la última emisión, artistas que ahora son de talle internacional, se presentaron para rendirle homenaje no sólo al programa, sino al presentador.
El programa se transmitió desde un Teatro Aldama lleno de gente. Entre los que le desearon una pronta recuperación al presentador, estuvo Fey, quien agradeció “cómo nos conectaron a través de la música”. Por otro lado, las integrantes de Pandora dijeron que “definitivamente los cantantes tenemos mucho que agardecerle por triunfos, enseñanzas y esmero de muchos años”.
Entre las presentaciones más destacadas estuvo la de Thalía, quien cantó en compañía de una mariachi por primera vez en televisión y un coro de niños Amor Eterno. “Yo no sé cómo darte las gracias, y la única forma que tengo para hacerlo es cantando, que es lo que más amo en la vida, y lo voy a hacer de una forma que nunca antes había hecho en televisión: con un mariachi”, externó la cantante.
“Me da mucho orgullo cantarte, Raúl, esta canción que yo sé, que muy poquita gente sabe, pero yo sé, es una de tus favoritas, una de tus consentidas, una de tus quince grandes. [...] En este momento y en este lugar, mi alma con el alma de muchos seres humanos se une para pedir por ti siempre”.
Durante años se invitó a Velasco a diferentes premiaciones y homenajes en su nombre, pues había marcado un hito en la historia de televisión mundial. Lamentablemente, después de batallar contra una letal cirrosis, Raúl Velasco falleció el 26 de noviembre de 2006.
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