Este 20 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Felicidad, establecido desde 2013 por la Organización de las Naciones Unidas con el objetivo de reconocer la importancia de la felicidad como aspiración universal de los seres humanos, además de crear conciencia en los gobiernos para la implementación de políticas que erradiquen la desigualdad y promuevan el cuidado del planeta.
Esta fecha también recuerda la relevancia que tiene la atención del bienestar personal y una forma de alcanzarlo es a través del cine. Como dijo el director sueco Ingmar Bergman: “Ningún arte traspasa nuestra conciencia como el cine; sólo el cine toca directamente nuestros sentimientos hasta llegar a los oscuros recintos de nuestra alma”.
Sea por medio de la risa, la reflexión, la catarsis o sólo olvidar los problemas cotidianos durante unas horas, el cine es una vía para llegar a un estado de dicha y satisfacción. Por ello, repasamos algunas películas que tuvieron a la felicidad como tema central y nos recordaron que esta emoción se puede manifestar de múltiples formas.
SOUL
La llegada de una pandemia mundial durante el 2020 recordó a la humanidad que los planes no siempre salen como se quisiera y que los cambios se pueden presentar de la forma más inesperada posible. Por ello, Soul encajó como anillo al dedo e hizo tener presente a más de uno que los objetivos a veces no se cumplen, lo cual no está precisamente mal.
El largometraje de Disney / Pixar dejó importantes lecciones, como aprender a disfrutar los placeres cotidianos de la vida y entender que el éxito no te define como persona. El protagonista del filme, Joe Gardner, deberá morir y volver del “Gran Más Allá” para llegar a esta resolución, pero el espectador no tiene que pasar por ese proceso para comenzar a aplicar el aprendizaje en su día a día:
“No sé qué voy a hacer con mi vida, pero sí sé que voy a vivir cada minuto de ella”, frase de Joe Gardner que resume la esencia de la película animada.
INTOUCHABLES
Amigos intocables, como se tradujo para Latinoamérica, es una película francesa del 2011 que cuenta la historia de Driss y Phillippe; el primero es un joven senegalés que vive en un barrio pobre en París, mientras que el segundo es un adulto mayor, adinerado y atrapado en una silla de ruedas debido a un accidente. En un giro para la vida de ambos, Driss se convertirá en el cuidador personal de Phillippe. Pronto, la relación laboral entre ambos se terminará por convertir en una estrecha amistad.
Este largometraje muestra cómo se genera un vínculo genuino entre dos personas opuestas, además de que ambos se ayudan para superar sus problemas personales. También, es una enseñanza sobre tomar las situaciones con optimismo y burlarse de la vida de vez en cuando.
“A veces debes entrar en el mundo de otro para descubrir lo que le hace falta al tuyo”, Phillippe a Driss.
LA VIDA ES BELLA
¿Cómo encontrar felicidad en la desgracia? Esa será la difícil tarea de Guido Orefice, quien demostrará las acciones de las que es capaz un padre por su hijo. En medio de la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto que cobró millones de vidas, el tono de la película no deja de ser alentador y enseña que la sonrisa es lo última que muere.
Protagonizada y dirigida por Roberto Benigni, la película fue un éxito comercial y en crítica a nivel internacional. Obtuvo más de 50 premios, entre los que destacan tres Óscar.
“La vida a veces duele, a veces cansa, a veces hiere. No es perfecta, no es coherente, no es fácil, no es eterna, pero a pesar de todo, la vida es bella”, Guido a su hijo Giousuè.
EN BUSCA DE LA FELICIDAD
Chris Gardner queda en bancarrota tras gastar todos sus ahorros en escáneres portátiles de densidad ósea, lo que ocasiona que su esposa Linda lo abandone y que Chris deba buscar empleo como corredor de bolsa, aunque tendrá que competir con otras 19 personas por el puesto.
El filme dirigido por Gabriele Muccino y estrenado en 2006 habla sobre una historia de superación y éxito, pero sobre todo reflexiona acerca de la dificultad que representa alcanzar la felicidad desde la pobreza. No porque sea imposible, sino debido a que las situaciones en la película dejan claro que no se puede tener plenitud y tranquilidad si ni siquiera se tiene un techo para dormir.
“Nunca dejes que nadie te diga lo que no puedes hacer”, Chris a su hijo Christopher.
BILLY ELLIOT
Basada en la obra teatral homónima de Lee Hall, la película se desarrolla durante la huelga de los mineros en reino Unido en 1984 y se centra en Billy Elliot, un niño de 11 años cuya mayor aspiración es convertirse en un bailarín de ballet profesional. Sin embargo, ante la negativa inicial de su familia y la imposición de clases de boxeo, Billy tendrá que encontrar cómo cumplir su sueño.
La película se ha convertido en un clásico que derrumba los estereotipos de género y enseña cómo el baile se convierte en un escape necesario y que nunca debes dejar de hacer lo que te apasiona.
“Al principio estoy agarrotado, pero cuando empiezo a moverme lo olvido todo. Y... es como si desapareciera, como si desapareciera y todo mi cuerpo cambiara, como si tuviera fuego por dentro. Y me veo volando, como un pájaro. siento como electricidad”, Billy Elliot.
INTENSAMENTE
El largometraje animado de 2015 nos enseñó la importancia de que “Alegría” y “Felicidad” son dos emociones necesarias. En Intensamente se explora la mente de Riley, una niña de 11 años que, tras una mudanza de Minnesota a San Francisco, se enfrenta a situaciones que no había explorado antes.
Llorar, enojarse, sentir asco o miedo son emociones igual de válidas y necesarias que estar feliz, siempre que se vivan de una forma sana; ese es el principal mensaje de la película.
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