La modificación al artículo 8 de la Ley Federal de Cinematografía no afectará a la industria del doblaje, considera el actor Mario Castañeda, quien es famoso por dar voz a Goku en Dragon Ball; en todo caso, los que tendrán que considerar cambios son los exhibidores.
“Hacia el lado al que avienta un problema es al lado de los exhibidores y si hablas del exhibidor hablas del productor porque ahora si quieres traer tu película a proyección nacional en México tienes que traer las dos versiones”, dijo el actor en entrevista con Infobae México.
Desde su punto de vista, la ley se echó a andar para proteger a la producción nacional porque se prohibió la posibilidad de doblar hasta que llegó el Tratado de Libre Comercio.
“Es el productor de material fílmico el que decide en qué versión trae su película. Se ha tratado de volver a proteger al cine nacional pensando que si no es bueno es porque hay cine extranjero doblado que no lo deja brillar. Pero la verdad es que cuando hay buen cine mexicano no importa si hay otro tipo de cine, no tiene nada que ver”, refirió.
El cambio a la ley fue presentada de un modo que no explicaba bien la idea original, que es apoyar a los débiles auditivos para que puedan disfrutar las películas. Sin embargo, Castañeda consideró que esa medida ya se hace porque cualquier película que está en un idioma ajeno al español tiene subtítulos, lo que para él significa que el concepto estaba cubierto antes de la modificación.
“Me parece un poco exagerado porque si ya existen las versiones en el idioma original con subtítulos y eres una persona que no escucha ¿por qué ibas a entrar a una versión de la película en español? Si no escuchas, te da igual en qué idioma está. Esto obligaría que incluso esas copias tuvieran que subtitularse, lo cual obviamente es un gasto extra y las letras que nada más estorbarían un poco y llaman la atención. Yo esperaría que el reglamento considerara esto”, afirmó.
Quien se encarga del doblaje recurrente de personajes como Bruce Willis, Jim Carrey, Mark Ruffalo y Tom Hanks recordó que hay filmes que no tienen la versión original y no se trata de las infantiles de Disney —las cuales siempre se presentan en las dos versiones, doblada y original con subtítulos—. Son algunos documentales y otras animadas las que a veces no cuentan con la versión original, por lo que la única que llega a las salas de cine es la doblada.
“Ahí sí no habría de otra más que subtitular para que la gente que no puede escuchar pudiera disfrutarla. Esta ley ahora obliga a las producciones en español, ya sea de Argentina, Venezuela o de donde vengan, a tener subtítulos también. Si se busca el bien para 2.4 millones de personas adelante, pero creo que la forma en la que se presentó la modificación hizo pensar a mucha gente que se estaba prohibiendo el doblaje”, añadió.
Mario Castañeda vive en la Ciudad de México, cerca de la plaza comercial Perisur, en donde ha visto que Marvel y Disney cuentan con las dos versiones; mientras tanto, otras películas solamente se exhiben con la versión subtitulada.
“Es un ejemplo de que se busca a todo público en los complejos cinematográficos que tienen la cantidad de salas que te permiten hacerlo. Si fuera a ser que en alguna localidad no hubiera versión original con subtítulos, entonces sí estaría de acuerdo en que la versión doblada tuviera subtítulos, pero quizá no en todos lados”, apuntó.
El doblaje a distancia en México
El panorama del doblaje en el país a raíz de los estragos de la pandemia causada por la COVID-19 ha obligado a los realizadores a implementar medidas extraordinarias que han funcionado al gremio, como grabar a la distancia mediante un programa.
“La pandemia le pegó a la industria del doblaje que se manejaba de manera presencial y de pronto no se pudo asistir a los estudios a grabar. Se frenó un poco al principio toda la producción porque estábamos hace un año muy cerca de la Semana Santa y se adelantaron dos semanas las vacaciones en las escuelas y en algún momento el doblaje también paró”.
Aunque la idea inicial era que regresaran el 20 de abril a las actividades cotidianas —igual que los niños a las escuelas—, la contingencia comenzó a extenderse hasta la actualidad. La industria del doblaje se las ingenió porque no podía esperar más y buscó la manera de volver, aunque muchos de los inmiscuidos dijeron que no regresaban a pesar de que habían muchos cuidados como aplicación de gel antibacterial, lavado de manos, uso del cubrebocas, limpieza de las salas y del equipo.
De esta manera, comenzaron a unificar el uso de un programa para hacer el trabajo a distancia, pues se manda directamente el video y el audio a la computadora, además que conecta al ingeniero y al director desde casa.
“En tu cabina o lugar acústico diseñado en tu casa con tu micrófono conectado a un interfaz o directamente por USB a la computadora puedes grabar, te mandan el script por separado o integrado en el video y lees lo que tengas que doblar.
“Se está grabando un porcentaje importante del doblaje que se hacía antes, aunque no el cien por ciento de lo que produce la industria, pero se está trabajando y se está mejorando el uso del programa, así como el equipo que los actores tenemos en casa. Esto nunca se va a ir, creo que llegó para quedarse”, puntualizó Castañeda.
Aún así, existen cosas por mejorar como estandarizar los micrófonos, audífonos y la certificación de cabinas en casa de los actores y actrices. Tampoco hay que olvidar el tipo de banda ancha o capacidad del Internet —si es sincrónico o no—, que es quizá más importante que el propio micrófono para grabar.
“Puras cosas buenas pueden salir de esto. Yo no le veo un sufrimiento, al contrario, al final de cuentas como en todo se van a descubrir cosas nuevas que vinieron con este problema tan grande”, finalizó el actor de doblaje.
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