El programa de sátira social, “South Park”, regresó a las pantallas chicas con su segundo episodio de la temporada número 24. Pero ahora, lo hicieron con un especial en el que se burlaron de las teorías de conspiración que hay acerca de las vacunas.
En el especial llamado “South ParQ Vaccination Special”, Eric Cartman, Kenny McCormick, Kyle Broflovski y Stan Marsh se enfrentan a un regreso a clases en donde los niños están felices de por fin salir de sus casas a la escuela. Pero los profesores han arriesgado sus vidas para volver a clases, pues no están vacunados.
Mientras algunos personajes de la tercera edad están siendo inoculados, los protagonistas buscan una inyección para su maestra, la señorita Nelson, y el resto de los profesores. No obstante, las teorías de conspiración de QAnon llegaron al pueblo y quieren evitar que la inmunización continúe.
“Ustedes tienen derecho a decir y creer lo que quieran, ¿de acuerdo? Pero lo que creen es realmente estúpido”, dijo Cartman a un miembro de “Lil’ Qties”, una sección infantil de QAnon, y quienes se levantaron armas para evitar que las inoculaciones lleguen.
Aunado a esto, el show producido por Matt Stone y Trey Parker muestra al público que quienes están detrás de todo lo que pasa en el mundo es culpa de la élite de Hollywood. Mientras que personajes como Oprah, Barack Obama, Hillary Clinton y George Clooney son “evidenciados” como parte de un culto que “come niños para mantener su estatus”.
El especial es el segundo en la temporada y le sigue al episodio de la pandemia que se estrenó el septiembre del año pasado. De acuerdo con CNN, el primer episodio llamado “The Pandemic Special”, atrajo a más de 4 millones de televidentes tan solo en Estados Unidos.
¿Qué es QAnon?
Esta historia comenzó en Comet Ping Pong, una popular pizzería ubicada en el barrio Chevy Chase de Washington D.C. En octubre de 2016, un mes antes de las elecciones en las que Donald Trump derrotó a Hillary Clinton, el restaurante apareció mencionado en muchos de los mails de John Podesta, director de la campaña demócrata, que habían sido difundidos por WikiLeaks.
Algunos de los correos eran intercambios entre Podesta y James Alefantis, el dueño del lugar, donde hablaban sobre la organización de eventos para recaudar fondos, un tema normal. Sin embargo, fue el origen de la teoría conspirativa conocida como Pizzagate. Inventada en páginas web y propagada por comunicadores muy controversiales, como Alex Jones —fundador de InfoWars—, sostenía que dirigentes demócratas realizaban en el sótano de Comet Ping Pong rituales satánicos en los que abusaban de niños.
Convencido de que la denuncia de la que leía todos los días en distintos foros era cierta, y de que tenía que hacer algo para detener lo que estaba ocurriendo, Edgar Maddison Welch fue a la pizzería el 4 de diciembre de 2016, armado con un rifle AR-15, una escopeta y un revólver. Tras ahuyentar a clientes y empleados, fue en busca del sótano solo para enterarse de que nunca existió, por lo que se entregó a la policía.
El Pizzagate quedó irremediablemente desacreditado para muchos de los que creían en él, pero logró reconfigurarse. Un año después de su aparición, empezaron a circular por los mismos canales los mensajes anónimos de un individuo identificado con la letra Q, que asegura tener acceso a información clasificada que confirmaría la existencia de una red global de pederastas satánicos, liderada por el Partido Demócrata.
QAnon, un culto para el cual Donald Trump está liderando una batalla secreta contra estos elementos malignos, que estarían arraigados en el “Estado profundo”. Hay diversos indicios de que los creyentes están en aumento, pero no sólo en internet.
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