Enrique Guzmán, el hombre del momento por su historial de presuntas agresiones, acosos y abuso sexual, llegó a México cuando tenía 12 años de edad, procedente de Venezuela, tierra que lo vio nacer.
Fue allá donde aprendió a tocar el cuatro e inmediatamente después la guitarra. El amor por la música lo llevó a fundar su primera banda a los 15 años, en 1958, llamada Los Teen Tops.
El rock n roll, proveniente de los Estados Unidos que otorgó la liberación a la juventud norteamericana, comenzó a influenciar a los jóvenes mexicanos, por lo que se fundaron los primeros conjuntos de adaptaciones y reversiones extranjeras.
En un principio, Guzmán optó por el bajo, pero fue durante sus audiciones en la estación XELZ que se puso frente al micrófono a falta de un cantante, y se decidió a tomar, por fin, el rol que le daría fama en México.
Luego de rodar por fiestas, cafés y otros lugares donde les permitían tocar, Discos CBS, de Columbia, les extendió un contrato para grabar versiones como “La Plaga”, “Buen rock esta noche” o “Confidente de secundaria”, pero fue “El rock de la cárcel” el tema que les dio el éxito que tanto habían buscado.
Pero la chispa se apagó cuando las disqueras decidieron probar una nueva fórmula: lanzar a los cantantes más famosos del momento como solistas. Así comenzó la carrera de Enrique Guzmán en solitario, quien dejó la banda en los primeros años de la década de los 60, a sus cortos 18 años.
El éxito fue tal que luego de los discos Enrique Guzmán Vol. 1 y Vol. 2 lo requirieron para la pantalla grande, pues participó en la película “Twist, locura de juventud”, e hizo algunas más como “La juventud se impone” o “Vivir sueños”, “Nacidos para cantar”.
En el nirvana de su carrera, Enrique se casó con una de las actrices más reconocidas de México, Silvia Pinal y dieron vida a un par de hijos, Alejandra Guzmán, la famosa cantante de pop, y Luis Enrique, quien se mantiene alejado del entretenimiento.
Juntos se convirtieron en una de las parejas más aplaudidas del momento, llegando a protagonizar, incluso, un programa conocido como Silvia y Enrique, en la televisión nacional, pero su historia de amor duró muy poco, pues en 1974 llegó el divorcio.
Esto condicionó la participación de Guzmán en la televisión, por lo que se refugió en la música, y editó hasta siete discos en apenas tres años, pero en 1981 le dio una vuelta impensable a su carrera.
Enrique Guzmán se convirtió en el ganador del Festival de la Organización de Televisión Iberoamericana, mejor conocido como el Festival de la OTI, con el tema: “Con y por amor” de Mario Molina Montes y Chamín Correa.
Fue hasta 1994 que regresó a la televisión para la telenovela “Agujetas de color de rosa”, en la que también actuaron las estrellas musicales Angélica María y Alberto Vázquez.
La caída de Enrique Guzmán entre acusaciones de abuso, acoso y violencia de género
Pese a ser una de las máximas influencias musicales en todo Iberoamérica, la vida detrás de los escenarios y reflectores comenzó a oscurecer sus andadas por el medio del entretenimiento, pues ha sido señalado de toda clase de acusaciones de violencia de género, abusos, tocamientos, etcétera, incluso llegando a aceptar algunas.
Fue Silvia Pinal, esposa del cantante por nueve años, quien abrió el historial de Enrique en su libro autobiográfico. Incluso en la serie que se editó años después, se narraron escenas de celos, de golpizas.
Pero sin duda, los relatos más escalofriantes fueron una presunta violación en contra de la reconocida actriz, escenificada en televisión, así como la formalización del divorcio, cuando Guzmán sacó un arma de fuego y le pidió a Silvia que mejor lo matara.
“Una sola vez le falté el respeto a la Sra. ¿y saben qué? Se lo mereció”, escribió el cantante en su cuenta de Twitter oficial. “Seguramente se me hará fama de ‘golpeador’ después de 50 años lo tendré que aceptar”, agregó.
Ahí no se detienen las acusaciones, pues Frida Sofía, su nieta, hija de Alejandra Guzmán, reveló en fechas recientes que su Guzmán “siempre fue muy abusivo” y dijo que su presencia le daba miedo.
Además, dio a conocer que fue víctima de su abuelo durante su infancia, pues desde los cinco años por el cantante. “Lo odio y más por cómo fue, pasado de lanza, ahorita me quedo así de ‘ándale cabrón, ¿y si el mundo supiera?’ Es un delito”, dijo al periodista Gustavo Adolfo Infante.
Pero a raíz de estas acusaciones surgieron otras desde la opinión pública. Por ejemplo, fue criticado en redes sociales e incluso se viralizó un video en el que parece que hizo un tocamiento indebido a Verónica Castro durante una de las emisiones del programa Mala Noche...No.
En el video de la emisión, se ve al cantante acercar su mano hacia el busto de la conductora, quien rápidamente se aleja para evitar más el contacto.
Tiempo después, en ese mismo segmento, apareció junto a su hija, Alejandra Guzmán, quien comenzaba a hacerse de un lugar en la industria de la música en México.
“Es que luego, cuando viene, luego le tiene que agarrar uno las manos”, dijo Alejandra, mientras agarraba el brazo de su padre, en relación con los el suceso anterior.
Al instante, Verónica la interrogó sobre si su papá hacía esas acciones con ella a lo que no quiso responder y se quedó riendo.
“Ni modo que me culpen por esto, es mi hija y ¡está buenísima!”, dijo Enrique Guzmán entre risas.
Pero el historial podría continuar por algunos párrafos más, pues durante diversas entrevistas ha hecho declaraciones contundentes donde sacó a relucir sus opiniones machistas, y actitudes violentas.
“Un poquito tienen la culpa ellas, ¿no?, porque sí, porque son coquetas, porque siempre están…con el escote provocan y luego se quejan”, comentó en una ocasión a la cadena Univisión cuando se le cuestionó sobre el acoso sexual.
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