Este día la inolvidable Selena Quintanilla habría cumplido 50 años. La superestrella latina de la música fue privada de su vida a los 23, cuando recibió un tiro mortal en el omóplato por parte de su colaboradora Yolanda Saldívar, marcando así un momento trágico en la historia de la cultura pop del que surgió una leyenda que ha logrado también un impacto cultural.
Y así lo ha vivido Lidia Ávila, quien tiene una conexión muy especial con “la reina del tex-mex”, a quien encarnó en 2006 en el teatro con la puesta en escena Selena: el musical, proyecto basado en la película de 1997 que rinde un homenaje al legado de la cantante mexicoamericana.
Con una exitosa presentación en el histórico Teatro Blanquita de la Ciudad de México, la obra posicionó a Lidia como actriz tras la entonces separación de la banda pop a la que había pertenecido más de 10 años.
En entrevista para Infobae México, la actriz e integrante de OV7 comparte sus memorias del papel con el que conquistó al público hace 15 años y enaltece a la querida y recordada Selena:
“Realmente me preparé con mucho tiempo de anticipación, físicamente estaba muy flaca, se tuvo que usar unos pantalones con rellenos para poder igualar el cuerpo de Selena, y mentalmente, ya se imaginarán, me estuve preparando muchos meses viendo videos, analizando sus movimientos, para no ser una imitación, sino realmente hacer un homenaje a una cantante que al día de hoy sigue estando vigente. Los ensayos eran de días completos, desde la mañana hasta la tarde noche y la verdad fue una preparación increíble”, expresó la también conductora.
Y es que la cantante de Vuela más alto y Mírame a los ojos tiene una relación muy especial con Selena, con cuya música se identificó desde muy pequeña en el seno familiar, e incluso pudo estar cerca de ella en unos premios a la música grupera en el recinto más importante de la Ciudad de México:
Selena marcó mi vida desde mucho antes, yo la conocí desde muy chiquita, me gustaba su música, mi familia es de Sonora y ahí estábamos muy a la mano de escuchar la música de la frontera y la conocí en los premios Furia Musical, ahí cuando fuimos con La onda vaselina con el disco de “Que se pongan botas, que se quiten tenis”, ella pasó al lado de nosotros porque le entregaron un premio y me marcó porque al día de hoy sigue siendo una de mis cantantes favoritas. Fue la única vez, no convivimos con ella simplemente la vimos en persona en el Auditorio Nacional
Selena marcó también un hito en la identidad mexicoamericana y la representación cultural de la población latina y chicana en Estados Unidos, tal es así que se convirtió en un símbolo de lucha para los dreamers y los millennials mexicanos.
“La verdad muy poca es mi relación con la cultura chicana mexicoamericana porque toda mi familia es mexicana y vive aquí, tengo una hermana que vive en Estados Unidos, pero ya se fue grande, lo único cercano son sus hijos que nacieron allá”, contó al respecto la cantante, quien destacó sus temas favoritos de la estrella: “Como la flor, No me queda más, El chico del apartamento 512, Bidi bidi bom bom y Cobarde”.
Ávila destacó también que no recibió críticas respecto a su semejanza física con Selena, por el contario destacó la labor de caracterización de la compañía teatral: “No me acuerdo que hubiera muchas críticas respecto a que no me parecía, se hablaba muy bien del trabajo que se estaba haciendo en la compañía, de mi trabajo, tratamos de igualar el físico a través del maquillaje, la ropa, pequeños rellenos en las pompas y en las piernas porque estaba muy flaca, de lo que yo me acuerdo es que eran muy buenos comentarios”.
Es sabido que la familia Quintanilla posee los derechos de la vida y obra de la fallecida intérprete de La carcacha y Besitos, pero Lidia no recibió retroalimentación de Abraham, Suzette ni A.B.: “Nunca tuve contacto directo con la familia de Selena, todo fue con la productora y de Ocesa, ellos estuvieron en contacto para que autorizaran el guion y todas las escenas de la obra”.
A medio siglo de su nacimiento, Selena continúa viva en el imaginario social y con las canciones que abrieron brecha y marcaron época, también en el corazón de Lidia Ávila, quien la recuerda con cariño:
“Definitivamente su música, su música fue un parteaguas, en aquel entonces creo que fue la mujer que abrió puertas dentro del género regional a pesar de no vivir aquí en México, pero su música tiene un sonido único muy peculiar que al paso de los años sigue sonando vigente y sigue en el gusto de la gente. Creo que es el legado más grande que nos ha dejado a todos”, finalizó.
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