Parecería que entre el mundo de la farándula y del deporte existe una ligera línea de separación con el crimen organizado, y es que durante años, más de un artista o deportista han aceptado tener nexos o conocer a importantes capos del narcotráfico.
Julio César Chávez, Kate del Castillo, Carmen Salinas y el recién fallecido, Cepillín, son sólo algunos de las personalidades mexicanas que han aceptado conocer a algún narcotraficante.
Carmen Salinas
La famosa aceptó que se reunió con Rafael Caro Quintero “por accidente” durante una visita que hizo en el Reclusorio Norte, el cual constantemente visitaba porque ahí se encontraba Pepe Magaña, reconocido comediante mexicano que permaneció más de tres años en dicho centro penitenciario.
La actriz y productora recordó en su canal de YouTube la ocasión en la que fue buscada por el fundador del extinto cártel de Guadalajara y se reunió con él mientras cumplía su condena.
“Tenía su mesita para su comedorcito y tenía su refrigeradorcito... ese día me acuerdo que comí unos mariscos de allá de Sinaloa, tan ricos... y Caro Quintero traía una medalla bien bonita, pero cuajada de brillantes y en medio una R de puras esmeraldas, una R de Rafael y traía una hebilla pero una señora (hebilla), también con sus iniciales”, recordó.
Carmen reveló que el capo le pidió el favor de interceder por su liberación con el entonces mandatario mexicano, Carlos Salinas de Gortari, de quien pensó eran familiares ya que sus apellidos coinciden: el papá del ex presidente se llamó Raúl Salinas Lozano, mientras que ella es Carmen Salinas Lozano.
“Me dijo ‘le ayudo a pagar la deuda externa e interna de México, la deuda que tiene yo la pago toda, y a usted jefecita no se vaya a enojar, no se vaya a molestar, no le va a faltar nada lo que le quede de vida porque yo me voy a hacer cargo de que usted tenga un buen ahorro para que no le falte nada’. O sea me estaba ofreciendo dinero para que lo ayudara con Carlos Salinas de Gortari”, dijo Caro Quintero a Carmen Salinas en su encuentro en el Reclusorio Norte.
La actriz le aclaró que no había relación consanguínea, pero se ofreció a enviarle una carta a través del servicio postal.
Kate del Castillo
El famoso encuentro ocurrió en 2015 y la actriz aún carga con el estigma de dicha reunión, por la que incluso sufrió de persecución por parte de las autoridades mexicanas y estuvo a punto de ser arrestada por complicidad.
Un año más tarde se dio a conocer la reunión que tuvio con con el narcotraficante Joaquín Chapo Guzmán, y en la que también asisitió Sean Penn, quien publicó su verdad de la historia en la revista Rolling Stone.
La Procuraduría General de la República (PGR), ahora Fiscalía General de la República (FGR), informó días después sobre la investigación en contra de la actriz por operaciones de procedencia ilícita y lavado de dinero con el Cártel de Sinaloa.
También fue citada a declarar como testigo tras interceder para que Sean Penn entrevistara al narcotraficante. Ya que el gobierno obtuvo parte de la comunicación que tuvo Kate con Joaquín Guzmán para el encuentro que tuvieron en octubre del 2015.
En el 2017, ella demandó a la PGR por presunta persecución y violación a sus derechos cuando fue investigada.
Julio César Chávez
Es uno de los boxeadores más importantes en la historia nacional y su figura no sólo trascendió en gente relacionada con el deporte, sino que llegó hasta territorios como el narcotráfico, pues llegó a establecer amistades con gente como Joaquín “Chapo” Guzmán o Ismael “Mayo” Zambada.
“Conozco al Mayo y al Chapo Guzmán en persona. Conozco a todos (los narcotraficantes)”, son declaraciones recurrente que el Gran campeón mexicano da cuando lo cuestionan acerca de este tema. “Toda mi vida la he hecho en Culiacán, Sinaloa, y de ahí han salido los narcotraficantes más buscados del mundo, pero también salió el mejor peleador mexicano de todos los tiempos”, aseguró.
En el contexto de la presentación de la serie de televisión inspirada en su vida, a César le preguntaron sobre su relación con capos como Amado Carrillo Fuentes, “El señor de los cielos” y Juan José Esparragoza, “El azul”, lo cual, él mismo volvió a confirmar.
“Sí fui amigo de ellos, pero no estaba metido en el narcotráfico. Vivía en Sinaloa, y ahí lo conoces todo, pero jamás tuve la necesidad de lavar dinero para ellos, ni ellos me lo pidieron”, respondió el ídolo sin tapujos y preocupaciones.
Cepillín
Ricardo González admitió haber realizado presentaciones para algunos narcotraficantes mexicanos como Amado Carrillo Fuentes “El señor de los cielos” y Caro Quintero.
“Me atendieron como rey, como mago, me pagaron muy bien y ya. Uno como artista no dice ‘¿Para quién?’. Tú vas y cobras. Yo soy un payaso no policía ni fiscal ni Ministerio Público”, explicó para el programa En sus batallas.
“El artista va a donde lo contratan. De repente te hablan ‘hay alguna fiesta acá en Hermosillo, cuánto, tanto’. Vas allí y a la hora que llegas te das cuenta de que estás en una fiesta de gente famosa, pero de otra forma”, aseguró el famoso. Cepillín definió a los narcotraficantes como: “Excelentes personas, así te lo digo, excelentes personas dentro de su ilegalidad”.
Jared Borgetti
Las fiestas que organizaban los hermanos Arellano Félix no eran eventos cualquiera. Entre sus invitados solían encontrarse deportistas famosos, empresarios de alto vuelo y —por supuesto— políticos; además de que eran amenizadas por las mejores bandas del momento y una oferta variada de drogas.
Precisamente en una de esas fiestas fue asesinado el mayor de los hermanos, Francisco Rafael Arellano Félix, por un sicario que se disfrazó de payaso y lo coció a tiros enfrente de varios invitados. El asesinato, registrado en video por algunos asistentes, ocurrió el 18 de octubre de 2013 en el salón Ocean House del extinto Hotel Marbella, ubicado en Los Cabos, Baja California, y cuya renta ascendía a los USD 200,000.
Era la celebración por el cumpleaños número 63 de Rafael, quien había organizado el festejo una semana antes de la fecha oficial por “cuestiones de fechas de arrendamiento del local”, según el semanario Zeta Tijuana.
l salón lucía repleto de globos y estaba decorado con manteles color azul. Una foto tomada horas antes de su muerte muestra al capo luciendo en buena forma física, acompañado de su esposa y amigos, disfrutando de la velada en un imponente jardín con vista privilegiada hacia el mar.
Entre los invitados estuvieron el futbolista Jared Borgetti, delantero culiacanense y segundo máximo anotador del Tri; así como Omar Chávez, uno de los hijos del pugilista Julio César Chávez, de quien se dice asistió acompañado de diez guardaespaldas.
Otros asistentes notables fueron Francisco Karim Martínez Lizárraga, ex procurador general de Justicia de Baja California Sur; y David Comartin Riee, empresario y entonces dueño de la concesión de la firma de motocicletas Harley Davidson en Cabo San Lucas.
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