La periodista Atala Sarmiento recordó el periodo en el que sufrió violencia en su primer matrimonio, al que puso fin en el 2004 con el divorcio.
Y ahora en la también conductora explicó cómo fue capaz de salir de ese matrimonio en el que sentía mucho dolor.
De acuerdo con Sarmiento, quien se sinceró en una entrevista con la psicóloga Cathy C de la Barca, todo fue gracias a un autocuestionamiento sobre la vida de las dos figuras masculinas que siempre tuvo a su alcance: su abuelo y su padre.
Según recordó, en la misma época en la que fue víctima de violencia, su padre y abuelo fallecieron en un periodo de seis meses, por lo que comenzó a recapitular la vida de ambos.
“Me fijé mucho en la vida de mi papá, mi papá fue un hombre súper sabio, súper culto, súper inteligente pero que no tuvo suficiente inteligencia emocional para ser feliz y yo no voy a replicar ese modelo”, aseguró.
Mientras que en el caso de su abuelo materno, detalló que fue un hombre muy correcto por las situaciones a las que se enfrentó.
Pero gracias a estos dos modelos Atala Sarmiento logró librarse del dolor y por fin “me abrí a alguien” del trabajo, pero la respuesta que recibió fue lo que la animó aún más para salir de esa situación de violencia.
De aquella plática resaltó: “Los ojos me delatan (...) entonces esta persona del trabajo un día me dijo ‘tú siempre estás haciendo bromas, toda la gente se ríe contigo, entras a esta oficina y eres un cascabel de alegría pero tienes una mirada muy triste”.
A partir de ese momento sólo pensó “alguien miró mi dolor” y “eso fue lo que me dio el valor para animarme a decir ‘esto que estoy viviendo no está bien’, reconocer y verme en el espejo y decir ‘estoy hecha pedazos’”.
Según explicó, quiso recoger esos pedazos rotos y se dijo a sí misma “no me merezco esto, no me merezco esta vida”. Agregó que de no haberlo hecho no se habría perdonado “llegar a una edad, no haberlo luchado por ser feliz, no haber repetido ese modelo de mi papá y vivir con esa rigidez de mi abuelo, eso me lo perdonaría”.
Sin embargo, hasta antes de liberarse de la violencia tuvo miedo de hablar, pues explicó “es un proceso que se vive en silencio y en mucha soledad porque es un tema del que hay mucho tabú para hablarse”.
También se solidarizó con otras mujeres y al vivirlo en carne propia recordó “una está viviendo una situación dificilísima, dolorosísima, muy vergonzosa y no te atreves a compartirlo con nadie”.
Pues aunque a ella una persona cercana le habló sobre su mirada triste, otras personas se quedan con una concepción errónea de la situación: “sabes que la gente, a lo mejor tiene una concepción de ti que te van a decir ‘¡¿tú?!, pero cómo tú que eres una mujer trabajadora, independiente, exitosa, con carácter’”, señaló.
Ya que las personas no conocen la situación de tu hogar o el dolor por el que estás pasando “en donde estás completamente vulnerable, destruida, sola, denigrada, aplastada a tal grado que no te sientes capaz de dar el paso de salirte de eso”, explicó.
Agregó que del dolor el cerebro libera adrenalina para sobrevivir y termina en una situación agotadora que “te desgasta muchísimo”.
Y, al igual que muchas otras mujeres que han pasado por situaciones similares que no pueden salir de eso dijo: “No solo es que te sientes vulnerable, denigrada, incapaz, es que estás agotada, no tienes fuerzas ni para eso”.
Pues además explicó que es difícil reconocer otros tipos de violencia que no son los golpes “mucha gente piensa que violencia es que te pegan”, por lo que se aceptan diferentes situaciones.
Mientras que otras formas de la violencia también se presentan desde lo económico, sexual, psicológio o emocional del que “hay que estar muy atentos de todas esas alertas porque es un espiral que te arrastra como tornado y luego no sabes por dónde salir”.
Para ayudar a las personas con este tema, Atala Sarmiento dio cinco recomendaciones a los espectadores: saber reconocer que estás viviendo una situación que te duele; permitir sentir el dolor; acariciar ese dolor; deshacerse de la autocritica y tener presente a alguien que te abrace espiritualmente.
Finalmente, recordó que el poder salir de cualquier tipo de violencia siempre es un proceso muy doloroso y difícil.
Aunque es importante “saber encontrar cobijo en las personas que sabes que te quieren mucho, pero creo que la familia es una red de apoyo importante”.
Pues su familia, entre ellos su mamá y hermano, también vivieron el proceso con ella desde el dolor; pero también para mantenerse unidos y atentos a los cambios que Atala Sarmiento vivió.
A pesar de ello, la periodista también fue capaz de seguir adelante y de recuperar sus ganas para recuperarse y a darse una nueva oportunidad en el amor.
Y tras diez años de su primer divorcio, Atala contrajo matrimonio con David Ródenas con quien vive en España y de quien explicó es “la única persona que sabe mi verdadero yo”.
SEGUIR LEYENDO: