Por primera vez, Talia Eisset habló de las agresiones que sufrió durante su noviazgo con el músico Adán Cruz. Su ex pareja consumía estupefacientes, por lo que al principio justificaba sus actitudes hasta que sucedieron cuando él estaba sobrio.
Con lágrimas en los ojos, la participante de Acapulco Shore confió que no denunció porque le daba miedo y quería protegerlo porque lo quería, dijo en una entrevista con Carmen Muñoz en el programa “Mimí Contigo”.
“Tenía un problema con las mujeres. Nos reprimía demasiado de no te puedes vestir así o trabajar así. Lo intenté ayudar muchas veces, pero siempre me sobajaba, me decía insultos y llegamos a los golpes. Cuando lo conocí era callado e inhibido hasta que empezaron los problemas; ya estaba rehabilitado y después empezó a consumir otra vez”, aseguró.
Aunque Talia intentaba cuidarlo –hasta se mudó con él-, se dio cuenta que su relación comenzó a volverse agresiva y la criticaba si salía en un programa, por sus fotos en redes sociales o la forma en la que vestía. La influencer recuerda la primera de sus agresiones en un hotel –e incluso enseñó fotografías de los moretones, confesando que cuando se las mostró a su expareja este le dijo que eran producto del maquillaje-.
“Estábamos en un hotel y empezó a consumir. Nos peleamos yo me salí y le dije que me iba a mi casa porque me sentía confundida. Me eché a correr para agarrar un taxi y llegó por atrás y me tacleó, me aventó contra el piso y me lastimó las costillas. Me quedé, me convenció”, refirió.
El carácter que Eisset ha mostrado en público es el mismo que tiene en privado, por lo que confiesa que se defendía de la violencia de su pareja, pero no era lo mismo su fuerza que la de un hombre.
“A veces me pegaba en el cuerpo, nunca me pegó en la cara porque creo que no era menso. El amor es muy tonto; una mujer enamorada piensa en que sí me quiere y que va a cambiar. Yo me quedaba con esperanzas de que me golpeaba por estar intoxicado. Me empecé a preocupar cuando nos empezamos a golpear cuando estaba sobrio”, dijo con los ojos llorosos.
Parte de estos ataques incluyeron mordidas en los hombros, escupitajos o robos de dinero, incluso cuando ella se negaba a dárselo la golpeaba. Los celos también influían en que buscara a personas debajo de su cama.
“Yo tengo una familia bonita, no sufrí de violencia y es la primera persona que me llega a golpear, no sabía cómo asimilarlo. Mi mamá me dijo que era mi culpa porque yo lo estaba permitiendo y sí, es verdad. Me hizo una persona más fuerte, agarré muchas fuerzas, pero también mis amigos me decían que era más agresiva”, contó Talia, quien se confesó con una persona de Acapulco Shore que la aconsejó irse.
Tras sentir que no podía ser ella misma –en la forma de comportarse, mostrarse o vestirse-, la gota que derramó el vaso fue cuando comenzó a recibir mensajes de otra persona hablándole de una infidelidad, por lo que decidió dejarlo. “Estoy hablando de esto porque me harté que él me acuse a mí de infidelidad. Un hombre que te quiere no te golpea, ni te humilla, sobaja o insulta. Vete a la primera que sientas una agresión”, le dijo la influencer a sus seguidoras.
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