Ser una estrella infantil de Hollywood no es una tarea sencilla. Muchas de ellas han tenido que avanzar en sus carreras a la par de problemas, adicciones y afectaciones emocionales generadas por la fama. “Es difícil crecer frente a la gente”, asegura Drew Barrymore, actriz estadounidense que se lanzó a la fama con la película E.T.
Las posibilidades y facilidades que brinda el éxito propiciaron el descarrilamiento de ellas y otras figuras reconocidas como Paris Hilton y Britney Spears. “Estoy segura de que la gente mira y piensa: chicas…¿Cómo se atreven a tener sentimientos por algo de esto? Se han puesto ahí, han pedido esto, es un juego justo”, dijo a la revista Life & Style.
Con tan solo 10 años, Drew ya había incursionado en el mundo del alcohol y la marihuana, a los 12 probó la cocaína y a los 13 fue internada en un centro de adicciones. La estrella hollywoodense contó que al estar dentro de rehabilitación, la limpieza fue “una pesadilla psiquiátrica”.
En entrevista con Howard Stern explicó que estuvo internada en el Van Nuys Psychiatric por un año y medio, donde aquellas chicas que perdían el tiempo eran enviadas a la habitación acolchada o atadas a la camilla. En un principio, recuerda, dedicó su tiempo ha rebelarse e incitar a otras chicas a lo mismo. “Yo irritaba a todas las chicas y les decía, ‘¡Escuchen, a la mierda este lugar, a esta gente no le importas, vamos a mostrárselo!”, contó.
Por un tiempo hizo lo mismo, hasta que comenzó a ver como otras niñas progresaban. Sus 13 años asegura “fueron probablemente el (punto) más bajo” que tocó. La primera noche en las instalaciones fue la peor, de haber sabido lo que sucedería “Me habría escapado. Nunca, nunca habría dejado que me pasara a mí”
Tras ocho meses de terapia, la ira de Drew se enfrío. “De una manera enfermiza fue lo mejor que me puso pasar”, asegura. Sin embargo, la decisión de su madre al ingresarla cambió su relación para siempre “Creo que [Jaid] creó un monstruo y ella no sabía qué hacer con el monstruo. Este fue su último suspiro, y realmente estaba fuera de control, y la perdono por tomar esta decisión. Probablemente sintió que no tenía a dónde acudir”.
Luego del centro de rehabilitación, Drew Barrymore tomó la decisión de emanciparse legalmente. Han pasado 32 años desde ese momento y la relación con su madre fue complicada, “Me sentía tan culpable al negarle a mi mamá el acceso....Definitivamente el peor dolor que he conocido”, reconoció. Sin embargo, en la actualidad han entablado conversación nuevamente.
Ahora la actriz tiene dos hijas, Olive de 8 años y Frankie de 6, a quienes cría de una forma “más tradicional” que como la educaron a ella. “Le dije a mi propia hija ‘no soy tu amiga y nunca seré tu amiga’. Soy tu madre”. Ella, cuenta, tuvo una madre que fue “amiga” y no está dispuesta a seguir ese mismo patrón. “Es una antítesis de mi educación”, considera.
Entre las duras experiencias que vivió a lo largo de su vida, Drew se ha divorciado en tres ocasiones. Una fuente anónima dijo a Life & Style que ella no tiene intenciones de volver a casarse, pero que esta abierta a enamorarse de nuevo. “Creo que estoy en el mejor lugar en el que he estado y me tomó mucho tiempo llegar aquí”, contó luego de revelar que ha incursionado en las aplicaciones de citas, pero por ahora no quiere a nadie tratando de cambiarla.
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